Emilio Bacardí, vasta cultura y ejemplar patriota

 emilioTomada de Ecured Mis estudios periodísticos los realicé, durante todo un quinquenio, en la Universidad de Oriente. El dato no es nada relevante; sin embargo, me da pie para ofrecerles a mis lectores de la Gran Red de Redes una breve reseña del culto hombre de letras y patriota santiaguero Emilio Bacardí Moreau (1844-1922).

Por necesidades propias de mis estudios en la academia, me vi en la necesidad —infinidad de veces— de utilizar los servicios del museo Emilio Bacardí, institución de la cual él fuera su fundador. Sepan que aún guardo el carné mediante el cual adquirí la condición de asociado.

Confieso que allí, en sus acogedores salones, pasé ratos inolvidables, dada la excelente atención que brindaban entonces, sus trabajadores. También me asocié a la biblioteca Elvira Cape.

Bacardí fue un patriota convencido, además de historiador, novelista, dramaturgo, y un eficiente amante y propulsor de la cultura.

Muy joven, sus troncos paterno y materno lo enviaron a estudiar a España, pero, como buen cubano, tan apasionado era el fervor revolucionario que lo caracterizaba, “que todavía en los albores de la Guerra de los 10 años, se le vio inmerso en un fallido intento de deportar al Gobernador del departamento”.

Sepan, amigas y amigos de Internet, que también muy joven fue apresado, una de esas veces en febrero 24 de 1895, en Ceuta, debido a sus manifiestos gestos con los independentistas, con los que él gozaba de buenas dosis de prestigio, tanto que, al terminar la dominación de la Metrópoli, lo nombraron alcalde de Santiago de Cuba. En ese puesto inauguró el museo que ostenta su identificativo y que hoy lleva su nombre a pesar del tiempo transcurrido. Bello homenaje.

Con ese hecho daba un paso vital e importante en la preservación del legado histórico de quienes luchaban y morían por la libertad del Caimán Antillano.

Decirles quiero que Emilio Bacardí volvió a ser alcalde de Santiago de Cuba, pero, en esta ocasión, fue por la voluntad del pueblo expresada en las urnas.

En su haber tiene, además, el hecho de haber dotado a esa ciudad de una biblioteca y de la academia municipal de Bellas Artes, en su afán de defender la cultura de su pueblo a como diera lugar.

Les agrego que tampoco cedió un ápice en la lucha por la soberanía. Fue senador de la República y en ese alto cargo batalló infructuosamente contra la intervención del águila imperial en 1906.

Otro tanto a su favor fue dar empleo a mujeres en el Ayuntamiento, sobre todo las que sus esposos y otros familiares fueron muertos en la campaña independentista.

Escribió un drama de carácter realista y, como novelista, se empeñó en la reconstrucción de la gesta de los 10 años, en la obra que tituló Vía Crucis (Barcelona, 1914) donde reflejó las costumbres de la época en Santiago de Cuba.

Incursionó en novelas históricas con Doña Guiomar (Barcelona, 1916), pero la relevancia la obtuvo como historiador en la primera mitad del siglo XVI, con sus Crónicas de Santiago de Cuba (10 tomos), que conforman una recopilación catalogada por los especialistas de insustituibles, contentiva de documentos e informaciones desde la fundación de la Villa por Diego Velázquez en 1515.

Resultó muy interesante y valioso su libro titulado Florencia Villanova y otro nombrado Pío Rosado (1920). Se sabe, además, que más adelante en el tiempo otros textos, por igual valiosos, vieron la luz, entre otros La condesa de Merlín (1924) y Cuentos de todas las noches (narraciones para niños, 1950).

Curiosidades

• Según afirma un entendido en la materia, tres horas de estudio hacen más efecto en nuestro organismo, que todo un día de ejercicio físico. Déjenme decirles que, en mis tiempos de universitario, utilicé ese tiempo y algunas veces, mucho más. Y lo real es que terminaba apabullado.

• Al insigne narrador soviético Mijaíl Shólojov (1905-1984) le fue entregado, en 1965, el Premio Nobel de Literatura, en reconocimiento a su extensa y rica obra, entre estas la archifamosa novela en cinco tomos titulada El Don apacible, la cual ha sido traducida varios idiomas. De su autoría son, además, Campos roturados, Ellos lucharon por la patria y El destino de un hombre.

• No se lo pierda, amigo y paciente lector: si la Tierra fuera de hielo, el Astro Rey solo demoraría solo unos 16 minutos en derretirlo lentamente.

• “Los intelectuales resuelven los problemas, los genios los evitan”, es una rubricada por el conocido físico alemán Albert Einstein (1879-1955).


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar