Cuba registra hoy el mayor número de fallecidos en un día (4) y vuelve a alcanzar por segunda vez su máximo de casos (61). Ciego de Ávila se mantiene con 72 confirmados. Ha sido para la provincia una semana de “respiros” .
Ya necesitábamos una bocanada de aire en la carrera contra la COVID-19 a la que Ciego de Ávila aún no ha podido ganarle ni con el sprint de sus cuarentenas, pero al menos hemos sacado unos pasos de ventajas y mostramos ahora mayor resistencia, camino a la meta. Esta semana (con apenas 8 casos confirmados), podría significar, entonces, un respiro después de que en las anteriores se nos acumularan por treintenas y veintenas y la maratón del coronavirus pareciera un despeñadero al que íbamos sin remedio.
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Algunos incluso podrían creer que todavía corremos en esa dirección, porque la provincia muestra la tercera mayor tasa de incidencia de la enfermedad. O sea, mayor cantidad de casos por cada 100 000 habitantes, lo que se traduce en mayor posibilidad de contagios o riesgo epidemiológico.
Y aquí hacemos un paréntesis. (Aunque La Habana (335) y Villa Clara (145) exhiben mayor cantidad de casos, su densidad poblacional les permite, de alguna manera, “espaciarlos” y ya los especialistas conscienten en que hoy el peligro mayor no está tanto en la cantidad de enfermos, sino en su proporción o “cercanía”)
En correspondencia, Ciego de Ávila suma 72 casos y una tasa de (16, 4) la cual se traduce en cuatro eventos de transmisión local que hoy focalizan las alarmas en Florencia (16), Venezuela (14), y Turiguanó y el Plan Hortícola, ambos en Morón (19).
La situación más compleja mueve la brújula de Sur a Norte, pues si bien decíamos la semana pasada que Venezuela acumulaba la mayor cantidad de casos en estudio y podía disparar los números, felizmente no fue así. Pero la tensión se desvió a Morón con sus 19 casos y dos eventos de transmisón abierta, en Turiguanó y en la comunidad Plan Hortícola, y presenta ahora la situación más tensa de la provincia.
No obstante, Florencia, que parecía haber reposado, luego de una semana acaparando titulares, reportó un hecho que consternó a no pocos: el segundo paciente del territorio avileño, cuya fuente de infección se desconoce, provino de allí. Cuando se creía que la cuarentena bastaba para controlar los focos, apareció una trabajadora de la Salud confirmada con la COVID-19 y su enfermedad no está asociada al evento que se había producido en ese municipio.
Si bien Ciego de ávila reporta solo dos sucesos de ese tipo, en el país ya suman 81 casos sin fuente de infección precisa, por lo que cada vez más la transmisión autóctona limitada, luce más ilimitada. A ello se suman episodios complejos que tuvieron lugar esta semana y podrían estar agudizando el contexto.
Mientras que el diario de la capital, Tribuna de La Habana, informaba de un caso en una tienda —donde hubo que recurrir hasta sus cámaras para establecer los contactos de los confirmados y los eslabones de la cadena, obviamente, llegaban a la cola y a quienes entraron ávidos por comprar lo que ofertaban allí— Villa Clara admitía que en un Hogar de Ancianos de la ciudad de Santa Clara hubo 17 contagios y un día después sumaban 21 nuevos casos, asociados a ese evento.
El parte del MINSAP, de este viernes, confirmaba la estrepitosa suma para un único evento: 38 casos. Y ajeno a esa gravedad circulaba un video festivo en las redes sociales, en el que a golpe de reguetón los nasobucos eran collares en el cuello y la pegadera, hábito del ritmo como ya sabemos. El lugar del fetecún que no fue adjudicado ni a provincia o municipio es, a estas alturas, irrelevante.
En contraposición, pareciera que solo Cienfuegos ha acatado las medidas a pie de juntillas y le hace honor a su título de Perla del Sur. Ese seguía siendo el “estado de gracia” esta semana, con 15 días consecutivos sin reportar casos confirmados.
Una de las gráficas a las que puede accederse desde este sitio así lo registra.
A escala nacional se continúa exhibiendo, todavía, una falta de percepción de peligro (el término riesgo es casi ya obsoleto) que ciertas conductas acentúan y cierta falta de medidas generan, de algún modo. Porque si bien nada justifica que las personas se aglomeren por una libra de pollo, pocas explicaciones a estas alturas podrían existir para justificar por qué el comercio interior en moneda nacional puede “normar” productos y el comercio interior en divisas, no.
¿Por qué una bodega puede establecer que este mes, más de la mitad de sus consumidores no compararán detergente líquido, y solo lo harán el que viene o el otro, y una tienda en divisas, justo al frente, no puede establecer lo mismo para el pollo o el aceite? La diferencia de monedas nunca antes había lucido tan contraproducente.
Sin embargo, es hacia lo individual donde las medidas provocan el efecto más inmediato y salvador. La responsabilidad individual no puede diluirse en la colectiva (somos los máximos responsables de nosotros mismos) y la cantidad de pacientes asintomáticos nos deja cada vez más clara esa certeza: el aislamiento social es la única vacuna; sobre todo porque ya los científicos han esclarecido que podrían tardar años en lograr un resultado inmunizador.
Solo un día durante esta semana el por ciento de confirmados asintomáticos en el país descendió al 20 por ciento. El indicador, por lo general, se ha movido entre el 40 y el 60 por ciento, amén de que este viernes registró su máximo: el 67, 2 por ciento de los 61 casos confirmados, no presentaban síntomas. En esa media entra Ciego de Ávila, donde más de la mitad de sus 72 confirmados hasta la fecha, fueron detectados gracias al pesquisaje y al control de focos, y no por haber presentado síntomas.
Debido también a esa nueva realidad, a la cuerentena decretada en la cabecera muncipal de Florencia, en la comunidad de Limpios Grandes y en el poblado de Turiguanó, se une la cuarentena modificada en el Consejo Popular Simón Reyes, en Venezuela y las medidas extremas en el Plan Hortícola, de Morón, cuyos casos han disparado las últimas alarmas de la semana .
Asimismo, continúa el incentivo en todo el territorio con la desinfección de áreas públicas, de los medios de transporte, con el aumento de los puntos de venta de cloro, que ya sobrepasan los 70 y, en general, con varias medidas adoptadas por el Consejo de Defensa Provincial. Se enfrenta una realidad que no excomulga ni a los tres municipios avileños que permanecen “inmunes”: Chambas, Bolivia y Primero de Enero. Por si las dudas lo ha reiterado, otra vez, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) este viernes en su habitual conferencia de prensa. “ La tasa de incidencia nos está indicando que hay mayor transmisión de la enfermedad en ese territorio, aun cuando los análisis se centren en los eventos de transimión que tienen”.
Y aquí ya lo hemos entendido…y aplicado. El medicamento homeopático PrevengHo-Vir, que no previene, pero sí podría ayudar a fortalecer el sistema inmune, ha llegado a más de 1 200 personas en hogares de ancianos, casas de abuelos, hogares maternos, hospital psiquiátrico, y el centro psicopedagógico de Morón, entre otros. En Florencia se han entregado a las familias 6 608 frascos y en Venezuela, otros 7 380. Y según Luis Orlando Rico Martell, Jefe de Medicamentos y Tecnología Médica de la Dirección Provincial de Salud, la Biomodulina T, otro medicamento con acción inmunomoduladora, se suministrará también a las personas mayores de 60 años.
Tales paliativos refuerzan a una población que hoy permanece expuesta a 29 focos en todo el territorio provincial. No obstante, desde que se iniciaran las pesquisas y los laboratorios procesaran más de 1 500 muestras (más de 1 000 de ellas de casos asintomáticos) la positividad nos sigue diciendo que el contagio se ha “contenido”. Un dato reciente lo ilustra: de 498 muestras tomadas, la positividad fue del 13,5 por ciento al SARS-CoV-2. O sea, de cada 100 muestras enviadas al laboratorio 13 son positivas, como promedio.
Si los casos durante esta semana del 10 al 17 de abril cayeron a cuentagotas —y hubo días de cero, uno, dos, o tres— demuestra, en parte, que el control no se nos ha ido de las manos; gracias, además, a la vigilancia que mantenemos sobre unas 400 personas; alrededor de 300 en las comunidades y unas 100 ingresadas en aislamiento. Atrás van quedando las semanas en las que Ciego de Ávila “sobresalía” en la cuenta diaria, por más que sigamos expuestos al riesgo epidemiológico que señala nuestra tasa de incidencia.
A pesar de ello, no he hemos podido dejar de sumar, cinco nuevos casos de COVID-19 dentro del personal de la Salud y ahora son siete los que, estando en la primera barrera de contención de la epidemia, han sido contagiados. Pero también en la primera línea hay siete avileños que este miércoles partieron a México y se unieron a los 54 que ya estaban prestando servicios en 13 países.
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Fue una semana, además, en la que las altas médicas nos contentaron hasta llegar a 14, la paciente de Venezuela salió de la gravedad y el Hospital Roberto Rodríguez, de Morón, se estuvo adecuando para la atención a casos positivos. Porque tampoco podemos bajar la guardia. El mundo sigue contabilizando muertes que nunca descendieron de 5 300 en los últimos siete días y Cuba cifró hoy las suyas en cuatro, el mayor número en un día.
El parte diario informó de 61 casos confirmados (la mayor cifra en un día, alcanzada también el siete de abril) y ahora suman 923. Para Ciego de Ávila, con 72, esta semana apenas ha sido un respiro. El futuro tiene tres puntos suspensivos y aquí seguimos intentando colocarle el punto y final.