Alcanzar un cambio de actitud dirigido a la recuperación cañera de la provincia de Ciego de Ávila, como condición indispensable para el procesamiento de los volúmenes que demandan los cuatro centrales avileños, fue uno de los emplazamientos hechos por Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba, durante el intercambio con directivos de la Empresa Azucarera del territorio.
Relativo a que la agroindustria azucarera recobre el papel más preponderante que alguna vez obtuvo en el concierto económico de la Mayor de las Antillas el dirigente expresó: “el sector azucarero no se puede quedar en la tradición, no se puede quedar en la historia, no se puede quedar en la cultura, es un sector estratégico que tiene que aportar mucho en el desarrollo del país”.
Para la molienda 2020-2021 molerán en la provincia tres de los cuatro centrales: Ciro Redondo, Ecuador y Primero de Enero, además se espera que también lo haga su similar Brasil, en Camagüey, razón por la cual el vicepresidente cubano dijo que Ciego de Ávila tiene que desarrollar la zafra con su propia caña, en alusión a las más de 100 000 toneladas (t) de la gramínea vinculadas al ingenio violeteño provenientes del Brasil, cuestión a revertir por el encarecimiento de la tonelada de azúcar al requerirse en su producción de más combustible, motores, neumáticos y demás insumos necesarios en la transportación.
La importancia de disponer de la caña en la geografía avileña es primordial para el sostenimiento de este sector, máxime al considerar que la modernización del Coloso del Centro y el funcionamiento de la bioeléctrica aledaña demandarán volúmenes ingentes de esta materia prima. Además, ello permitiría echar a andar otra vez las maquinarias del Enrique Varona, paralizadas por esta causa.
En el punto de mira de los análisis también estuvo la deficiente planificación del proceso inversionista del central Ciro Redondo que imposibilitó su arrancada en la concluida zafra, lo cual condujo al cumplimiento del plan de azúcar al 72 por ciento de las 123 000 t previstas, situación que pudo agravarse si el central-refinería Ecuador y el Primero de Enero no se echaran a cuestas un conjunto de 21 000 t extras.
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Valdés Mesa insistió en optimizar el tiempo dedicado a las reparaciones
Acelerar el ritmo de siembra fue una de las críticas de Valdés Mesa, pues Ciego de Ávila se encuentra por debajo de la media nacional en el tema. De las 7 029 hectáreas (ha) del plan de la campaña de primavera solo hay 5 000 alistadas.
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En tal sentido, el vicemandatario cubano llamó a adelantar todo lo posible las labores agrícolas y no dejarlas para la temporada de frío, ya que “ahora disponemos de un poquito más de combustible, pero está latente el peligro de la persecución energética de los Estados Unidos, que para entonces pudiera agravarse nuevamente”.
También comentó la necesidad de sembrar tanto en áreas de secano como en las que se benefician con riego, aunque demoren las inversiones de estas últimas, así como mejorar las variedades plantadas, que entre el 70 y el 80 por ciento sean de madurez temprana, y buscar los ciclos óptimos para su molienda.
Otros temas analizados fueron las áreas liberadas de marabú y su aprovechamiento en el fomento de bosques energéticos y la ganadería, además de la importancia de garantizar la calidad de las reparaciones a la industria azucarera avileña para comenzar la próxima zafra sin sobresaltos.
En el encuentro, que implicó recorridos por áreas de la Empresa Agropecuaria Cubasoy, Valdés Mesa estuvo acompañado por Carlos Luis Garrido Pérez y Tomás Alexis Martín Venegas, presidente y vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, respectivamente; Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, otros directivos de este organismo y representantes de la delegación provincial de la Agricultura.