En Ciego de Ávila agricultura casera comienza a germinar

La cifra de Ciego de Ávila pareció tan grandilocuente que Osmany Fleitas González tuvo que repetirla dos veces: 30 699 patios y parcelas, 30 699. Y, encima, tuvo que aclararla —“eso es en toda la provincia, y es hasta el cierre de junio”— porque a Invasor le seguía pareciendo que la siembra casera de alimentos germinaba en datos desproporcionados.

La aceptación vendría solo cuando el jefe del departamento provincial de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar explicaría las dimensiones de la cosecha, señalando que un patio puede llegar hasta 800 metros cuadrados y las parcelas más de 800.

Cuarenta metros de largo, por 20 de ancho parecían, entonces, medidas reales y dimensiones extremas, porque el menor de los patios podía incluirse con apenas dos o tres árboles de frutas, algún cantero con cilantros y oréganos y dos o tres gallinas. O, incluso, con menos.

Las estadísticas de los alimentos hechos en casa pueden ir de lo micro a lo macro: de un canterito de hortalizas y plantas medicinales hasta un patio de referencias y trofeos nacionales que da de comer a cuadras colindantes.

Por eso Osmany luce impreciso en definir el éxito de cada patio o parcela y evaluar de un tajo una cifra tan englobadora que, para colmo, adolece de suficientes puntos de venta para evaluar su producción. Es tajante al afirmarlo: “ A Ciego de Ávila se los cerraron todos, por violaciones que se presentaron, y tampoco existen en Primero de Enero, Ciro Redondo o Florencia”. En total, la provincia reporta 19 puntos de venta de la Agricultura Urbana; y los municipios de Baraguá y Bolivia aparecen liderando la exigua cuota, con seis cada uno.

Sin embargo, Osmany Fleitas asegura que en los organopónicos esas producciones también pueden comercializarse y el dato es abarcador: 128 puntos ubicados en 128 organopónicos semiprotegidos. De modo que los cebollinos de uno de los organopónicos de Ortiz podrían confundirse con los de Héctor Monjes…si Héctor Monjes hubiera sabido que allí podía venderlos.

Manos a la tierra

Pero ni sabía dónde comercializar su “producción terminada” ni dónde adquirir garantías para iniciarla. Sin cachaza, materia orgánica, sin semillas salidas de la Granja Urbana …solo con su pasión por aprovechar el suelo del patio que casi colinda con la circunvalación a la capital provincial, al cruzarla por Abraham Delgado, comenzó él su sembradío. Y ahora tiene “ pa comer y pa llevar”.

Miguel MonjesMiguel Monjes cree que a paso lento terminará dando grandes pasos. “La tierra lleva tiempo”, sentencia

La tarde en que contó su historia estaba, literalmente, lisiado. Su ciatalgia solo nos confirmaba la dureza y los estragos de trabajar la tierra, aunque después los frutos recompensen. “Fajao con unas matas” admitiría por causa, mientras las zancadillas o el desconocimiento le endurecían aún más su faena, sin saberlo.

De ello debía encargarse el representante de la Granja Urbana que, en papeles, tienen 52 de los 57 Consejos Populares de la provincia. Ese sería el vínculo entre la Unidad Empresarial de Base (UEB) Granja Urbana y el productor. El responsable de censar un patio, capacitar, guiar la comercialización, facilitar recursos…

No obstante, Idalmis Begerano Pupo, directora de la UEB Granja Urbana, en el municipio de Ciego de Ávila, admite que no todos realizan su labor de manera efectiva, amén de que cita los ejemplos felices. A mano tiene el de Lugones, donde cuatro CDR comenzaron a criar 1 420 pollitos, o en Rivas Fraga, donde demandaron 500 y unos 1 200 conejos.

“Ahora estamos esperando a que los pollitos tengan 14 días de nacidos, pues antes los vendimos con apenas un día y debemos asegurar la supervivencia”, confiesa, al tiempo que reconoce que la agricultura familiar comienza a despertar, sin que el ímpetu alcance a todos o vaya al ritmo esperado (y necesitado).

Su propia sentencia lo valida. “La mayoría de las personas que hasta aquí llegan vienen buscando tierra para plantas ornamentales. Son muy pocos los que preguntan por semillas o medios biológicos”.

Ni porque la carreta de cachaza (20 sacos) cueste 150.00 pesos, tengan la tabaquina como medio biológico y semillas de calidad, el interés ha germinado en los tenentes de los 2 186 patios y 179 parcelas que reportaba el municipio cabecera al cierre de junio.

 Idalmis“La prioridad son los organopónicos, pero tenemos semillas para las personas naturales, solo que no vienen”, afirma Idalmis

“Algunos hablan del precio de la semilla, que es cara, y parten del desconocimiento, deben evaluar el rendimiento y la cantidad que necesitan, y eso define el valor. El campo da, esa cuenta está sacada”, afirma Idalmis, desde su oficina, al final de Fernando Callejas, muy al sur de la ciudad.

En el Norte sacaron otra. Ramón Arteaga y Lázaro Meriño, dos trabajadores del Organopónico Jardines y Hortalizas, en Ortiz, siembran su propia semilla de habichuelas. Cuando calculan su salario, analizan sus ventas y dividen las ganancias (el 80 por ciento para ellos y el 20 para la granja) sus 71 canteros les siguen diciendo que cualquier ahorro lo agradece el bolsillo.

La comparación eficaz, no obstante, sería entre los rendimientos de las habichuelas obtenidas por ellos, y la de semillas que hoy duermen en la cámara fría de la granja avileña. Quizás el ahorro de hoy se traduzca en menores ganancias después. ¿Entonces?

Uno de los retos inmediatos apunta a la obtención de posturas, una iniciativa que el el propio Osmany visitó en el patio de Lázaro Expósito, en Santiago de Cuba, y no ha logrado “propagarse” en Ciego de Ávila.

“Lo ideal sería que en los Consejos Poplares, al menos un patio se dedicara a cultivar posturas (a partir de ahí la cosecha sería más fácil), pero todavía no hemos logrado involucrarlos. El mecanismo necesita engrasarse”, declara el jefe de departamento, a sabiendas de que las deudas también germinan.

Ni siquiera el llamado cederista a que aprovechemos cada área ha visto florecer la idea a la velocidad con que se da una lechuga: 21 días. En qué suelo, con qué semilla, cómo regar o qué manejo es efectivo, son asignaturas que aún no vencen los vecinos de la agricultura casera por pequeño y fácil que nos parezca el emprendimiento.

La cosecha no puede asumirse como un simple llamado, no es política esbozada en un cartel o dos canteros marchitos para declarar que “ cumplimos la tarea” y “ganamos la emulación”; se trata de aprender para cultivar y asumir la necesidad individual como colectiva, en un contexto donde las grandes empresas se han visto sin fertilizantes y con rendimientos que rondan la mitad de su promedio.

• Lea al respecto: En Ciego de Ávila las cifras no se comen, pero se digieren.

No hablamos solo de albahaca, orégano o calabazas; la lista de lo que podría nacerle a nuestro patio incluye, por ejemplo, boniatos, cuya libra se pregona hoy por carretoneros a 5.00 pesos, aludiendo a que está perdido y a que el campo lo pagan a 350.00 el quintal.

“Y saca cualquier cuenta, compra un macito de cilantros, que casi son tres hojitas y vale 3.00 pesos y ¿dime si podemos seguir viviendo así?”, se preguntaba en franca retórica Yoannelis Barreda, vecina de Ortiz, en una de sus habituales incursiones por ese mercado.

Pero el “viviendo así”, también incluye una lista que choca con que las áreas comunes de edificios no deben cercarse, pues atentan contra regulaciones urbanísticas; con que Planificación Física tiene suelos en planes que hoy están yermos, sin casas ni quimbombó; con que las personas desconocen que al final de Fernando Callejas está la tierra ideal (aunque probablemente hoy esté porque muchos no lo saben y la oferta sea consecuencia de la baja demanda y no de la sostenida producción); con que muchos esperan a que un día les germine el amor por la tierra y mientras prefieren la placita para ver qué hay… y si hay.

La lista, por supuesto, también habla de experiencias que florecen y llegan al comedor de una escuela, al mostrador de un organopónico o a una tarima improvisada con aguacates y ají cachucha…pero falta abonar todavía unas cuantas ideas para que los patios de alimentos se exhiban como jardines de rosas.

• Lea más sobre el tema.


Comentarios  
# UnKnown 26-08-2020 09:17
Saludos a todos.
Muy halagüena la noticia aunque evidentemente todavía quede mucho por hacer.
Solo una apreciación y es el llamado a la moderación en la tarea, sobre todo lo referido a la cría de animales porque al final todo esto se desenvuelve en el perímetro urbano.
Puntualizo lo de los animales no solo porque puedan ser transmisores de enfermedades y todo eso sino porque algunos de ellos pueden ser fuente de problemas de convivencia (emisión de olores, sonidos a deshora, residuales que se vierten por la sanitaria, etc). Creo que respecto a estos problemas colaterales también merece la pena escribir un artículo.
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