Para Osvaldo Álvarez Díaz ser una autoridad electoral significa compromiso, orgullo, responsabilidad; precisa de trabajo permanente, de preparación, y sobre todo de ética intachable en el actuar.
Con una trayectoria que se remonta a los inicios de los consejos electorales en la provincia, el licenciado en Derecho ha sido ratificado como presidente del Consejo Electoral Provincial (CEP) de Ciego de Ávila, aval de su capacidad y dedicación.
Desde su incorporación al primer CEP en septiembre de 2019, Álvarez ha enfrentado con firmeza los retos que conlleva liderar este órgano en el contexto cubano actual, caracterizado por ser cambiante. De su experiencia y visión sobre los más recientes procesos electorales conversó con Invasor.
“La creación de estos órganos fue un paso estratégico y fundamental para llevar adelante todos los procesos que se han convocado por el Consejo de Estado y algunos que son propios de la provincia como las elecciones de gobernador y vicegobernador, más las funciones de velar, organizar y controlar todo lo relacionado con los procesos electorales, y de participación popular como las consultas y los referendos que se realicen.
“Dirigir el CEP entraña de preparación y mucha profesionalidad para trabajar fuerte en la capacitación de nuestras autoridades electorales, y así desarrollar con calidad cada uno de los procesos que necesite la provincia”.
—¿Podría explicar por qué cambió la denominación, o sea de Comisión a Consejo Electoral Provincial?
—Eso obedece a un cambio en la estructura y en el funcionamiento a raíz de la nueva constitución, no es un cambio solamente de nombre. La modificación responde a reestructuraciones en el desempeño del trabajo, a un cambio estructural.
—¿Cómo valora el funcionamiento de los consejos electorales en la provincia?
—Hemos logrado un buen nivel de cohesión entre el CEP y los consejos electorales municipales (CEM), lo que nos ha traído resultados favorables. Tengo que mencionar el desarrollo de importantes procesos durante los años 2022 y 2023 como la Consulta Popular del proyecto del Código de las Familias, y las elecciones municipales y nacionales donde la provincia obtuvo lugares importantes que consolidan la participación democrática avileña.
“No solo logramos una alta concurrencia a las urnas, también mejoramos en la calidad del voto gracias al trabajo que ha desarrollado el Consejo Electoral Provincial y los consejos municipales en función de lograr esos propósitos”.
—¿Tienen esos mismos resultados las pruebas dinámicas y pruebas pilotos que se realizan?
—Claro, hemos engrasado todos los mecanismos con tiempo suficiente para corregir aquellas cuestiones que puedan complicarse el día de las elecciones, como los planes de transportación, de alimentación, y la divulgación.
“Es importante tener el consejo preparado, habilitado con toda su estructura en función de realizar un trabajo eficiente en cada uno de de los lugares donde van a desempeñarse, y que esa misión llegue con la misma fuerza a las autoridades electorales de base, que son las que están en las comunidades y las que hacen un trabajo más arduo en razón de los procesos que se van a desarrollar”.
—¿Cree que se reconoce debidamente a las autoridades electorales?
—Sí, tal vez en unos lugares más que en otros, pero a pesar de los problemas que tenemos todavía podemos hacer más en ese sentido. A fin de cuentas nuestras autoridades se sienten estimuladas cuando la calidad del trabajo es óptima, ese es su mayor mérito.
—¿Qué acciones pueden fortalecer el conocimiento del sistema electoral cubano en la población?
—Ese reto lo tenemos nosotros y todos los países del mundo. Pienso que los medios de comunicación, el trabajo en las redes sociales, y todo lo relativo a la preparación jurídica de los ciudadanos desempeña un rol fundamental. Hoy tenemos todas las herramientas para fortalecer el conocimiento en el pueblo, pero tenemos que aprovecharlas.
—¿Establecer alianzas con las universidades y centros universitarios municipales está entre entre esas acciones?
—Por supuesto, tenemos personal calificado que se desarrolla en esos centros de altos estudios y realmente tributan mucho al trabajo electoral en la provincia.
“La mejor vivencia que recuerda junto al Consejo Electoral Provincial, sin lugar a dudas, fue enfrentar la Consulta Popular del proyecto del Código de las Familias en momentos difíciles después de haber pasado la pandemia de COVID-19.
“Lo digo no solo por lo que representó ese resultado para los consejos que trabajaron día y noche, sino por lo que implica para las familias cubanas tener un código de esa naturaleza, atemperado a las exigencias de la situación actual, y por las oportunidades que da a toda la población”, asegura Osvaldo.
—¿Qué proyecciones tiene el consejo para lo que resta del 2024?
—Seguir ocupándonos de las prioridades que nos ha dado el Consejo Electoral Nacional para esta etapa, perfeccionar el funcionamiento de los consejos a todos los niveles, continuar las líneas de trabajo que se aprobaron en el balance del CEP y prepararnos para enfrentar nuevos procesos entre 2026 y 2027, puede que falte algún tiempo, pero desde ya nos movemos en función de que todo sea satisfactorio, como hasta ahora.
Fuera de las oficinas y las responsabilidades, el presidente del Consejo Provincial Electoral encuentra refugio en la sencillez del hogar. Su tiempo libre, bien escaso, lo dedica a la familia, a la armonía de la casa y a la tranquilidad que solo una buena organización puede brindar. Una base sólida para afrontar con serenidad los desafíos de un cargo que demanda dedicación plena y un apoyo incondicional, elementos que él encuentra en el apoyo de la comunidad.