Lluvias que “engañan” en Ciego de Ávila

El comportamiento anómalo de las precipitaciones en el actual mes no impide que los efectos de la prolongada sequía repercutan en la vida social y económica de Ciego de Ávila, incluso, para los primeros meses del venidero período lluvioso se prevé que llueva menos de lo habitual en esta etapa del año.

Las lluvias en jornadas cercanas, y las que se acumulan en el actual período seco, pueden conducir a una percepción errónea de la población y las autoridades de Ciego de Ávila, de ahí que el grupo provincial de uso racional y eficiente del agua insista en la persistencia de la prolongada sequía que afecta al territorio y que la situación puede empeorar en los meses inmediatos, según indican los modelos de pronósticos.

• En diciembre pasado, Invasor había informado que los índices de sequía en Ciego de Ávila son de los más elevados del país.

Oscar Benedico Rodríguez, director del Centro Meteorológico de Ciego de Ávila, afirma que es probable que el bimestre marzo-abril sume precipitaciones por debajo de la media histórica y enfatiza que los acumulados pronosticados en el semestre noviembre de 2023-abril de 2024, aun cuando resultarán mejores que la norma para la etapa, no garantizarán la recolección del líquido necesario en los embalses y mucho menos en los sistemas hidrogeológicos.

“El evento El niño conduce a un incremento de los sistemas frontales, a la actividad de precipitaciones asociadas a los frentes fríos, pero eso no es lineal, no es todos los días, ni es con acumulados significativos. Un frente frío que pase, como el de principios de noviembre, muy activo desde el punto de vista lluvioso, prácticamente ha decidido los números de estos meses. La matemática tiende a engañar y eso es lo que a nosotros no nos puede pasar”.

Incluso, es posible que debido a la persistencia de El niño hasta el trimestre mayo-julio, cuando debe transitar hacia un evento neutral, pudieran mantenerse áreas de sequía hidrológica, alerta el especialista.

Tales previsiones, y el hecho de que cinco sectores hidrológicos, más la zona de Ruspoli (donde funciona la fuente que garantiza el abasto de agua potable a la población de la capital), se encuentren en estado desfavorable, condujeron a orientaciones precisas de Osvaldo Martínez Torres, subdirector general de la Dirección de Gestión Integrada del Agua del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de Cuba (INRH).

“Hay que prever y dar información para que no se vaya a desarrollar una campaña de siembra de primavera donde no haya disponibilidad de agua y que el sistema de la agricultura avileña se pueda preparar”, indicó, ante la incertidumbre que aún prevalece en la previsión meteorológica para los meses de mayo y junio venideros. Precisar mediante las herramientas científicas un pronóstico lo más objetivo posible “es un resultado que debemos ofrecer cuanto antes”, concluyó.

La actual sequía comenzó en noviembre de 2020, “desde entonces vienen decreciendo los niveles del líquido con pequeñas recuperaciones, pero luego las caídas son más visibles, de modo que el balance de agua en la provincia sigue siendo desfavorable”, comentó Rafael González-Abreu Fernández, asesor técnico de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila (EAHCA).

Aunque el agravamiento de la sequía hidrológica explica el establecimiento de 45 medidas de ahorro y uso eficiente del agua, urge “afinar la puntería” en cuanto al control de su cumplimiento por organismos, instituciones y pobladores de esta central provincia.

En tal sentido, al grupo provincial no le basta con prever y alertar, es preciso que las respectivas rendiciones de cuenta de los mayores consumidores estatales tengan su correspondiente contrapartida.

Se encargó a la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillados el establecimiento de prioridades con trabajos en los lugares donde se pueda reducir pérdidas, tener previsto variantes para escenarios de menor disponibilidad de agua y frenar el consumo por encima de lo previsto en el balance de agua que realiza la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en el territorio.

En cuanto a la actividad agropecuaria, se mantendrán las restricciones para el riego agrícola, bajo el principio de que un poquito del vital líquido que quitamos hoy es mejor que no disponer del recurso mañana. Del balance de agua anual, el 79 por ciento se destina a esta actividad en la provincia.

Al cierre de diciembre pasado, la sequía hidrológica entre débil y moderada en los últimos 18 meses repercute en más del 50 por ciento del área del territorio avileño.


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