“No importa el color del cielo. Quien hace el día bonito eres tú”. Con esta poética reflexión nuestro sitio digital emitió uno de sus saludos al mundo el pasado 24 de marzo, en tiempos cargados de tensión por el progresivo incremento de pacientes diagnosticados con la enfermedad COVID-19, en el mundo, Cuba y Ciego de Ávila.
• En la provincia ya suman 76 personas que han dado positivo
El peligro resulta evidente, pero la percepción de riesgo todavía no cala donde es preciso. La escasez de varios productos necesarios para la vida hogareña ha conspirado con la osadía que la gente asume al salir a las calles.
Abundan las imágenes en las redes sociales de multitudinarias colas en bodegas y centros comerciales, con énfasis en el Bulevar de la capital avileña y céntricos establecimientos moronenses, aunque el hecho también prolifera en otros municipios, donde los grupos se convierten en espacios ideales para multiplicar el daño de la enfermedad.
En el orden institucional se aprecia que el sistema de distribución asume reajustes, en más de una ocasión sugeridos por la población, mediante ventas, en la medida de las posibilidades, reguladas por la libreta de abastecimiento.
Durante reiteradas intervenciones en la Televisión Cubana, el presidente de la República, Miguel Díaz Canel Bermúdez, y el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, han llamado a la prudencia de cada ciudadano con el fin de tomar el aislamiento personal y el distanciamiento social como las vías más certeras para evitar contagios.
Llegar a ese punto no será nada fácil en este momento, cuando la población infantil y juvenil se encuentra en las casas con tremendo cúmulo de energías por desatar en calles, parques, donde sea.
Justo ahí le toca a la familia desempeñar un papel clave en la prevención tratando de encontrar alternativas para el entretenimiento en el hogar. Esto resulta fácil decirlo, pero hoy es casi una quimera que nuestros retoños asuman como entretenimiento la lectura, escuchar radio o ver televisión. No obstante, hay que intentarlo, y más cunado es una realidad la transmisión de contenidos dirigidos a los estudiantes a través de los canales educativos.
• Lea La percepción de riesgo se esfuma en barrios avileños
Una complicación de esta etapa recae en los optimistas, quienes se creen inmunes y salen a la calle “a resolver”, le van arriba a seres queridos con un beso que sabe a sospecha y que, por lo general, se hace difícil esquivar, o se niegan a lavarse las manos en la entrada de cualquier institución. Imagínese entonces con qué frecuencia será ese acto en la casa.
Otros, fieles a sus deberes (que no se critica esta parte, sino la circunstancia), acuden al trabajo aunque los denuncie una tos que estremece la paredes, y se dan casos de que algún directivo pasa por alto el hecho debido a una supuesta “consideración” con el afectado que contagia.
Mi colega Eugenio Pérez, desde la provincia de Granma, criticaba en días recientes a un grupo de jugadores de dominó que disfrutaba en un área pública del gustado pasatiempo sin tener en cuenta que la proximidad y el contacto directo hoy resultan enemigos letales.
El colmo lo asegura el lector Jesús Aragón, desde Morón, donde también vio una mesa similar plantada en los portales de la tienda El Vaquerito, en plena madrugada, “inteligente” opción de quienes cuidaban la cola durante toda la noche.
La COVID-19 nos ha sembrado incertidumbres, amenazas y limitaciones que solo se pueden vencer con disciplina, mesura, higiene, distanciamiento, e incluso, hablando poco, solo lo requerido. Tenemos un sistema de salud fuerte, apoyado por todas las instituciones estatales para vencer el mal momento, pero sin la disciplina de la población no erradicaremos el mal.
Nos urge prevenir. Así lo considera la psicóloga Yeline Ruiz Betancourt, jefa del Departamento de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades en la Dirección Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, quien afirma que el aislamiento social es una de las indicaciones más importantes en esta etapa.
“Esta medida garantiza evitar la transmisión de una persona infectada a una sana, y en caso de que aparezca, poderla cortar en el menor tiempo. El aislamiento, además, permite la reducción de las áreas de exposición del virus y contribuye a limitar los espacios de desinfección”.
Según la especialista, se debe intensificar el aislamiento en los grupos de mayor riesgo, o sea, las personas que superan los 60 años y quienes presentan enfermedades no transmisibles como el asma, la diabetes, cardiopatías y los pacientes inmunodeprimidos.
Autoridades sanitarias en el ámbito internacional insisten en actividades fundamentales como el correcto lavado de las manos, el cumplimiento de la etiqueta de tos, o sea, emplear el codo ante la boca cuando se tose, y algo necesario, aunque difícil de transformar: la modificación del saludo.
El tiempo de los abrazos, el “besuqueo”, los apretones de manos, el trago en el mismo vaso, en fin, todo tipo de contacto físico debe quedar vedado si en verdad amamos a quienes nos rodean. Démosle el paso al saludo a distancia, al cariño emitido con palabras y gestos, de manera que el virus, la enfermedad y la tristeza de estos meses sean quienes tomen definitiva distancia. El cielo está más lejos y no por eso dejamos de apreciar su belleza y de sentirlo cerca.