Ciego de Ávila vs. COVID-19: tres meses… y ya

El final del largo viaje al que hacíamos referencia la semana pasada en realidad termina este miércoles, a tres meses de iniciada la epidemia de COVID-19 en Ciego de Ávila, justo cuando el país (o La Habana, para ser más precisa, reporta un solo confirmado, el valor más bajo desde el 16 de marzo).

Con los números del cierre del martes 23 de junio la provincia puede ponerle punto y final (al menos en esta primera temporada) a esta historia de sospechosos, confirmados, cadenas de trasmisión y eventos locales que ha sido lo “normal” desde el 24 de marzo.

Desde el lunes en la tarde están de alta epidemiológica las últimas dos pacientes de Turiguanó (casos 95 y 96), con lo cual ayer esa comunidad concluyó, ¡al fin!, la cuarentena de 73 días que la mantuvo aislada del resto del municipio de Morón. Con tal duración es, a no dudarlo, el confinamiento obligatorio de más larga data en todo el país, un triste record que allí, aunque lo quieran, no van a poder olvidar.

Lea aquí: Turiguanó: Historia de un pueblo acorralado por la COVID-19

La situación de Ciego de Ávila a la altura del tercer mes mantiene las estadísticas positivas de los últimos 28 días. Sin nuevos casos, sin sospechosos, con todo los pacientes de alta clínica y epidemiológica, sin controles de foco abiertos y una vigilancia que detecta infecciones respiratorias y las estudia, pero no encuentra rastros del SARS-CoV-2, ni siquiera en los viajeros procedentes de países de alto riesgo. Actualmente nueve permanecen aislados, cumpliendo la cuarentena reglamentada.

Tales guarismos permiten declarar desterrada a la COVID-19 de predios avileños, aunque el dedo del medio se cruce sobre el índice y una no quiera ni decirlo en voz alta, por si las moscas. Pero si al final del segundo mes todavía Turiguanó seguía activo y nos hizo replantear el aislamiento en la comunidad y obligó a hacer pruebas masivamente, el tercer mes deja caer su telón de final de obra en medio de un aplauso cerrado.

Esta tragedia “covidiana” nos ha robado en Ciego de Ávila 13 semanas de vida “normal”, en las que puso a prueba todas las capacidades: las logísticas, organizativas, estructurales y, sobre todo, las humanas. Los saldos son positivos, sin embargo, los tres fallecidos son una marca candente en el cuerpo de la provincia, de esas que dejan tristes queloides, imborrables.

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Punzantes recordatorios de una epidemia mortal a la que, pareciera, muchos ya no temen, a juzgar por cómo se arremolinan detrás de las más pedestres mercancías. ¿Acaso tres meses no fueron suficientes para aprender la principal lección?

Seguir buscando y recuperarnos

Mientras todo el país, excepto la capital cubana, avanza en la primera fase de recuperación pos COVID-19, no se deja de buscar posibles contagiados. Solo en la última jornada se hicieron más de 2000 PCR-RT.

Según el doctor Eduardo Zalacain Petgrave, subdirector de Epidemiología en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, en la jornada de ayer se recibieron 37 muestras y hoy se enviaron al laboratorio de Villa Clara otras 34.

Se continúa examinando a todas las IRA graves, y se mantienen los muestreos intencionados a población susceptible como los reclusos que están por salir en libertad y trabajadores de Comunales. También se pesquisa al personal de la Escuela de Formatur.

Precisamente sobre el alistamiento del polo turístico Jardines del Rey, de cara a la reapertura al turismo internacional a partir del 1 de julio, Zalacain Petgrave dijo que ya se seleccionó a los técnicos en epidemiología que trabajarán junto al personal sanitario en las instalaciones hoteleras, se capacita a los trabajadores y se certifican, en sentido general, todas las locaciones.

Asimismo, en el Aeropuerto Internacional Jardines del Rey se concluye el área para la toma de muestras a los viajeros.

El especialista confirmó que también las bases de campismo de la provincia y los hoteles Ciego de Ávila y Morón fueron certificados como listos para recibir clientes, y todos cuentan con un equipo de sanitarios integrado por médico y enfermera.