El de aquí cuestiona que sobre su mesa no se note tanto como se pudiera el hecho de que la Empresa Avícola avileña sea la de mejores resultados en Cuba. ¿Por qué, si Ciego de Ávila sobrecumple sus planes productivos, no llegan más huevos a la población local de forma liberada?, preguntan.
Así expusieron varios foristas en Cubadebate, a propósito de la Mesa Redonda del 23 de octubre pasado
Y el cuestionamiento crece más cuando se dice que el territorio aporta, diariamente, 300 000 huevos (contando con una Unidad Ponedora menos en la actualidad, la 26 de Julio), cantidad que se producía en igual etapa de 2016 cuando el ciclón Irma azotó el país. Así lo expuso, en octubre último, en la Mesa Redonda, Leyda Martínez Arnaiz, directora general de la Empresa avileña.
Además, se reconoce que en la provincia se recogen 60 huevos por encima de la media nacional por ave, cuyo resultado, lejos de disminuir, exhibe constancia.
Pero sucede que no todo el huevo que se produce en el territorio va a la canasta básica familiar normada, pues existen otros destinos, como el turismo, organismos, ventas en el mercado agropecuario estatal, gastronomía diferenciada y traslado a otras provincias. Se trata de un producto cuya distribución, centralizada, obedece a una planificación de balance nacional.
Laura Esther Cid Carbonell, directora adjunta de la Empresa Avícola de Ciego de Ávila, informó a Invasor que, al cierre de 2019, la provincia habrá aportado alrededor de 110 millones de huevos a ese balance nacional, el que, cada mes, “nos dice dónde colocar el producto”.
También, en 2018, aquí se registró diez millones de unidades por encima de los 100 millones que para el año le determinó el país; aunque el objetivo siempre estará en volver a los cerca de 117 millones de 2011, tres millones por encima del plan de ese año, número que debe servir de base para la actividad avícola del territorio en cada calendario.
• Lea: Estable la producción de huevo en Ciego de Ávila.
Hay comunidades donde, a través de la canasta básica, no se suministran huevos a la población o se dan menos unidades, pues esas zonas rurales permiten el autoabastecimiento. No obstante, algunos cálculos facilitan una mejor y mayor noción del asunto.
Ciego de Ávila, al sellar 2018, poseía 435 170 habitantes, número que, multiplicado por las conferidas 10 unidades mensuales por persona, resulta cuatro millones 351 700; en un año, serían distribuidas 52 220 400.
De igual forma, se sabe que, “en 2018, fueron enviadas 32 millones 602 600 unidades hacia otras provincias, y este año ronda la misma cifra”, señaló Cid Carbonell. En esencia, siguiendo el camino de las hipótesis, está “yéndose” —a buenos destinos, como Salud y Educación— una cantidad considerable, si se compara con el total de los regulados solo para la canasta básica de los lugareños.
Sería mucho el huevo si cada territorio alcanzara un (sobre)cumplimiento similar al de aquí, que depende del control y eficiencia de unas ocho unidades para gallinas ponedoras. Y más si, para el desarrollo avícola, el país cuenta con 106 granjas de producción de huevos.
De Ciego de Ávila se han beneficiado Holguín, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, La Habana, Las Tunas y Santiago de Cuba, fundamentalmente las tres últimas. ¿Acaso el “misterio avileño” de obtener más huevos con la misma cantidad de pienso y mantener altos por cientos de aves en producción no ha sido develado allí donde se depende de un balance nacional?
Incluso, como precisó Cid Carbonell, “Ciego de Ávila tiene la peculiaridad de ser, en el país, la Empresa Avícola que desde más lejos traslada el pienso animal, pues lo hace desde Cienfuegos y, en menor medida, desde Camagüey. Más de 100 toneladas de comida animal mensuales son transportadas por vía terrestre, en medio de limitaciones energéticas”.
De lograrse en esos lugares niveles productivos capaces de responder a las necesidades alimentarias de la población local y del consumo social, el avileño evitaría cualquier lógico cuestionamiento en torno a entregar volúmenes apreciables al balance nacional, que se revierten en aporte a territorios con igualdad de condiciones.
• Consulte: Aumenta Ciego de Ávila producción de huevos.
En ese contexto, recordemos la pregunta de un colega: ¿por qué si en toda Cuba las gallinas que intervienen en el proceso son iguales, el pienso también, los animales permanecen en jaulas y naves similares, tienen la misma garantía de agua, ciclos equivalentes…, otros no logran el rendimiento promedio de 307 huevos por ave que exhiben los obreros de la UEB de Primero de Enero, o los 273 con que la empresa finalizó diciembre del pasado año?