De haber calculado el poder de convocatoria y las alegrías compartidas que vivirían en el barrio, Mercedes Pérez García y Roberto León Nova hubieran plantado antes la bocina y la cabina improvisada en el portal de su casa.
Es que desde el 13 de abril el aislamiento social y el enfrentamiento a la pandemia han servido de hilo conductor para echar andar una radiobase popular que, asentada en los Comités de Defensa de la Revolución 7 y 11, de la ciudad cabecera, ha generado un movimiento de masas alentador en medio de tanta incertidumbre y espera.
Alentador se entiende también como festividad y gozo, y precisamente esa es la definición más certera del asunto para Randy Luis, el joven con discapacidad que lee la vida en un código más simple que el resto y ve “reducida” la cuarentena a no poder salir a jugar y a la radiobase como la fiesta que desde hace rato falta en cada casa. Al fin y al cabo no se equivoca en ninguna de sus interpretaciones.
Tampoco lo hace Naira Julia Milanés, licenciada en Laboratorio Clínico, cuando aplaude como si todavía en sus manos estuviera la huella de los tubos de ensayo y el microscopio que como laboratorista aprendió al dedillo. ¿Dónde estaría ahora si no fuese por su enfermedad? es una pregunta casi retórica.
Digamos que la rutina establecida comienza 15 minutos antes de las 9:00 de la noche y del esperado aplauso al personal de salud, con la emisión de mensajes de bien público, felicitaciones, consejos para sobrellevar el encierro y algún tema musical del ayer.
De escribir se encarga Mercedes, que con el mismo desenfado adquirido con los años frente a una pizarra asume la pose de locutora ante el micrófono. A estas alturas lo difícil ya parece fácil y posible.
Por eso, Higinio Gutiérrez no exagera al contabilizar como muchos los mensajes que llegan vía correo electrónico o de Facebook, enviados por familiares, antiguos vecinos y hasta colaboradores y deportistas dispersos en México, Luxemburgo, Angola y Belice. A ellos les ha bastado saberlo para intentar comunicarse a contrapelo de cualquier distancia y de la imposibilidad de captar esa señal en el éter.
Convencidos de que casi todo puede lograrse con sugestión y liderazgo, pequeñas parcelas con hortalizas, condimentos y vegetales han sido sembradas y su cuidado asignado a diferentes familias, que bajo el ojo atento de Teresa Chávez y Omaida Curbelo deben llegar a buen término.
Un módulo confeccionado con el aporte colectivo se entregó a ancianos desvalidos y desde ya se prepara el reconocimiento para los pesquisadores y los profesionales del Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia.
Una trasmisión especial por la victoria de Girón; celebrar el día de las madres con un concurso de participación; que Camilo Marín, otro de los vecinos, haya escrito su propio mensaje de amor; y traer al presente al Apóstol son hasta ahora parte de los logros acumulados.
Cortesía de Roberto LeónLa participación popular en cada actividad es evidente
Por increíble que parezca en tiempo de distanciamiento social la comunidad ha estado más cerca que nunca y quienes miran con luz larga piensan en otros motivos para que cuando la Covid-19 termine, la radiobase siga siendo noticia.