Ciencia para el rescate de la piña en Ciego de Ávila

El rescate de la producción de piña a mayor escala gana espacio en Ciego de Ávila por el trabajo integrado de los especialistas de la Universidad Máximo Gómez Báez y los productores, con énfasis, en la Empresa Agroindustrial Ceballos, encargados de aplicar la ciencia en función de las cosechas del apetecido fruto.

Reynaldo de Ávila Guerra, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) dedicada a ese renglón, informó que, en correspondencia con acuerdos de la última visita gubernamental, se determinó asumir el rescate de variedades de la llamada “reina de las frutas”, entre ellas, la Española Roja, la Champaka y la Cayena Lisa.

A pesar del rendimiento y la aceptación de la denominada MD-2, los especialistas consideran oportuno sumar opciones como la piña Cabezona, que se ha cultivado con éxito en Holguín, además, en los campos al sur de la ciudad cabecera cuentan con las primeras 13 500 plantas de la variedad Pérola, de origen brasileño.

Vale recordar que las plántulas se obtienen en el Centro de Bioplantas perteneciente a la Universidad, génesis del encadenamiento productivo que sigue en el campo, y tras la cosecha, una parte se destina a la exportación y otra al procesamiento industrial.

La esencia de estos procesos radica en el carácter científico que han incorporado, según explica Romelio Rodríguez Sánchez, especialista de la UEB, con amplia experiencia tanto en el plantel de altos estudios como en el campo.

“En este momento tenemos ocho estudiantes de diferentes años de la carrera de Agronomía, vinculados a los proyectos que se desarrollan en la UEB. Estamos tratando de eliminar la inducción natural de la floración, que afecta mucho las floraciones de la piña MD-2. Estudiamos también evitar las afectaciones por los rayos solares, que dañan la corteza del fruto y disminuyen sus posibilidades de comercialización.”

Según el experto, las investigaciones también abarcan lo referente al empleo de materias orgánicas y agentes mejoradores del suelo, la fertilización en diferentes grados para cambiar los paquetes tecnológicos, y la superación de varios trabajadores de la entidad, vinculados a carreras afines con sus labores.

En cuanto a la UEB, de Ávila Guerra afirma que tienen 37 hectáreas plantadas de piña, mientras el sector cooperativo y campesino rebasa las 300 hectáreas.
A raíz de las dificultades surgidas a partir de la expansión de la Covid-19, las posibilidades de exportación se redujeron, de ahí que esos volúmenes productivos son procesados en minindustrias como la Ernesto Che Guevara, galardonada como Vanguardia Nacional.

Cultivo de piñaTrabajadores de la minindustria Ernesto Che Guevara, encargados de procesar la piña

Julio César López Menéndez, jefe de ese colectivo, declaró que cuentan con 35 trabajadores, mujeres en su mayoría, quienes se han encargado, por sus elevados niveles de eficiencia, de transformar la fruta en un delicioso dulce en conserva, muy demandado en el mercado nacional.