Centro científico de Ciego de Ávila fomenta la lombricultura

Investigadores del Centro de Bioalimento Animal (CIBA), en la provincia de Ciego de Ávila, fomentan la lombricultura, con el objetivo de promover entre los productores agrícolas el empleo de los abonos orgánicos para sustituir los fertilizantes químicos.

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Madeline Estrada Cabrera, técnica agrónoma, puntualizó a la Agencia Cubana de Noticias que cuentan con canteros donde crían las lombrices de tierra, para producir humus de lombriz, que además de no contaminar, aporta gran cantidad de micro y macronutrientes, mejorando la estructura del suelo al favorecer la retención de humedad y estabilizar su acidez (pH).

Hasta el momento, las toneladas obtenidas se destinan a las áreas de autoabastecimiento de la institución, pero la idea es incluir el producto en la carpeta de proyectos para comercializarlo en el sector agrícola, que necesita de abonos para incrementar sus entregas de alimentos a la población, precisó Estrada Cabrera.

El humus de lombriz mejora la estructura del suelo, lo hace más permeable al agua y al aire, y aumenta su capacidad de almacenar y liberar los nutrientes requeridos por las plantas en forma sana y equilibrada, agregó.

Según estudios, las lombrices ingieren diariamente una cantidad de comida equivalente a su propio peso y expelen el 60 por ciento transformado en humus, que puede utilizarse tanto en forma sólida como líquida, siendo particularmente importante su aplicación en la preparación de suelos y producción de hortalizas, frutales o flores ornamentales.

El CIBA destaca por el asesoramiento técnico vinculado a la producción agropecuaria y tropical con enfoque de sostenibilidad, cierre de ciclos y especies resistentes al cambio climático.

Para cumplir con ese encargo estatal cuenta con un grupo multidisciplinario de investigadores que diagnostican y evalúan aspectos significativos relacionados con las especialidades de Química, Agronomía, Higiene, Hidrología e Hidrogeología, Biología, Medicina Veterinaria y Ciencias Económicas e Informáticas.

Desde su creación en julio de 1992, el centro avileño desempeña un papel importante en la búsqueda de opciones de alimentación que sustituyan parte de productos convencionales provenientes del exterior para los animales de consumo humano.

Acreedor del Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba en 2017; de premios provinciales de la Innovación y del premio A la excelencia Dr. Guillermo Leyva, que otorga la Asociación Cubana de Producción Animal, y con una presencia destacada en congresos nacionales e internacionales, el personal del CIBA prosigue su quehacer para garantizar resultados y servicios científico-técnicos de alto valor agregado que respondan a las prioridades del país.