Buenas noticias del proyecto Resiliencia Costera en Punta Alegre

La rehabilitación de más de 20 hectáreas de bosques de manglares y la consolidación de los sistemas alimentarios locales se inscriben entre los principales resultados del proyecto internacional Resiliencia Costera en Punta Alegre, en el municipio de Chambas, uno de los cuatro sitios de intervención en el país.

María del Carmen Olivera Isern, coordinadora provincial del proyecto, subrayó que el restablecimiento del ecosistema de manglar minimiza los riesgos de desastres al funcionar como barrera natural protectora ante los embates de fenómenos hidrometeorológicos y la elevación del nivel del mar, además de constituir un refugio para numerosas especies.

• Ciego de Ávila: proyecto favorece zona costera.

A la regeneración de la vegetación del litoral y eliminación de especies exóticas se integran campesinos y trabajadores de las empresas Agropecuaria y Forestal Integral del territorio chambero, conscientes de la importancia de estas acciones para el desarrollo socioeconómico, destacó.

Explicó que la adaptación basada en comunidades se sustenta en el aporte de conocimientos a través del intercambio con los factores del entorno y concibe el rescate de prácticas ancestrales que permiten adaptarse a las variaciones del clima, como las cosechas de agua lluvia para cubrir necesidades productivas y hogareñas.

Resiliencia Costera se integra al proyecto internacional Conectando Paisajes mediante productores de la Finca Escuela Rincón Los Hondones, en la región montañosa de Chambas, para incorporar conocimientos sobre prácticas agroecológicas y el manejo eficiente de plantas, el agua y los suelos, enfatizó.

Resaltó que se vinculan a un programa mundial que se ejecuta en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez para la producción y el manejo de microorganismos eficientes, y a las instituciones participantes en el Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida) y el Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.

La también Subdelegada de Medio Ambiente en la provincia consideró que la socialización de saberes aporta a la consolidación de los sistemas alimentarios locales y el cumplimiento de los programas de autoabastecimiento, como pilares fundamentales en el logro de la autonomía municipal.

Olivera Isern insistió en la fortaleza que representa la convergencia de proyectos internacionales y de desarrollo local en municipios como Chambas, donde existen enormes potencialidades para producir bienes y servicios, de manera sostenible, para satisfacer demandas de los mercados nacional y global.

Yamilé Jiménez Peña, una de las líderes del proyecto, destacó que para lograr una respuesta efectiva es necesario comprender las afectaciones en cada área y determinar cuáles acciones (institucionales, legislativas, comunitarias, ambientales o de infraestructura) resultan convenientes.

Para Resiliencia Costera se definieron, en Cuba, cuatro sitios de intervención: Punta Brava, Playa Victoria, Punta Alegre y Santa Rita, ubicados en el litoral norte de las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, respectivamente; describen fuentes documentales.

Apuntan que se logra un impacto directo en los territorios de Caibarién, Yaguajay, Chambas y Nuevitas, en tanto, las acciones de réplica se extienden hasta otros 11 municipios, donde se reconoce la naturaleza transversal de los impactos del clima y su relación con la planificación del desarrollo socioeconómico.

Más de 600 900 personas se beneficiarán con esta iniciativa, liderada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Medio Ambiente y su Grupo Nacional para la Evaluación de Riesgos, con el acompañamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Cuenta con financiamiento de la Unión Europea, a través de la Alianza Global para el Cambio Climático plus (GCCA+), que tuvo la idea de apoyar a los países más vulnerables a aumentar su resiliencia ante las variaciones del clima.