Iván PazEl agua inundó este 9 de julio las calles de Ciego de ÁvilaAbundantes aguaceros marcan en la provincia el inicio del presente julio, de por sí el mes menos lluvioso de la estación húmeda. Sobresalen los 63 milímetros caídos, en apenas dos horas, sobre la ciudad de Ciego de Ávila al final de la tarde del día 9. Entorno favorable, por el aporte a los acuíferos, pero sin significar un cambio contundente en la tendencia anómala que viene presentando la atmósfera.
Me remito a los pronósticos a largo plazo emitidos hace un tiempo por el Centro Meteorológico Provincial (CMP), a partir de los cuales preveía un mayo y junio con precipitaciones próximas o por encima de la lámina histórica de precipitaciones; y, a partir de agosto, una reducción en los acumulados, excepto si ocurriera la presencia de algún evento ciclónico.
Y la realidad se va presentando poco satisfactoria, aunque mayo haya merecido la calificación de bien. Durante sus 31 días, cayeron sobre el territorio 159,4 milímetros, cercanos a los 165,0 acumulados de por vida; pero en junio únicamente se precipitaron 129,2 milímetros, solo el 68 por ciento de la cota establecida. “¿La causa fundamental? —evalúa Oscar Benedico, director del CMP—. La imprevista presencia de nubes de polvo del desierto de Sahara sobre el área del Mar Caribe.”
Llamo la atención sobre la encrucijada que representa este momento, en el cual la provincia dispone de determinado caudal en sus fuentes, mas los entendidos siguen prediciendo un posible bache en el régimen de lluvias; iImperativo para utilizar bien el agua de que disponemos. Entiéndase la idea de emplear bien, pues ahorrar es una acción permanente, en tiempos buenos y malos.
Sé que el territorio se ha armado de algunas respuestas, en caso de agravarse el susodicho pronóstico; toda vez que entidades decisivas en las producciones de alimentos, además de ir incorporando sistemas de regadío más eficientes, les han instalado hidrómetros a los equipos de bombeo, con lo cual consiguen un significativo balance entre los volúmenes de cosecha y el gasto en los acuíferos.
Integran ese grupo de avanzada las empresas Agroindustrial Ceballos y la de Cultivos Varios La Cuba; pero también se suman la Arnaldo Ramírez, del municipio de Primero de Enero; y Cubasoy, ubicada en el territorio de Venezuela. Sin dejar de mencionar, en el sector de los servicios, las instalaciones que forman el destino turístico Jardines del Rey.
Como también es conveniente esclarecer que, una vez puesta en marcha la bioeléctrica del municipio de Ciro Redondo, el gasto de agua —en un sector hidrogeológico muy sensible, como el Cinco, de la cuenca Norte— no experimentará un pico notable, toda vez que la nueva planta le entregará, de forma directa, el vapor a las calderas del Central, evitándole así un significativo consumo.
A diferencia, hay otras entidades a las cuales les resulta lejana la finalidad de ajustarse a las cifras de agua contratadas; llámense, en lo fundamental los dos hospitales provinciales, de Ciego de Ávila y Morón. Centros abiertos con un continuo entra y sale de personas, no siempre con el cuidado y la conciencia de que lo que se malgaste allí dentro faltará en el subsuelo y en las viviendas.
Mas si cuestionable es el sobregiro en el consumo, peor es disponer del recurso —por contrato y existencia en el manto freático— y dejar de emplearlo en volúmenes considerables, algo que va sucediendo en lo que va de año con el cultivo del arroz y la malanga, debido a escaseces propias de la Agricultura.
Los nombres escogidos para realizar estas observaciones sobre la situación actual y perspectiva de las fuentes acuíferas, a no dudarlo, podrían ser otros tantos. ¿Cuándo va a volver el próximo período de sequía? ¿En 2020? Nadie lo sabe.
No por gusto este recurso ha pasado a ser un indicador de la economía, lo cual implica toda una sucesión de constante análisis perspectivo, de balance de agua y demanda de consumo; y de control sobre los gastos que va efectuando cada entidad, incluido el bombeo a la población, sector en que también ha ido en aumento la colocación de hidrómetros y la construcción de aljibes en las nuevas viviendas.