Turismo cubano: equilibrios y desbalances

El sector se recupera, pero no al ritmo y en las dimensiones deseadas (y necesarias)

 cartel feria turismoCartel de la Feria Internacional de Turismo 2023 La recuperación de la actividad turística en Cuba va siendo lenta y todavía no muestra indicadores similares a los de 2018 y 2019, después del obligatorio parón provocado por la COVID-19 en todo el mundo. Así lo reflejan los datos más recientes publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información y el informe presentado por el Ministerio del Turismo en su balance, que también apuntan a otras certezas.

Canadá recupera, de a poco, la primacía como principal emisor de turistas a la Isla. Luego de un 2021 de solo 35 344 canadienses escapando del crudo invierno en las cálidas playas cubanas, en 2022 se experimentó un crecimiento importante (48 por ciento), con 104 341, que se ha mantenido en 2023. Al cierre de febrero último, casi 253 000 visitantes de ese país habían arribado a Cuba, el 51,7 por ciento del total.

No ha sucedido lo mismo con los emisores europeos. Entre ellos, los que históricamente más turistas han aportado a las estadísticas nacionales: Alemania, Francia, Italia y España no han tenido un comportamiento sobresaliente, pues apenas sumaron entre los cuatro 229 000 al concluir el pasado año y poco más de 24 000 en el primer mes del actual, menos, incluso, que la comunidad cubana residente en el exterior.

En sentido general, la tasa de ocupación en 2022 fue de 15,6 por ciento, indicador pobre que hace pensar en la relación gasto/ingreso del sector, es decir, su rentabilidad en medio de una crisis económica multidimensional; sin olvidar que el Turismo ha sido beneficiado en la última década con inversiones millonarias, fundamentalmente, en la ampliación de la planta habitacional.

El Plan de la Economía aprobado en diciembre último por la Asamblea Nacional del Poder Popular se trazó como meta alcanzar 3,5 millones de visitantes internacionales en 2023, lo cual duplicaría la cifra del período anterior y, aunque no imposible, sí resulta bastante complicada.

Digo complicada porque la actividad turística no depende únicamente de disponer de hermosas playas y acogedores hoteles. De hecho, los mayores ingresos no están en el alojamiento, sino en los servicios gastronómicos, con cerca del 44 por ciento del total de recaudación. Ello quiere decir que es allí donde deberíamos poner el dinero: en aumentar la cantidad y calidad de las ofertas gastronómicas dentro y fuera de los polos turísticos, generando cadenas de valor hacia adelante y hacia atrás. Porque si para garantizar la gastronomía destinada al Turismo debemos importar alimentos y materias primas, el negocio dista de ser redondo.

Varios economistas han alertado de la urgencia de cambiar el patrón de las inversiones en Cuba, derivando hacia la producción de carne, hortalizas, frutas, granos y viandas cuantías que mejoren las bases productivas desde el punto de vista tecnológico, para que pueda hablarse en términos de rendimientos competitivos y mercados abastecidos, no solo de cara al Turismo, por cierto.

Las tensiones con las que se aseguró la actual temporada alta en Ciego de Ávila, por ejemplo, demuestran lo que digo. En octubre de 2022, previo al inicio del momento de más arribos a Jardines del Rey, las dificultades con la energía eléctrica, el combustible y los financiamientos en moneda dura añadían presión a los productores locales, encargados de una parte no despreciable de suministros como papas prefritas, jugos naturales, frutas frescas, encurtidos, entre otros.

El mencionado informe de balance reconocía otros desafíos a la competitividad y calidad del producto turístico cubano: “la falta de alimentos y bebidas e insumos, deficiente servicio, insuficientes actividades de ocio y entretenimiento en los polos turísticos, falta de mantenimiento en las instalaciones e inestable servicio de Internet; además de dificultades para el reaprovisionamiento de combustible, tanto a la aviación, como para autos de renta y garantía a los circuitos”. Ello, sumado a una tasa de fluctuación del capital humano del 20,1 por ciento.

Es cierto que Cuba está en desventaja, comparada con mercados de sol y playa cercanos como República Dominicana y México, al no poder recibir turismo estadounidense (descrito como uno de los que más gasta en opciones extrahoteleras), a causa del bloqueo y el resto de sanciones de la administración de ese país contra la Isla.

Expertos han dicho, sin embargo, que esa desventaja se expresa, también, en el llamado breakeven point (punto de equilibrio, donde los ingresos son iguales a los costos, por tanto, las utilidades tienden a cero), lo cual confirma lo que veníamos apuntando: aquí debemos invertir mucho―entiéndase importar ante la imposibilidad de producir―para lograr ese equilibrio, lo cual eleva el umbral para generar ganancias.

Son desafíos descomunales, más que del sector, de la economía cubana, urgida del ansiado despegue no solo en el Turismo, aunque de él dependa buena parte del oxígeno que necesita.


Comentarios  
# Ismael 04-04-2023 13:47
Coincido en que debe potenciarse el desarrollo de bases productivas que garanticen los suministros al turismo, pero mucho más prioritario es asegurar la calidad del servicio en sí, de modo que mientras no exista esa logística nacional, hay que mantener niveles de importación que satisfagan los estándares de calidad. Y eso no está ocurriendo. Y lo más preocupante es que da la impresión de que nadie ve la precipitada decadencia del turismo, que también puede ser irreversible de un momento a otro.
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# Lazaro el Profe 04-04-2023 15:53
Estimada, siempre me dicen y yo digo en comentarios por mis cotidianas lecturas que Especialistas dicen ¨que hay que hacer esto y nadie lo hace3 y menos aun, alguien explica por qué no se hace¨ y sigue el Secretismo que Raúl criticó pero que no resolvió en ninguna medida.Cuando escribas sobre el tema trata de averiguar cuál es el costo por peso de nuestro sistema pues nos puede ocurrir igual que con la caña y creo que los nombres para una Tarea de transformación del Turismo están agotados.Muy simple: Gastos,Ingresos del Turismo como parte de la exportación de servicios de la BC.
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# Julio Carmelo Arias Huergo 04-04-2023 20:48
Felicidades por la objetividad y osadía de hablar del tema en la prensa!
Soy economista y de los que piensa que las inversiones en hoteles deben pararse al menos tres años, no importa que sean mixtas, pues el interés del inversionista extranjero no siempre coincide con el nuestro, como es hoy.
Los recusos para inversiones hoteleras dedicarnos a la producción de otros fondos exportables o que sustituyen importaciones.
Hoy se están ENTERRANDO los recursos de las inversiones hotelerase que se han puesto en explotación en los últimos años y las que se están ejecutando.
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# Ricardo 05-04-2023 23:26
Excelente artículo, escrito desde la visión crítica de las fallas del turismo en Cuba, es necesario, vital que se dejen de construir más habitaciones y se les de el mantenimiento necesario que tantos Hoteles necesitan a todo lo largo y ancho de nuestra Isla, dejen de reparar tantos autos de directivos de este sector, desde el propio Ministerio hasta las distintas instituciones del sector en cada provincia, e invierta en los hoteles que se han construido y los han dejado deteriorarse por no aprobar inversiones para éstos es momento de cambiar, han transcurrido 22 años de este Siglo XXI, y estamos con el mismo discurso
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# Juan 06-04-2023 11:13
En una síntesis bien apretada, el turismo es considerado una de las locomotoras más importantes de la economía por la cantidad de otras industrias que puede estimular, movilizar, potenciar.... nuestro turismo podría describirse como "una locomotora que viaja por bellos paisajes sobre una línea de mala calidad y sin vagones de los que tirar"
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