Lo poco entre muchos, ¿a cuánto da?
Leche condensada: uno de los productos que se ha vendido en Centro Ciudad e Indalecio Montejo, por ejemplo, y del que no sabe cuándo se podrá completar a todo el municipio, porque tampoco se sabe qué cantidades y cuándo seguirá entrando.
Desde el gobierno municipal en Ciego de Ávila se implementa un sistema que intenta distribuir equitativamente los productos que venden las cadenas de tiendas; ya no solo los de “primera necesidad”, sino todos los que generan colas, acaparamientos, desorden… Invasor apenas bordea el tema porque las aristas son tan largas como una cola
Con una tabla Excel abierta de par en par, Iván intenta corregir un término que variará los números que muestra de cada uno de los 10 consejos populares del municipio cabecera. Con ella corregirá, de paso, su función en el gobierno municipal: “Soy funcionario de la esfera de distribución, pero nosotros no distribuimos”.
La paradoja se explica desde el primer “inconveniente” que enumera para poner en contexto las cifras que tiene delante. “Quienes distribuyen son CIMEX y Tiendas Caribe; nosotros, una vez ubicado el producto en la tienda, lo asignamos a los consejos populares que compran en esas unidades, de acuerdo a un control que aquí llevamos que nos dice cuáles ya lo adquirieron o faltan por completar, y a cuál le correspondería, entonces”.
En esta tabla, que podría ilustra cualquier cierre de mes, se ven los porcientos disparejos. Unos más, otros menos… hasta lograr la equidad
Como los almacenes no están subordinados al Gobierno, lo equitativo comienza a medirse desde los partes diarios que cada cadena envía a la oficina de distribución, y ello genera, a su vez, otro “inconveniente” al que alude Iván Castañeda Rodríguez.
¿Cómo saber con qué periodicidad entrará un producto o si lo que entra alcanzará para todas las circunscripciones y sería prudente repartir dos paquetes en vez de uno; cómo saber si lo que llegó a Tiendas Caribe será, al menos parecido, a lo que entrará a CIMEX, y entonces ambas cadenas podrán abarcar a toda la población y complementarse; cómo planificar ciclos y establecer prioridades entre frazadas de piso y leche condensada?
Escuche otras complejidades de la distribución en el municipio cabecera, en voz del funcionario Iván Castañeda Rodríguez
Con esas preguntas podría describirse la incertidumbre que lo habita cada tarde, cuando todavía va recopilando mensajes en WhatsApp de una especialista comercial que ni siquiera le suma los productos y le deja cantidades “sueltas” de cada tienda por donde va haciendo “inventario”. Luego Iván analizará dónde entregarlos.
Irá a su tabla y allí el acumulado histórico (que comienza en noviembre de 2021, fecha en que digitalizó sus números) le dirá “dónde toca”. Llamará al presidente del consejo que “está en cola” y este lo hará con los delegados de la circunscripción, y ellos con los CDR que correspondan. Finalmente, serán notificados los clientes con escasísimas horas.
La información muchas veces llega tarde y a cuentagotas, casi como el pollo, el detergente, la salchicha…
Aunque el último punto de la política comercial, definida por el Gobierno municipal el 23 de diciembre de 2021, deja claro que debe mantenerse “el sistema de información entre la parte comercial de las cadenas de tiendas, la Coordinación Municipal, los presidentes de consejos populares y el delegado de circunscripción diariamente en el horario de 8.00 am a 12.00 m, con el objetivo de poder organizar las ventas del próximo día”, en la práctica se hace muy complejo.
Yuri Izaguirre González, coordinador de la Distribución en esa instancia gubernamental, lo confirma. “Un dolor de cabeza” con el que deben lidiar cada día, al que se suman comunidades vulnerables que se “separaron” de los consejos populares para recibir atención diferenciada y al que tributan “delegados y presidentes que no llevan un control riguroso de lo que distribuyen”.
Desde noviembre de 2021 el gobierno municipal ha digitalizado la información, explica el funcionario Iván Castañeda Rodríguez
Hasta ahora las mayores incidencias se han reportado en Lugones, explica Yuri. Desde allí, rememora, varios electores llegaron al gobierno municipal porque no entendían que dentro del mismo Consejo “a unos sí y a otros no”. Y, en efecto, las cuentas no estaban claras ni eran justas.
¿Hasta dónde es posible la equidad?
En total, unos 72 000 núcleos acceden en el municipio cabecera a 33 puntos de venta de ambas cadenas que han sido “distribuidos” por cada Consejo para evitar que la geografía haga distingos con los que albergan mayor número de tiendas en su demarcación.
¿Supone eso que los habitantes del Consejo Roberto Rivas Fraga, por ejemplo, estén en igualdad con los del Consejo Centro Ciudad?
No, si consentimos que los suministros no son similares entre las cadenas, ni las cantidades entre las tiendas; ya no solo por capacidad de almacenamiento, sino también por planes de venta que obedecen a dinámicas internas: un punto de venta de dos dependientes tiene menor suministro que una tienda grande.
Rigoberto López Pérez, especialista en el área comercial de CIMEX lo deja entrever, pero insiste en que las mayores diferencias están en lo que reciben. “No hay manera de proyectarse una distribución lineal”, dice y sus datos lo corroboran.
Para que cada hogar reciba un cuarto de caja de pollo al mes, por ejemplo, debieran entrar unas 700 toneladas en un mes y aquí lo más que le ha entrado a CIMEX son 300. “En marzo llegaron 120 y en enero, 240. Es inestable y a ese ritmo se promedia que nuestra cadena pueda llegar a cada hogar, con el pollo, una vez en el cuatrimestre”.
¿Qué creerán quienes no dominan estos datos (en caso de que Tiendas Caribe no reciba nada en ese período o lo haga con cifras menores, en menor cantidad de establecimientos, digamos)? Durante tres meses, mientras escuchen las noticias de que siguen vendiendo pollo en otros lugares, cuestionarán con el “a mí hace rato que no me dan…”, amén de que se trate de una entrega equitativa.
Varios de esos criterios llegaron a Invasor.
En el Consejo Popular Indalecio Montejo, Daimila Suárez Ruiz intenta llevar la justeza a cada hogar. Pero no solo depende de ellos. Los delegados tienen el poder (popular)
Sin embargo, Ramón David Estévez Solís, presidente del Consejo Popular Indalecio Montejo se lo plantea mejor: ¿Cómo pueden demostrar que allí donde se está dando un litro de aceite no tocaba hacerlo si no dominan los datos de por dónde va la distribución, quiénes han comprado, quiénes no?
Por eso, insiste, cada delegado debe dominar el ciclo y poder explicarle a sus electores. “De la forma en que sean capaces de comportarse, dependerá de algún modo la forma en que se comportará su gente”.
Lo expresa así porque sabe de vecinos que fueron a reclamarle a él, la parcialidad de un delegado que (aunque no se demostró que intencionalmente priorizara a unos CDR por encima de otros,) dejó en evidencia el noble empeño de repartir lo poco entre muchos y de alternar productos, incluso.
Tal intención la sustenta Daimila Suárez Ruiz, su mano derecha en el Consejo Popular. Es la muchacha que lleva a punta de lápiz todo lo que allí se reparte. La misma que aclara que “si hoy le damos a una circunscripción frazadas, tratamos de que cuando toque nuevamente otro producto allí, los delegados alternen el orden de los CDR; pues muchas veces demoran los suministros y, cuando vienes a ver, el mismo CDR ha cogido aseo, pollo y aceite, mientras otros esperan aún por las tres cosas”.
Daimila sabe que no hay manera de comparar prioridades porque no es comparable el pollo y el aceite (ambos necesarios), pero insiste en la intención de “dar alguito a cada uno.”
El “cada uno”, no obstante, es una población considerable. Es el Consejo más grande del municipio cabecera: 275 CDR y 11 825 viviendas. Por tanto, aquí los ciclos se alargan “y puede que en otro Consejo vayan por la segunda vuelta de pollo, mientras nosotros todavía no hayamos terminado la primera”.
En paralelo, hay una tabla en la oficina de Iván y de Yuri que lo está mostrando. Porcientos diferentes, meses diferentes, productos diferentes… Diferencias que los hacen tomar decisiones para reducirlas, aunque la foto fija del momento no lo muestre así.
Sucede que cada día se actualizan las cifras y cambia la perspectiva de alguien que no tenía y ya tiene. Cada día se intenta que lo poco llegue a muchos y esa cuenta a todo el mundo no le da.
Eduardo Alcalá Ortega, presidente del Consejo, Roberto Rivas Fraga y Roberto Sánchez; del Centro Ciudad. Ambos con sus cuentas claras en papeles
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El CDR, el delegado, CIMEX y TRD para mí sobran en esa ecuación de distribución y venta/asignada de cara al cliente final (curioso, no?).
Aquí se habla no de una venta liberada de algo, sino de una especie de asignación (lo que "te toca"), y en ese escenario cubanamente reconocido, la entidad que tienen una estructura típica más acorde, es el MINCIN con sus bodegas y su esquema de distribución normada del arroz, el azúcar, etc, etc, etc.
Tal y como está el país en estos momentos, me parece que esos productos deberían tranferirse casi en pleno al MINCIN/bodegas una vez hayan sido adquiridos por CIMEX o TRD, suponiendo no exista la posibilidad de su adquisición directa.
En ese contexto, intentara hacer el control de la asignación de esos productos a nivel de núcleo/bodega.
perfecto