A la alcantarilla: ¿el agua y las deudas?

Por Arley Puyol Álvarez
Fotos: Michel Guerra
¿Por qué una parte de la población ha dejado de pagar los servicios públicos de abastecimiento de agua potable y el servicio de alcantarillado?

Durante 2023, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado estuvo entre la docena de entidades que operaban con pérdidas. En un análisis realizado en noviembre, la máxima dirección de la provincia indicó “salir a pelear más servicios y el ciento por ciento del cobro”. ¿Lo lograron?

A la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ciego de Ávila (EAACA) sus clientes le deben casi 40 millones de pesos. Técnicamente se enuncian como cuentas por cobrar, lo cual conduciría al equívoco de que es la entidad quien no cobra, cuando en realidad se trata de que no le pagan.

Con los precios corrientes y apuntando solo a la escala mínima (hasta tres metros cúbicos por habitante en un mes), esa cifra de dinero podría traducirse en poco más de 22 millones de metros cúbicos de agua servida (consumida o malgastada), o lo que es lo mismo, 2 200 millones de litros. Demasiada agua.

Entre las entidades estatales con mayor adeudo (más de 10 millones) está el máximo consumidor del territorio, el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola. Del monto por pagar, el 80 por ciento corresponde al año en curso. Los otros 20 millones se fueron por el tragante del sector residencial; no ahora, en 2024, sino desde 2022. Son agua pasada.

Ante las estadísticas, enunciadas por el director saliente de la EAACA, Luis Alberto Castellanos Cabrera, las preguntas parecen líquidas: ¿Por qué una parte de la población ha dejado de pagar los servicios públicos de abastecimiento de agua potable y el servicio de alcantarillado? ¿Cómo se permite una entidad estatal un cierre contable anual teniendo deudas de esta naturaleza? ¿Hasta dónde una empresa estatal socialista puede soportar este descontrolado “desagüe”?

Las posibles respuestas también amenazan con escaparse entre los dedos: empiezan por aludir al déficit de tramitadores de agua y saneamiento —conocidos como cobradores—, pasan por el desconocimiento o la imposibilidad de utilizar la aplicación de comercio electrónico Transfermóvil para efectuar el pago, y terminan por el impago voluntario aduciendo que el abasto es inestable. Vayamos por partes.

No me cobran, no pago

Si bien la mayoría de las Unidades Empresariales de Base (UEB) tienen cubiertas sus plantillas de cobradores, en los dos municipios más poblados de la provincia no están completas. En Morón, de ocho que deberían tener, solo hay dos; y Ciego de Ávila cuenta con cinco, de 14, dice Castellanos Cabrera.

La conclusión es cristalina: aumentan las rutas de cobro vacías. Del total de 30, en el municipio cabecera, es posible cubrir 13, según los cálculos de Yaumara Álvarez Carmona, técnica en Gestión Comercial de la UEB Ciego de Ávila. Ella sabe que esta circunstancia impide la concreción de un derecho refrendado en el artículo 62.1 de la Ley 124/14 De las Aguas Terrestres y en el 63 de su Reglamento, que estipula la prerrogativa de “recibir facturación de los servicios prestados, de acuerdo con las tarifas vigentes para el servicio público de agua potable”.

Descargue aquí la Ley 124 y su Reglamento. Disponibles en la Gaceta Oficial No. 51 Extraordinaria del 16 de noviembre de 2017 

“Nos degradan. Escuchamos horrores a diario. Incluso nos han llegado a agredir. Hay muchas personas que se niegan a pagar el servicio del agua y del alcantarillado a veces porque sí. Nos dicen, ‘el agua no, el dinero que tengo es para la corriente’. Y son impunes. No tenemos facultades para exigirles que cumplan. No los obligan. Estamos sin respaldo”, dice Lisbel Martínez Álvarez.

Desde hace 15 años, Lisbel cubre rutas del reparto Ortiz, en el Consejo Popular (CP) Indalecio Montejo. El potencial de viviendas que atiende oscila entre 1300 y 1500. Su jornada empieza en la mañana, en la oficina comercial; sobre las 3:00 de la tarde sale a la calle y termina al oscurecer. Los fines de semana tampoco tiene descanso. “Es cuando salgo a cobrarles a los clientes de los edificios”.

“Yo sigo por sentido de pertenencia. Pero no hay motivaciones. No tenemos uniforme ni identificación. No nos dan un bolso para guardar el dinero ni nos dan zapatos. ¿Cuánto cuesta un par de zapatos hoy? El mismo día que cobro gasto casi completo el salario de 3200.00 pesos en comida. No quiero hacerlo, pero hay que ser realista, en algún momento tendré que pedir la baja”, dice y uno puede adivinar el sabor amargo de sus palabras.

La disminución de la fuerza laboral en la empresa continúa aceleradamente. En una nota informativa fechada en julio de 2023, Invasor expuso que de 77 tramitadores de agua y saneamiento en la provincia existían 57. Las mayores fluctuaciones correspondían a Morón y Ciego de Ávila; pero en el primer municipio, de un personal de 13 trabajaban 10, y en el segundo, 19 de 27.

Frente a este panorama, la población debe elegir entre dos opciones: utilizar la pasarela de pago electrónico o ir a la Oficina Comercial de la EAACA en su municipio. La de la capital avileña se encuentra en la intersección de las calles Vicente Iriondo y Simón Reyes, en los límites del CP Centro Ciudad.

“Hasta aquí vienen menos de 10 clientes por semana. En febrero de 2024 recaudamos en total 134 308.35 pesos de 621 367.70. La deuda de la UEB al cierre de ese mes se elevaba a 13 109 523.85, asegura Álvarez Carmona.

A simple vista es evidente que debería haber más oficinas, pues la ubicación es muy lejana para una considerable cantidad de clientes; máxime cuando la realidad de la transportación urbana transita, igual, por otras tantas dificultades.

Por tanto, en el CP Centro Ciudad, donde radicaba la anterior —en Bembeta, entre Marcial Gómez y Honorato del Castillo—, abrirá una próximamente, afirma Liannelis Santiesteban Rodríguez, especialista comercial en el sector residencial de la EAACA.

Para solventar la problemática o, mejor dicho, en busca de que los más de 250 000 clientes residenciales tuvieran una nueva opción, a comienzos de 2023 se realizaron pruebas para pagar el agua a través de la aplicación Transfermóvil.

Por esta vía electrónica parecía que todo iba a fluir, valorándose el número de avileños con líneas móviles —más de 300 000, según la División Territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba en julio de 2023— y que los usuarios la emplean para pagar servicios como la electricidad o la telefonía fija.

Para impulsar la nueva modalidad, debía aparecer en las siguientes facturas un identificador (ID) de 15 dígitos, que empiezan por el 29 —código de la provincia— y finalizan con los números correspondientes al contrato del cliente. “Comenzó a partir del 17 de abril, que fue posible la activación de los 15 dígitos, pues con anterioridad solo se podía acceder desde algunos territorios, entre los que no se encontraba el municipio de Ciego de Ávila”, señaló en 2023 a Invasor la comunicadora institucional de la entidad, Dagmara Molina Castañeda.

Al poseer el ID, el usuario se autentica con su tarjeta bancaria en Transfermóvil y sigue las indicaciones: Consultas/Consultar Servicio/Tipo de Servicio/Factura Agua Empresa del Agua. Una vez conozca el monto seguirá hasta la sección de Operaciones/Pago Agua/Región/Resto del país. Escribe el ID y efectúa. La deuda solo es posible saldarla de manera íntegra, por lo cual será una cantidad significativa para los clientes más atrasados.

Las estadísticas hacen notar que la inserción en la plataforma surtió un efecto mínimo: desde su implementación hasta diciembre de 2023, el importe total de los 320 clientes que decidieron realizar su pago ascendió a 85 162.65 pesos, agrega la especialista comercial en el sector residencial. Desde enero hasta mediados de marzo del presente año, lo recaudado por esta vía eran apenas 31 990.37 pesos.

Poseer una línea móvil no necesariamente se traduce en un alto dominio de las prestaciones del teléfono o tener entre sus aplicaciones Transfermóvil y hacer uso de esta. En una sociedad con alcance limitado a muchos de los avances tecnológicos actuales y una población envejecida —el 20,1 por ciento de los avileños supera los 60 años, de acuerdo al Anuario Estadístico, edición 2022, de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información—, el proceso de transformación digital da pasos de avances, pero todavía cortos.

Con el objetivo de un mayor acercamiento a los clientes, explicar los beneficios de Transfermóvil y de cobrar los servicios de abasto de agua y de alcantarillado, la EAACA desarrolla en distintas locaciones de la ciudad cabecera o de otros municipios una feria comercial los terceros viernes de cada mes, según Santiesteban Rodríguez, aunque el salto cuantitativo en el número de clientes abonando sus adeudos por esta vía aún no se produce.

Esta circunstancia podría entenderse mirando de frente a uno de los círculos viciosos en que gira la entidad: sin cobradores y con oficinas alejadas de algunos núcleos poblacionales, es imposible acceder a la nueva factura que contiene los 15 dígitos, ergo, pocos son quienes pagan electrónicamente.

No hay agua, no pago

El otro círculo vicioso alude a la ineficiencia en el abasto de agua. No pocos clientes se rehúsan a pagar un servicio sin la calidad requerida, incluso cuando la vigente tarifa del agua —aprobada por el acuerdo 8991/2021 del Consejo de Ministros— se rige por un precio centralizado de 7.00 pesos en las viviendas sin hidrómetro y 2.10 por el alcantarillado mensualmente por persona.

Hace tres años, el ingeniero Yunior González Núñez, vicepresidente de la Organización Superior de la Dirección Empresarial de Agua y Saneamiento (OSDE AyS), explicaba a Cubadebate que “más del 80 por ciento del agua en Cuba se servía a través de bombeo eléctrico” y que los productos químicos para potabilizarla influían en el costo del servicio, además de las acciones de reparación y mantenimiento a la infraestructura y el salario de los trabajadores.

 salideroEs deber de la empresa garantizar el adecuado mantenimiento y conservación de la infraestructura hidráulica bajo su administración. Así lo estipula el Reglamento de la Ley 124/14

Se aludía a la medición de este líquido como un principio básico en la Política del Agua y la Estrategia de Desarrollo Sostenible. “No podemos hablar de aplicación de tarifas ni de una correcta gestión de servicios, si no existe la adecuada medición.

Con este fin se han diseñado varios programas, uno de ellos es el de colocación de hidrómetros al que se dedican cuantiosos recursos financieros para complementar la medición en los núcleos familiares y en los centros estatales”, apuntaba González Núñez.

En Ciego de Ávila, quienes disponen de metrocontadores y deben recibir a diario más de 12 horas de servicio continuo, representan el 15 por ciento del sector residencial —el 86 por ciento del sector estatal y productivo también está metrado— y su tarifa es ascendente en concordancia con las normas de consumo y para fomentar el ahorro, argumenta el director general (al momento de entrevistarlo) de la EAACA, Castellanos Cabrera.

De acuerdo con los cálculos de la OSDE AyS, el costo de producir un metro cúbico de agua era de 1.48 pesos y los ingresos eran inferiores (0.99 CUP), a razón de los salideros y las ineficiencias en el cobro.

La sumatoria de los macrosalideros detectados por la empresa provincial y de los reportados por la población asciende a 150. Dicho de otra forma, eso equivale a que, sin poder almacenarse ni llegar al destino final, aproximadamente, el 40 por ciento del líquido se pierde, según las estimaciones.

Las probabilidades indican que ese porcentaje aumentará, teniendo en cuenta que para eliminarlos la provincia cuenta solo con una retroexcavadora y el limitado trabajo manual.

Pero lo de la distribución del agua aquí es una problemática crónica. Que las redes hidráulicas de hierro daten de principios del siglo pasado es, sin duda alguna, un signo irrefutable de su estado, sumado a la acumulación significativa de sedimentos por la dureza (química) del agua subterránea.

Durante semanas y meses recientes, se ha complejizado todavía más el abasto en la zona norte de la ciudad de Ciego de Ávila a causa, asimismo, del tenso escenario electroenergético que afecta a todo el país.

Con bastante frecuencia, Roberto Sánchez de la Cruz, presidente del CP Centro Ciudad, debe explicar a los vecinos que las interrupciones eléctricas, y el arranque y detenimiento de los equipos de bombeo, generan insuficiencias en la circulación del agua proveniente de la estación de Ruspoli.

De la disponibilidad de combustible para el funcionamiento de los grupos electrógenos y la planificación con la Empresa Eléctrica Ciego de Ávila dependerá, en buena medida, continuar con menos inconvenientes.

 pipa aguaSegún la Ley de Aguas Terrestres, los medios alternativos para garantizar e servicio se emplean excepcionalmente o de forma temporal, cuidando rigurosamente la calidad del agua

Pero cuando el impulsor (ladrón) de agua no alcanza la fuerza suficiente para cumplir esa función —por cierto, prohibido por el inciso a del artículo 64.1 del Reglamento—; cuando se rompe el ciclo de abasto de cada tres días; cuando la ropa por lavar rebasa el cesto y la vajilla sucia, el fregadero; cuando hay que bañarse con un cubo para no “malgastar” ni una gota; cuando en la casa convive un anciano o un encamado, o niños; cuando todo eso y más se junta, cualquier explicación, por acertada que pueda ser, se vuelve inútil ante la población demandando soluciones concretas y líquido potable.

Tanto la Ley 124/14 De las Aguas Terrestres como su Reglamento estipulan, como derechos de los usuarios de los servicios públicos de agua potable, “recibir el agua en el límite de su propiedad o en el punto de acceso a esta, recibir información oportuna de las interrupciones temporales del servicio; recibir el agua por medio de vehículos cisternas u otras vías, cuando se produzcan interrupciones o en situaciones excepcionales, sin costo adicional y con la calidad estipulada”.

Por supuesto, también decretan la obligación de “pagar los servicios recibidos según la tarifa aprobada, prevista en el contrato”. De ningún modo es justificable el impago. Sobre todo, porque no pagar el servicio (con las deficiencias que ya se han apuntado) hace que la EAACA semeje una serpiente mordiéndose la cola.

Si el argumento para no abonar los adeudos es la calidad del servicio, y la calidad del servicio depende de la salud financiera de la empresa —fundamentada, entre otros factores, en el cobro—, para mantener las redes y estaciones de bombeo, ¿cómo romper ese ciclo?

 

Castellanos Cabrera contesta directamente que el pago en tiempo y las deudas saldadas “no significarían un mayor abasto de agua o un cambio significativo de inmediato, pero sí se traduciría en realizar mantenimientos y reparaciones con mayor eficiencia, pensar en inversiones y mejorar las condiciones de vida de los obreros”.

En 25.2 millones de pesos fijó la empresa su plan de reparación y mantenimiento de 2024, a emplearse en subsanar redes hidráulicas y sanitarias de la ciudad capital y la infraestructura de unas 20 de las 149 estaciones de bombeo.

“Los cuadros eléctricos están deteriorados por los años y por no contar con liquidez. Eso atenta contra la vida útil de los equipos de bombeo y, por ende, el servicio de abasto. El programa de inversiones de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos aprobó en inversiones la instalación de 12 nuevos equipos de bombeo y el cambio de matriz energética a 38.

“Hoy tenemos estaciones de bombeo limitadas por sequía: en Florencia y Campo Hatuey (Majagua). En este sentido, el volumen del caudal de Ruspoli está muy comprometido”, advierte Castellanos Cabrera.

 mapa

Su última afirmación cae como roca en un pozo seco. Ciego de Ávila es una de las provincias con mayores índices de sequía hidrológica en el país y los pronósticos auguran que podría agudizarse, incluso en el período lluvioso. “Es sumamente preocupante que los acumulados de precipitaciones previstos para los meses de mayo y junio serán menores en comparación con los habituales en idéntica etapa del año, en cierta medida por el impacto del evento ENOS El Niño”, dijo en rueda de prensa con los medios locales el director del Centro Meteorológico Provincial, Oscar Benedico Rodríguez.

La superación de la media histórica durante meses de la etapa de escasas precipitaciones, que se extenderá hasta abril, resulta positiva para restarles severidad a las sequías agrícolas y meteorológicas, mas no tiene casi influencia en la sequía hidrológica.

Para el trimestre de agosto-octubre se prevé una nueva escalada en la anomalía de precipitaciones, aunque tampoco repercutirá positivamente en el ascenso del volumen de los acuíferos avileños, los cuales decrecen desde principios de la década, explicó Rafael González-Abreu Fernández, asesor técnico en la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila.

Así, la sequía hidrológica toma fuerza y hace alianzas con el “vendaval” de dificultades de la entidad que, a la par de exigir la responsabilidad ciudadana en el cumplimiento de un deber, tendría que mejorar el servicio público de abasto de agua y ser más proactiva en la búsqueda de alternativas para el cobro. Eso, mientras llega un ciclón benévolo, sin fuertes ventoleras y sin desastres, que riegue agua bendita.

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