Santos, un educador que siempre repetiría su vocación

Desde niño, Santos Casiano Pérez Turiño sintió inclinación por el magisterio. Hoy, con más de seis década de vida, reafirma que si volviera a nacer no dudaría en repetir esa historia, matizada por cruces de guardarrayas inundadas y viajes sobre el lomo de un buey.

A este hombre todos, en su natal Majagua, municipio de Ciego de Ávila, lo llaman o reconocen por Santico, no solo por su pequeña estatura, de la cual se enorgullece al coincidir con la del Maestro José Martí, sino también porque siempre lo han sentido cerca a la hora de aprender un conocimiento.

Rememora que su abuelo paterno descubrió su vocación por la lectura, pues con apenas cinco años de edad ya leía oraciones religiosas a los enfermos de Melones, zona rural donde nació.

Cuentan quienes lo conocen mejor que a esa edad su intelecto era muy adelantado, motivo por el que pasó del primer grado al tercero, y una vez concluida la primaria prosiguió sus estudios en la escuela formadora de maestros Frank País García, ubicada en la capital avileña.

“Entre mis mayores aportes al sistema educacional cubano está la confección de material didáctico para su empleo en el programa Educa a tu hijo, en el sector rural, que fue generalizado en todo el país, dice con orgullo este hombre, acreedor del premio internacional Clementina Serra, que se otorga en los eventos internacionales del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar (CELEP).”

“Lejos estaba de imaginar que obtendría ese triunfo en 2010 en el Palacio de Convenciones, pues en el Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar, celebrado allí, participamos más de 300 concursantes de una veintena de países”, comenta con rostro impresionado.

Para él fue una sorpresa ganar el Clementina Serra, porque ama a su profesión, como sencillamente dice, pero compañeros de labor y familiares atestiguan que este hombre, colaborador del sector en la República Bolivariana de Venezuela, también tiene muy merecidos los reconocimientos Maestro del Siglo XX, la distinción Maestro de Futuro y el Premio El Grano de Maíz, que entrega la Asociación de Pedagogos de Cuba.

Hoy Santos no está frente a un aula, su puesto de trabajo cambió, para bien de las nuevas hornadas de maestros de la enseñanza primaria en el municipio, al tenerlo al frente de este nivel educativo, en el cual lleva más de 40 años aplicando métodos renovadores que ayudan a formar el intelecto de los alumnos, y, como otro estímulo más a su trayectoria, está propuesto a ser declarado, el próximo mes de enero, Joya de la Pedagogía avileña.

Satisface saber que la educación primaria en Cuba cuenta con maestros como Santos Casiano, majagüense que siente suyo la tiza, la pizarra, el borrador y los libros, y ve todavía muy lejos la palabra jubilación.