Los carros estatales pudieran frenar mejor

Mientras la camioneta blanca se detiene ante la señal del inspector popular, el conductor del carro negro que venía detrás de esta aprovecha para marcharse raudo y burlar con su velocidad los intentos de pararlo.

No es una escena de una película, una telenovela o un serial de televisión. La vivieron quienes, a las 3:05 de la tarde de este lunes 2 de marzo, estaban en el punto de embarque ubicado en Campo Hatuey, salida hacia La Habana, en el municipio avileño de Majagua.

• Vea una información sobre la transportación en los puntos de embarque en Ciego de Ávila.

Orelvis Alfaro Marrero, el amarillo (como son conocidos popularmente estos inspectores) que ahora viste de azul, señala a Invasor que en el rato que lleva en este lugar, siete carros no han obedecido su indicación de detenerse.

“Hablo de aquellos que tenían capacidad para transportar pasajeros, pues hay muchos que van llenos y otros que te dicen que van para un lugar cercano.

“También pasan unos cuantos ómnibus nacionales que no paran y, si lo hacen, es antes de llegar aquí, que es donde las personas hacen su cola en espera de poder viajar.”

• Lea otro artículo sobre la transportación de pasajeros en Ciego de Ávila.

En este sitio esperaba Yeny Echevarría, quien viaja todos los días. “Este punto dentro de un rato se llena con estudiantes que viven lejos y llegan de noche a sus hogares”.

Varios criterios coinciden en señalar que cuando estaba ubicado allí un patrullero y un inspector de Transporte, paraban todos los carros.

En otros puntos

A las 9:32 de la mañana, el punto de embarque ubicado en El Piñacito, a la salida de Ciego de Ávila hacia Morón, estaba con bastante personal.

Nelson Drago Rodríguez es un amarillo conocido por su persistencia y carisma. “Después del llamado de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel ante la compleja situación energética que vive el país, los conductores de los carros se detienen más”.

• Lea una entrevista a Nelson Drago Rodríguez.

Roberto Ponce espera allí para viajar. No oculta su desagrado con una acción que protagonizan varios choferes. “Algunos paran, pero dicen que van para un lugar cercano, por ejemplo hacia La Loma de la Carolina, para no llevar a nadie”.

Ángel Luis Bartolo, desde julio de 2019, es el amarillo del puesto de Santana, en Ciro Redondo. “La mayoría de los carros se detienen ante mi señal, pero en varias ocasiones no recogen pasajeros, porque dicen que van hacia un lugar cercano como excusa para no hacerlo y no tenemos autorización para pedirle la hoja de ruta a los choferes”.

Caridad González González es una de las mujeres que aguardan en este sitio. Asegura que “cuando está el compañero, paran. Pero si no, no lo hacen. Ayer, domingo primero de marzo, yo estuve aquí desde las 8:00 de la mañana hasta la 1:00 de la tarde porque tenía necesidad de ir al hospital de Morón a visitar un enfermo, y no lo pude hacer. Y pasaron unos cuantos.”

blanca clarisaBlanca Clarisa Concepción Acosta asegura que muchos choferes han ganado en conciencia

Blanca Clarisa Concepción Acosta lleva 28 años como inspectora popular. Trabaja ahora en el punto de Villa hacia Morón, antes estuvo en los ubicados en la UNICA y Santana. “Ahora los choferes paran más, incluso la semana pasada, puedo poner el ejemplo de un auto particular, de chapa P016942, que se detuvo y recogió a dos personas que esperaban para viajar”.

Milagros Frías Rodríguez, residente en El Cacahual, asegura que ella acude mucho a este sitio, pues viaja de manera frecuente para visitar a su hija. “Aquí lo normal es que nos vayamos rápido”.

En el punto de Villa para Ciro Redondo, nueve personas esperaban a las 10:30 de la mañana, a pesar de la insistencia del encargado Luis Méndez Benítez. Y es que los vehículos se detienen, pero no recogen y ponen como pretexto los destinos.

Margarita Fontanill Guerra argumenta que llevaba más de tres horas allí. “Ahora paró un camión. Pensábamos que era nuestra salvación; sin embargo, dijo que iba hasta el Agroquímico, muy cerca de aquí”.

En el sitio conocido como Rancho Grande, en el municipio de Chambas, el inspector Manuel Solís Toledo, coincide en la opinión de que los conductores respetan la señal de Pare, pero después arguyen ir a un lugar próximo. “Si estuviéramos autorizados para pedirles las hojas de ruta, la situación mejoraría considerablemente”.

 guaguas yutongpLas guaguas Yutong prácticamente no paran en los lugares establecidos para ello

Incidencias en dos municipios avileños

Alonso Palenzuela Ramírez es el director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Transporte del municipio de Ciro Redondo, territorio que cuenta con nueves puntos de embarque y 18 inspectores populares.

“En febrero reportamos la cifra de 39 chapas de vehículos cuyos conductores no se detuvieron ante la señal establecida. La mayoría pertenecen a entidades provinciales.

“Tenemos un caso, del chofer de un carro de SEPSA, chapa B04146, que no solo no paró, sino que le faltó el respeto a un inspector nuestro. Nos informaron que la medida que se adoptó en ese caso fue la de separación del puesto laboral.”

Leyné Izquierdo Vera es jefa de brigada del Departamento de Operaciones en la UEB de Transporte de Chambas, municipio con seis puntos de embarque e igual número de amarillos.

“Los conductores se comportan ahora de manera bastante disciplinada. En el mes de febrero no tuvimos incidencias y en enero sí hubo dos, los vehículos con matrícula B189016 y B165810.”

Tanto directivos, inspectores, como los posibles pasajeros, coinciden en que los choferes de medios de transporte estatales aplican más los frenos en las paradas establecidas, aunque todavía existen unos cuantos que no lo hacen.

La situación más desafiante parece estar en aquellos que paran y, no obstante, por una u otra razón, no montan a las personas que aguardan.

Muchos lo hacen con el pretexto de que viajan hacia un punto cercano para evitar verse en la obligación de transportar pasajeros. Sería bueno que se buscara la forma de darle más autoridad a los amarillos, por ejemplo, que pudieran acceder a las hojas de ruta para chequear el verdadero destino final de cada uno.