Intensifica Ciego de Ávila trabajo con la primera infancia

Cuando la provincia de Ciego de Ávila se mantiene en la fase de Transmisión Autóctona Limitada de la COVID-19, 17 de los 35 círculos infantiles con que cuenta el territorio permanecen abiertos para recibir a los hijos de las madres necesitadas de esta atención o cuyo centro de trabajo exija de su presencia diaria.

La tranquilidad que se respira en los círculos infantiles Palomita de la Paz y El Pequeño Columnista, de la ciudad cabecera, constituye apenas una pequeña parte del trabajo que realizan los educadores en instituciones de este tipo.

Laura Acanda Leal, jefa del departamento de primera infancia en la Dirección Provincial de Educación, declaró a Invasor que, ante la actual situación higiénico-sanitaria, el tiempo se aprovecha, además, para la confección de medios de enseñanza, la preparación metodológica de los docentes y la atención especializada a los familiares para garantizar el aprendizaje de los pequeños.

Lo confirma la publicación en Facebook de Gladys Ruiz Marrero, subdirectora municipal de Educación

El nivel educativo primera infancia en el municipio #CiegodeAvila cumple con calidad las indicaciones emitidas para el...

Posted by Gladys Ruiz Marrero on Wednesday, February 17, 2021

También fueron entregados los cuadernos de estudio a los alumnos de preescolar de los círculos infantiles, los que estudian en escuelas primarias y los pertenecientes al programa Educa a tu Hijo.

A pesar de la complicada situación que vive Ciego de Ávila, las familias depositan su confianza en estas instituciones que les garantizan a los infantes no solo el aprendizaje y la adquisición de independencia, sino también la alimentación necesaria en esas edades. Muestra de ello es que el pasado 17 de febrero, solo en Primero de Enero, asistieron 108 niñas y niños.

• Vea cómo funcionaban algunas instituciones educativas en el mes de julio de 2020.

Acanda Leal explicó que, de manera semanal, se le controla a los docentes su trabajo con los alumnos, teniendo en cuenta el total de familias atendidas y la calidad y sistematicidad de los encuentros, acciones que son fiscalizadas por el Ministerio de Educación, como garantía de un proceso educativo que no se detiene a pesar de la pandemia.