A veces las estadísticas pueden resultar engañosas e inducirnos a error sobre un tema. Eso parece estar sucediendo actualmente con el control de la COVID-19 en el municipio de Ciro Redondo, si al cierre del 29 de agosto se detectaron solo cinco casos positivos, al día siguiente la cifra se elevó hasta los 85; pero cuidado, que de seguro son muchos más.
En estos días, en que acontece el cierre de la cabecera municipal, la enfermedad anda oculta lo mismo en la negativa de muchos a aislarse, aun a riesgo de la vida propia y ajena, que en los bajos niveles de la pesquisa para su detección.
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Otro dato viene a ilustrar la necesidad de adoptar acciones necesarias en el corte de las cadenas propagadoras del virus, pues ante la detección en la última jornada de los referidos 85 casos, solo se hicieron más de 100 PCR, cuando en realidad debieron efectuarse alrededor de 600 pruebas, teniendo en cuenta un promedio de siete contactos por confirmado. Razón en que ha de incidir la mejora de la calidad de la encuesta epidemiológica.
Ante la ocurrencia de situaciones de este tipo, cuando no se puedan hacer los test necesarios, la indicación es buscar los casos donde estén y aislar con vistas a detener el contagio.
El análisis de los anteriores temas formó parte del chequeo que estuvo presidido por Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido; Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de la República de Cuba; el gobernador Tomás Alexis Martín Venegas, y las principales autoridades políticas y gubernamentales del territorio pinense.
Entre los asuntos que no admiten demoras se incluyen la necesaria reorganización del personal médico, el reordenamiento de la estructura de cuadros de Salud Pública y la integración del grupo básico comunitario con el equipo sanitario. También se aprecia lentitud en la solución a problemas detectados en consultorios médicos de la familia y una deficiente encuesta epidemiológica que lleva al no ingreso oportuno de los casos.
Las deficiencias en la calidad de la pesquisa es una de las causas del repunte de casos, cuando se conoce que muchas personas pasan la sintomatología de la enfermedad en casa por no ingresarse en un centro de aislamiento, inconcebible cuando en anteriores etapas el hecho de ser sospechoso era motivo para el ingreso hospitalario. Todavía no existe la suficiente percepción del peligro en algunos, al punto de que, solo en el mes de agosto, el pueblo pinense llorara la muerte de 92 de sus hijos.
El Gobernador de la provincia llamó la atención sobre los retrocesos apreciados en el control de la movilidad, lo cual, sumado a carencias del trabajo comunitario, impiden el control de la COVID-19. Un efecto dominó con fatales consecuencias.
Por su parte, Tapia Fonseca dijo que ante la negativa de muchos a ingresarse que asuman su responsabilidad ante la vida y la sociedad, con las consecuencias que ello conlleva, y no puede suceder que entonces vaya al policlínico cuando su salud se agrave, ya que pudo evitarse con un internamiento oportuno.
“Si queremos parar la transmisión, acabemos de comprender entre todos la alta responsabilidad que asumimos con esta pandemia. Una parte importante tiene que ver con la familia: los hábitos y relaciones personales, el cuidado, la protección en la casa, así como acudir al consultorio ante el menor síntoma. Hoy ya más del 90 por ciento de esos locales cuentan con médico y enfermera”, comentó el Vice Primer Ministro.
“Estamos en una etapa que demanda más que nunca percepción de riesgo. Si no tomamos todas las medidas no pararemos esto. Nos encontramos en un momento de disminuir los indicadores, pero depende de cada uno de los avileños, de los cuadros del Sistema de Salud, de los grupos comunitarios. Hagamos lo que se requiera, ya bastante hemos tenido.”