Ni siquiera una minúscula valla anuncia al visitante su llegada a la comunidad de El Frutero, pequeño caserío asentado en tierras rojas del municipio de Baraguá en el cual viven su día a día alrededor de 980 personas.
El vial de acceso desde la Carretera Central, deteriorado en buena parte, pudiera dejar entrever el preludio de una zona un tanto olvidada en el tiempo por las limitaciones de recursos y el desinterés de las autoridades, o acaso la combinación de ambos.
Lo cierto es que por esos predios del emporio bananero La Cuba otros ritmos de transformación zarandean su realidad como parte de acciones de trabajo comunitario integrado. Estas instantáneas las captó Invasor en medio de una jornada de movilización y de entusiasmo, esperemos no se quede ahí.
Evitar que se tuerzan los esfuerzos
Las áreas culturales también reciben su retoque
Brigadas de la Empresa Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación y de la Integral Agropecuaria Ciego de Ávila participan en la mejora constructiva de la escuelita rural
Un área para la formación de los estudiantes, un nuevo baño y una oficina contribuirán a la mejora del proceso docente educativo en El Frutero
Los muchachos del Proyecto Más, de la Escuela Pedagógica Raúl Corrales Fornos, alegraron el ambiente de la comunidad
La caldosa no puede faltar al final de este trabajo voluntario
Se levantan viviendas con el esfuerzo estatal de la Empresa Agropecuaria La Cuba
Otras moradas son resultado de subsidios a familias vulnerables
Los niños lanzan sus pelotas antes del juego de softbol de los mayores