Con el SARS-CoV-2 se fueron, también, los catarros

Las medidas de control y mitigación de la epidemia han contribuido a mantener a raya a las IRA

Nos costó poco más de dos meses, pero lo logramos. Hace una semana que en Ciego de Ávila la vigilancia para la COVID-19 no encuentra sospechosos porque el criterio de riesgo epidemiológico ha cambiado y la situación epidemiológica también.

Los últimos confirmados de la provincia eran todos de Turiguanó y allí la trasmisión está controlada, al punto de que ya es oficial el levantamiento de la cuarentena para la zona de los edificios. El resto de los territorios acumulan muchos más días sin positivos, por lo que sus tasas de incidencia específicas para los últimos 15 días, o incluso el último mes, tienden a cero.

En consecuencia, aunque sigan identificándose Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), las probabilidades de que sean positivas al SARS-CoV-2 han caído casi proporcionalmente a la tasa de incidencia. Todo parece indicar que el coronavirus no está circulando en la provincia, al menos no sintomáticamente.

Lo confirman los estudios de las IRA que evolucionan con gravedad y también una parte de la población vulnerable en centros penitenciarios y hogares de ancianos. O sea, se ha buscado en personas en apariencia sanas y tampoco se ha hallado. Siempre cabrá, no obstante, la posibilidad de que estemos buscando en el lugar equivocado.

Pero estas más de 40 muestras diarias que realiza la provincia irán, poco a poco, despejando esas dudas, de cara al momento, ahora más cercano, de comenzar el camino de retorno a la nueva normalidad. Un escenario que exigirá mantener algunas de las medidas de mitigación más efectivas.

De la eficacia del uso del nasobuco, el distanciamiento y la desinfección de manos y superficies habla claro y alto no solo el curso actual de la epidemia en casi todo el país, sino el propio comportamiento de las IRA en la provincia.

Ya habíamos hablado del canal endémico y de la evolución de la COVID-19 (como IRA al fin y al cabo) al cierre de la semana 20. Hoy aportaré otros datos tomando como referencia lo ocurrido en la semana 22, que concluyó el pasado jueves 4.

Usted se preguntará cómo va a terminar una semana un jueves, pues se debe a que los epidemiólogos trabajan con lo que ellos denominan semana epidemiológica adelantada. En función de ese período se elabora el corredor endémico y se modela el comportamiento esperado.

Al cierre de la semana 22 se habían notificado 809 atenciones médicas por IRA, para una tasa de 185,1 por cada 100 000 habitantes. Estas cifras son muy inferiores a las registradas en igual momento del año anterior, específicamente un decrecimiento del 432 por ciento, tal y como muestra la siguiente tabla.

Año

Atenciones por IRA

Tasa de Incidencia

2019

4327

988.9 x 105

2020

809

185.1 x 105

De un año a otro todos los municipios experimentan una disminución de los casos reportados y no hay cómo no asociar el grupo de medidas de protección y control que se adoptaron en el país justo en el momento en que comenzaba uno de los dos picos de contagio de las IRA según el canal endémico.

Mas no solo decrecen las atenciones de un año a otro, también de una semana a otra, aunque en menor magnitud, alrededor de una treintena de atenciones menos.

Semana

Atenciones por IRA

Tasa de Incidencia

21

838

191.7 x 105

22

809

185.1 x 105

Los municipios con más casos atendidos desde enero hasta la semana 22 son, como era de esperar, los de mayor población: Ciego de Ávila (17 661) y Morón (13 785). Le siguen Chambas (5711), Bolivia (5138), Majagua (4847) y Baraguá (4693), con más de 4000 atenciones. El resto tiene menos de esa cifra, pero más de 3000.

En lo que va de año, 65 627 personas han acudido a los centros asistenciales de Salud con sintomatología respiratoria, contra 102 670 el pasado año.

De manera general, los grupos etarios más afectados son los extremos, niños y ancianos. Y mientras los menores de edad se enferman con mayor frecuencia, son los adultos mayores los que tienen un desarrollo menos favorable y una mayor mortalidad.

Para los epidemiólogos, los momentos críticos siempre se relacionan con brotes. En el transcurso de la epidemia de COVID-19 se han dado algunos que, afortunadamente, no fueron provocados por el SARS-CoV-2. En total se contabilizaron unos ocho: en Majagua, en los hogares de ancianos de Ciego de Ávila, Florencia y Venezuela, y en una unidad militar de Morón.

Los estudios virológicos identificaron en esos casos la circulación de Parainfluenza Tipo I, coronavirus HKU1 y OC43, así como de Influenza no subtificada.

Atendiendo al canal endémico para las IRA en Ciego de Ávila a partir de la semana 24, que comienza hoy, empezará también un descenso en la incidencia de casos de infecciones respiratorias. Aprovechemos este momento para terminar de desterrar a la COVID-19, minimizar los “catarros” lo más posible y mantener las medidas de protección que nos trajeron hasta aquí.