Se cumplió un mes de ascenso sostenido del contagio, lo que confirma al actual rebrote como el mayor de los vividos en más de un año de pandemia.
Ayer, mientras compartía la nota sobre la COVID-19 en Facebook, dije que me sabía mal ir contando récords negativos, anunciando las peores semanas, una y otra vez. Me sabe mal ir contando malos agüeros, porque desde que mayo rompió la “fuente”, los números de mañana serán más dramáticos que los de ayer. Y eso, ya lo sabemos, agota, ensombrece.
Lo hemos vivido. El enfrentamiento a la pandemia ha sido una montaña rusa de sensaciones. Un día parece que vamos bien y al siguiente es el fin del mundo. El colmo es que, en medio de un rebrote durísimo para los registros de esta provincia, estamos en un punto en el que 29 casos positivos en una jornada nos parecen que no están tan mal. Claro, porque ayer fueron 70, antier 47 y mañana podría ser cualquier cosa.
Si algo es señal de que no estamos cien por ciento comprometidos y atentos al contexto es eso: no se ve más allá del ahora. Ante la avalancha de casos, contactos, sospechosos, PCR y fallecidos olvidamos no solo las estadísticas recientes; nos desconectamos de los efectos emocionales, sociales, económicos que les dan cuerpo a los números. Hasta que la COVID-19 nos pica cerca.
En las redes sociales abundan las opiniones. Unos a favor del cierre, otros en contra. Unos que prefieren fustigar la Caravana contra el bloqueo para no sentir culpa de celebrar el Día de las Madres (o el de los padres, que está por venir). Unos que canalizan las frustraciones de un mercado solo en MLC echándole leña al fuego de las colas como el mejor caldo de cultivo para el contagio. Y así.
Pero, mirando hoy el mapa de la ciudad de Ciego de Ávila y tratando de localizar todos y cada uno de los lugares donde se abrió un control de foco, no pude más que preguntarme si sirve de algo ver la paja en el ojo ajeno mientras una viga nos deja ciegos.
Este martes el virus hizo escala en las calles Libertad, Eladia, Benavides, Chicho Torres, Prolongación Futura, Pasaje F, Honorato Castillo, Soto, Carretera a Morón Km 1 ½, Carretera Central… Y la lista es más larga.
Lo que digo es que no intentemos tapar el sol con un dedo. Las causas del actual rebrote son multifactoriales, y van desde las demoras del sistema sanitario para localizar, aislar, muestrear e informar el resultado del diagnóstico a las personas, hasta la rampante irresponsabilidad de andar por ahí con síntomas o sin nasobuco, incumpliendo el llamado a la higiene y el distanciamiento. No es fácil, pero tampoco tan difícil como para reincidir una vez y otra y otra.
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Veamos, entonces, qué pasó en la semana estadística 63, concluida con la información publicada hoy al cierre del ocho de junio, cuando la provincia sobrepasó los 3 400 positivos desde marzo de 2020. Sí, nuevamente fue la peor semana de la epidemia en Ciego de Ávila.
- Se computó el mayor acumulado para un período de siete días, con 306. Esta cifra es superior en tres a la semana anterior.
- La secuencia tuvo picos de 47, 48 y 54, así como el récord absoluto (hasta ahora) de confirmados autóctonos en una jornada, con 70.
- En siete días la Tasa de Incidencia Acumulada se elevó en 20 puntos. El dos de junio se calculó en 123.1 por cada 100 000, mientras que el 8 de junio cerramos con 143.7.
- Cuatro personas fallecieron en el período analizado.
- El único indicador que disminuye es el de los casos importados, con 13, 15 menos que en la semana precedente.
- De los 306 pacientes diagnosticados con la COVID-19, 52 fueron menores de edad, el 17 por ciento.
- Un rasgo muy distintivo de este rebrote, como hemos anotado antes, es que la gran mayoría de los confirmados mostró síntomas en el momento del diagnóstico.
- La semana tuvo la secuencia más alta en cuanto a la apertura de controles de foco, con un promedio de 15 diarios, fundamentalmente en Ciego de Ávila y Morón. A ese ritmo, y tomando en consideración que se cerraron unos 10 focos diarios, es posible pronosticar otros 15 días de mucha complejidad.
- En consecuencia, el total de focos marcó su récord negativo este martes, con 213, curiosamente la misma cifra de casos activos.
- El promedio diario de pacientes activos, sin embargo, fue superior. La semana cerró con 229, después de haber tenido picos de 235, 250 y 251.
- Ese guarismo podría mejorarse si se mantiene la tendencia a dar más altas que ingresos. La relación al cierre del ocho de junio es de 47 a 45, por tanto, todavía los márgenes no permiten “ver la luz”.
- Tal cantidad de enfermos desembocó en la apertura de siete eventos de transmisión local e institucional.
- El laboratorio de biología molecular ha estado trabajando al límite, con un promedio diario de más de 1 100 PCR realizados. La demanda de este servicio también se ha disparado, pues además de los vuelos procedentes de Rusia (dos o tres en la semana), se ha incrementado el pesquisaje con PCR entre sospechosos y contactos de casos confirmados, más los estudios poblacionales.
- Se cumplió un mes de ascenso sostenido del contagio, lo que confirma al actual rebrote como el mayor de los vividos en más de un año de pandemia. No podemos pronosticar si esa curva seguirá empinándose, pero los 59 sospechosos con antígeno positivo de la jornada, más los 476 contactos, no son números halagüeños.
Los números de hoy
Confirmados del día: 29 (todos autóctonos).
Confirmados acumulados: 3 420
Casos activos: 213
Viajeros en cuarentena: 75
Muestras enviadas en el día: 2 241
Muestras recibidas: 1 989
Muestras acumuladas: 210 274
Controles de foco activos: 213 (194 comunitarios y 19 institucionales)
Evento de transmisión: 7
Tasa de Incidencia: 143.7 por cada 100 000