Ciego de Ávila vs. COVID-19: Lo primero es la vida

El municipio de Ciego de Ávila tenía al cierre del 17 de enero 35 focos activos y 24 zonas en cuarentena. Este es el relato de lo que vimos en dos de ellas

Los ojos se le humedecen y me dice que es mucho el estrés. Yismeily Martínez Pérez casi llora cuando le pregunto cómo recibió la noticia. El 12 de enero resultó positivo a la COVID-19 su primo de 14 años y, mientras conversamos —a 24 horas de realizarse ella y su familia el PCR-RT—, el susto no deja de morderle la tranquilidad.

Baja y sube las escaleras de su casa, en la calle K, entre Uno y Dos, en la barriada avileña de Maidique, unas cuantas veces al día. Aunque tiene dos niños pequeños, se autoproclamó la mensajera interna de la biplanta que, desde el 12 de enero, permanece rodeada por una soga amarilla, inexpugnable. La barrera se extiende a otras viviendas, 11 en total, y mantiene en cuarentena y vigilancia epidemiológica a 29 personas.

Sube y baja otra vez, y llega hasta el límite para alcanzarles a Bárbara Álvarez y Melkis Bullaín las jabas, la libreta y el dinero. “Cómprame los mandados, por favor”, dice y se echa un líquido rojizo en las manos antes de entregar la bolsa.

COVID-19 en Ciego de Ávila “Es muy estresante esta situación”, recalca Yismeily Martínez

“Esto es así siempre, no porque ustedes están aquí”, aclaran Bárbara y Melkis, mensajeras voluntarias en tiempos de COVID-19. “Ya es nuestra tercera vez”, y sus palabras confirman lo que la directora del Policlínico Sur explicaría después. El consejo popular Alfredo Gutiérrez Lugones repite como Zona Roja, con casos positivos en la capital provincial. Hasta ahora solo se reportan siete contagiados con el SARS-CoV-2 y no se ha demostrado transmisión comunitaria, pero después de haber vivido un rebrote en septiembre y octubre, no quieren dejar nada a la casualidad.

Por eso, a pesar del cansancio, van y vienen las veces que haga falta entre la placita, la bodega, la farmacia. Han incluido a personas vulnerables de esa cuadra, aunque no estén en el perímetro aislado. “Son adultos mayores y es mejor que no salgan a la calle”, dice Bárbara, quien, como rutina aprendida en los peores momentos, no entra a su casa hasta que no termina su tarea diaria.

#Ahora Estamos en el Consejo Popular Lugones, de #CiegodeAvila, donde hay 4 áreas en cuarentena debido al diagnóstico de...

Posted by Periódico Invasor on Monday, January 18, 2021

A la doctora Arisleyda Wong Jiménez, directora del Policlínico Sur, apenas se le ven los ojos; no precisamente por su apellido, que delata una ascendencia china, sino porque entre el pañuelo en la cabeza y el nasobuco casi ni enseña la piel. Pero los ojos hablan clarito al comentar que la zona en vigilancia epidemiológica recibe pesquisa con termometría dos veces en el día y que hasta el momento no ha habido ni siquiera sospechosos.

El caso positivo que motivó la cuarentena en calle K es un adolescente de 14 años, estudiante de la ESBU Onelio Hernández. “Se aisló a los compañeros de aula y a otro grupo que compartía el local. Además del claustro, también se vigila a unos 20 alumnos que estuvieron en esa aula en un concurso. Ya se desinfectó la escuela y nos quedan algunos resultados de PCR pendientes.”

COVID-19 en Ciego de Ávila La imposibilidad de salir de casa genera la sensación de que el tiempo pasa más lento

Le pregunto cuál es su mayor preocupación y contesta sin titubear: “la falta de conciencia y responsabilidad”. En su opinión, de la segunda ola a esta tercera no se percibe una total comprensión entre todos los ciudadanos sobre los peligros a los que se exponen. Sin embargo, Mirtha Doyle hace las salvedades de rigor.

Ella sí nota un cambio y lo ejemplifica con un dato publicado ya por este periódico. En octubre, mientras más de 1 800 personas permanecían aisladas en una cuarentena ampliada de más de 40 días, algunos violaron el perímetro y pusieron en riesgo a los demás. “Eso ahora no ha sucedido”, afirma la veterana presidenta del Consejo Popular, que se gasta una respuesta categórica ante la siguiente “provocación”.

— Usted, por su edad, es persona vulnerable, ¿no tiene miedo de andar para un lado y para otro?

— No puedo tener miedo, tengo que estar en la calle, aportando.

COVID-19 en Ciego de Ávila En las zonas en cuarentena se ha organizado un sistema de mensajería para evitar la movilidad de las personas

Aportar es organizar, controlar, atender. Cira Rodríguez, delegada de la circunscripción 106, domina todos esos verbos y, más aún, las acciones que entrañan. Está a cargo de garantizar la prioridad para los aislados cuando llegan recursos como módulos de aseo y alimentos. Le preocupaba la concurrencia en el parque de la Wifi, pero eso se ha controlado. Ella cree que, como antes, vencerán a la COVID-19.

• Escuche las declaraciones de Ramón Borges González, vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal, sobre la situación sanitaria de la ciudad capital

¿La llama en llamas?

Aunque el mayor por ciento de los focos activos en Ciego de Ávila se ubican en el área Norte, el Sur añade a la situación sanitaria actual historias de precariedad. Desarrollo urbanístico y ordenamiento territorial han demorado en llegar a los extremos de una ciudad que sigue creciendo por sus cuatro costados. Hay barrios específicos con un mote que los delataba, incluso, antes de que el SARS-CoV-2 mutara de un animal hacia los humanos, si es que eso fue exactamente lo que pasó. Adonis Marrero Ballester, delegado de la circunscripción 91 del consejo popular Ángel Alfredo Pérez, dice categórico: “antes a este lugar le llamaban La llama, pero ahora todos lo nombran como es, calle Abraham Delgado Final”.

Mientras caminamos hacia la intersección con calle J, el vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal, Ramón Borges González, comenta que en esa zona se trabajó en las redes hidrosanitarias, pero la deuda con los viales se mantiene, porque es un problema viejo que no depende únicamente de la voluntad.

Un taxi amarillo anunciaba, en la distancia, el perímetro aislado. Al momento llegó el doctor Maikel García de la Fuente, director del Policlínico Centro Antonio Maceo, en una motorina a la que, medio en broma medio en serio, nombra Hurón Azul. Y, como si tuviera apretado el acelerador, enunció las estadísticas que lo mantienen de un lado a otro, entre reuniones, controles y atenciones médicas.

Reunión de la zona de defensa Roberto Rivas Fraga del municipio #CiegodeAvila. En esta zona en lo que va del mes de...

Posted by Julio Gómez Casanova on Monday, January 18, 2021

“Desde el primero de enero se han confirmado 23 casos en la zona Centro, de ellos nueve viajeros y 14 autóctonos. Excepto el consejo popular Vicente, el resto ha identificado positivos (Rivas Fraga, 10; Ángel Alfredo, 8; Onelio Hernández, 5; y Centro Ciudad, 2).”

El primer caso de la tercera ola de COVID-19 en el área de salud que dirige el doctor García de la Fuente fue un paciente con sintomatología respiratoria que generó 26 contactos. A partir de ahí, el contagio se ha mantenido en núcleos pequeños, dentro de las familias. Todo parece indicar que no hay transmisión comunitaria, pero quién podría asegurarlo, viendo la dispersión de los casos.

“En las 13 zonas de cuarentena se mantiene una vigilancia epidemiológica estricta, con termometría dos veces en la jornada. No podemos bajar la guardia, porque 18 de los 23 positivos se diagnosticaron en los últimos cinco días. Hoy ya tenemos una tasa de incidencia que nos ubica en Fase de Transmisión Autóctona.”

COVID-19 en Ciego de Ávila Dos veces al día la pesquisa llega a las viviendas aisladas y se toma la temperatura de sus moradores 

Tanto en el Policlínico Centro como en el Sur, en el mes de enero se ha incrementado el promedio de atenciones diarias por Infecciones Respiratorias Agudas. A unos pocos kilómetros de distancia, la doctora Arisleyda y el doctor Maikel coinciden al alertar que estos no son tiempos de “catarros” y que cualquier síntoma debe ser declarado y atendido con prontitud.

De esa celeridad en la detección de sospechosos y sus contactos directos, del cumplimiento de las medidas restrictivas de movilidad, de la disciplina individual y colectiva, y de la eficacia en la toma de muestras para PCR (así como de la información oportuna de los resultados), depende el curso de la pandemia en Ciego de Ávila.

“Hay que cuidarse”, dijo uno de los vecinos del perímetro aislado como tratando de convencerse a sí mismo, mientras asomaba entre la ropa recién lavada y tendida en el portal. Mas en su rostro volvió a asomar la duda que, minutos antes, había planteado. “¿Hasta cuándo debemos estar trancados?, hace falta salir a trabajar.”

A lo que Adonis insistió: "lo primero es la vida”.

COVID-19 en Ciego de Ávila