Ciego de Ávila vs. COVID-19: la clave es no perder tiempo

Se busca hacer ajustes en los protocolos de actuación para dar una respuesta más rápida a la emergencia sanitaria.

Lo reiteraron una, dos, tres veces en las reuniones de trabajo que tuvieron lugar en Ciego de Ávila y Morón, encabezadas por un equipo de funcionarios del Partido y el Gobierno en el máximo nivel. La clave para frenar los contagios, en medio de un rebrote descomunal, está en no perder tiempo.

Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro, enfatizó en la necesidad de ir más rápido que la enfermedad, de ser previsorios, estrictos y operativos en el cumplimiento de las indicaciones, y lograr disminuir la movilidad. Ello después de que Félix Duarte Ortega, miembro del Secretariado del Comité Central, confirmara que las cifras de positivos han sobrepasado la capacidad organizativa que tenemos para enfrentar la situación.

Con 2 338 casos autóctonos en los últimos 15 días, 1 145 solo en lo que va de julio, la situación sanitaria de Ciego de Ávila es grave. No en balde se ajustaron los protocolos de diagnóstico y se decidió comenzar a tratar a todos los sospechosos con test de antígeno positivo. La relación de positividad entre los test rápidos y los PCR confirmatorios justifican esa decisión que, de hacerse correctamente, acortaría el tiempo entre los síntomas y el tratamiento.

Pero siguen faltando camas, a pesar de que la provincia multiplica centros dedicados al aislamiento. Y no es solo porque la infraestructura es menor que en otros territorios, que lo es, sino que el ritmo de contagios es vertiginoso. Al cierre del 8 de julio se detectaron 1 125 personas con sintomatología sugestiva a COVID-19; atendiendo a la positividad de los test de antígenos, la mitad podría haberse contagiado con el SARS-CoV-2.

Es lo que está diciendo, además, el canal endémico de las infecciones respiratorias agudas (IRA) en la provincia. Según el profesor José Ramón Artigas, metodólogo docente del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, desde la semana 24 se aprecia un incremento de la incidencia y, al cierre de la 29, el territorio está en zona de Epidemia. Esto es totalmente inusual para la época del año, lo que confirma la alta incidencia de la COVID-19, que no deja de ser una IRA.

Por tanto, insistimos, un “catarro” hoy tiene todas las papeletas para ser otra cosa, y la indicación de las autoridades sanitarias es muy clara: hay que declarar sintomatologías a la pesquisa o acudir de inmediato a un centro de Salud. No solo Ciego de Ávila y Morón; el resto de los municipios también ha empeorado sus indicadores en esta semana.

 tabla

El contagio, además, sigue dándose al interior de los espacios domésticos, mayoritariamente. Los 194 casos autóctonos infirmados este viernes eran todos contactos de confirmados y, en lo que va de enfrentamiento, representan el 84 por ciento. El peligro de las colas es visible, atormenta y deja en evidencia algunos mecanismos de control y la efectividad de las medidas. Sin embargo, la transmisión más fuerte está dentro de casa, en centros de trabajo y entre conocidos.

Otro dato lo corrobora, aunque podría tratarse de una mejoría en la calidad de la encuesta epidemiológica y no de una tendencia comprobada. Lo cierto es que en las últimas jornadas el promedio de contactos creció de ocho a 10 por cada positivo. La conclusión es una sola: no estamos aislados ni confinados.