Ciego de Ávila vs. COVID-19: esto no se ha acabado

Tuvimos un respiro en el final del 2020, pero 2021 viene por sus fueros

La COVID-19 nunca se fue, ya lo sabemos. El fin del rebrote en Ciego de Ávila no tiene fecha precisa porque empatamos el cierre del último evento de transmisión con el goteo incesante de casos importados y autóctonos que ha signado nuestro regreso como provincia a la Nueva Normalidad.

En medio de una “tercera ola” de la pandemia en el país, con reportes diarios en todos los territorios y núcleos duros de contagio en La Habana, Matanzas, Villa Clara y Santiago de Cuba, pareciera que a los avileños nos toca un “descanso”, a juzgar por la Tasa de Incidencia Acumulada para los últimos 15 días, de 3.22 por cada 100 000 habitantes.

Mientras en la capital cubana los contagiados se cuentan por decenas diariamente, aquí desde el 16 de noviembre la cifra no sobrepasa los dos dígitos de casos autóctonos. Pero esto no es una competencia; así que antes de creer en el azar mejor nos ponemos el nasobuco y desinfectamos las manos.

Tal recomendación no es nueva, mas vuelve a estar a la orden en este 2021. Veamos qué razones tenemos para insistir en no bajar la percepción de riesgo:

— Después de un mes de diciembre con apenas 10 casos autóctonos y 64 importados, la primera semana de enero, que aún no termina, va por 12 autóctonos y 32 importados.

— Los municipios con mayor incidencia en ambas categorías, en lo que va de 2021, son Morón y Ciego de Ávila. Los dos territorios de mayor población y densidad poblacional, por lo que el riesgo epidemiológico se multiplica. No obstante, es justo mencionar que a Morón se le cargan estadísticamente todos los turistas detectados en el destino Jardines del Rey.

— Al cierre del 6 de enero la provincia contabilizaba 916 casos confirmados, tomando como punto de partida el inicio de la pandemia en marzo. El 89,5 por ciento de ese total se diagnosticó después del 25 de agosto (820 positivos).

— La distribución por municipios de los casos durante el rebrote es la siguiente: Ciego de Ávila (640), Venezuela (46), Majagua (46), Morón (29), Bolivia (17), Baraguá (16), Ciro Redondo (14), Florencia (6), Chambas (4) y Primero de Enero (1).

— En los últimos 10 días han arribado a la provincia 160 viajeros. De ellos solo uno resultó positivo al primer PCR, realizado en el aeropuerto; 66 fueron negativos y 93 están pendientes de resultado. Sin embargo, en el análisis del quinto día, de las 88 muestras tomadas hasta ayer jueves, 13 confirmaron el contagio, 53 fueron negativas y 22 se procesan aún.

El Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la COVID19 y las arbovirosis en el municipio #CiegodeAvila evaluó...

Posted by Julio Gómez Casanova on Friday, January 8, 2021
 

— De los países de procedencia de los viajeros confirmados, Rusia (117) y Estados Unidos (39) tienen los mayores guarismos. Todo indica que, incluso con las restricciones anunciadas por el país, esta tendencia se mantendrá, pues el primero es ahora mismo uno de los principales emisores de turistas y el segundo el país de residencia de la mayor comunidad cubana en el exterior.

— Los números anteriores reflejan un comportamiento evidente: la mayoría de los viajeros contagiados con el SARS-CoV-2 entran a la Isla durante el período de incubación del virus y solo se detectan en el segundo PCR-RT, de ahí la importancia de cumplir el protocolo indicado, que implica el aislamiento y la distancia social.

— Pongamos como ejemplo lo transcurrido en el presente mes. De los 32 casos importados, 29 se mostraron asintomáticos en el momento de la toma de muestra. Tal y como recalcan las autoridades sanitarias cubanas, este es uno de los principales desafíos de la enfermedad, aun cuando, de manera general, los positivos asintomáticos detectados aquí son ligeramente más que los que mostraron síntomas.

— Con el incremento de los casos autóctonos reportados en el inicio del año, se ha elevado notablemente el número de controles de foco; ya totalizan 30. Recordemos que cada caso es en sí mismo un control de foco, a menos que se trate de una cadena de contagios, y exige acciones como la encuesta epidemiológica, la pesquisa activa y el aislamiento y muestreo de contactos directos.

— El municipio cabecera, con 17 controles de foco abiertos, es el de mayor complejidad. Se reportan casos en todas las áreas de Salud. Entonces, no hay por qué sentirse inmunes.

— Salvo tres positivos en los que no ha sido posible determinar la fuente de contagio (dos de Ciego de Ávila y uno de Majagua) ―y que deberían preocuparnos tanto o más que los contactos de casos confirmados, pues sugieren la circulación del virus de manera silenciosa―, el resto de los 22 confirmados entre diciembre y enero son casos secundarios, o sea, contactos de viajeros. Hasta el momento ninguno de esos focos ha generado una transmisión local, pero si no ponemos de nuestra parte volveremos a la cuarentena en un santiamén.

— Y aunque los números del último mes indican un “respiro”, reiteramos que el 2021 viene por sus fueros. Al cierre del 6 de enero permanecían ingresadas 122 personas (37 sospechosos, 64 contactos y 21 confirmados).

— La pesquisa identificó 88 presuntas sintomatologías sugestivas a la COVID-19 y, de acuerdo con los datos del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, no llegan a la media en el cumplimiento de la pesquisa los municipios de Primero de Enero, Majagua, Venezuela y Ciego de Ávila. Este es un muy mal “síntoma”, sobre todo, para el territorio cabecera

— Lo cierto es que aquí no se deja de buscar al SARS-CoV-2. La provincia mantiene una pesquisa activa con PCR-RT en el orden de las 600-1 000 diarias, analizadas en el laboratorio de Biología Molecular del Hospital Provincial Roberto Rodríguez, de Morón. Además de a los turistas y viajeros cubanos (toma de muestra en el aeropuerto y al quinto día), se estudian todas las Infecciones Respiratorias Agudas graves, los sospechosos y contactos directos de confirmados, más estudios puntuales en hogares de ancianos, hospitales y áreas de Salud.

A la par de la restricción de vuelos adoptada como medida por el Gobierno cubano ante el incremento de contagiados, lo verdaderamente imprescindible es el apego a los protocolos sanitarios que exigen mantener el aislamiento efectivo de los viajeros hasta tanto no esté el resultado de los dos PCR-RT reglamentarios.

El destino de la provincia y el país lo decidirá esa disciplina individual y colectiva, y los hechos están ahí para comprobarlo. Después del 2 de diciembre, fecha en la que se reportó el último caso autóctono relacionado con un evento de transmisión, la provincia eslabonó una semana sin casos positivos que fue interrumpida por los contactos de viajeros.

La cantidad de controles de foco abiertos hoy es mayor, incluso, a la del mes de septiembre, momento más álgido del rebrote aquí. Esto es bueno y malo. Bueno porque indica que no hay transmisión más allá del núcleo familiar de los viajeros. Malo porque continúa incrementando el acumulado y el riesgo epidemiológico. Una preocupación que mantiene en alerta a las autoridades políticas, gubernamentales y sanitarias, y que debe anidar en cada uno de nosotros para no creer, ni por un segundo, que estamos a salvo.

Sobre todo porque la Inspección Sanitaria Estatal continúa encontrando fallas en el cumplimiento de las medidas indicadas, en lugares tan vulnerables y de mucha afluencia de personas como bodegas y tiendas.
No, esto no se ha acabado.