Ciego de Ávila vs. COVID-19: ¿el último rebrote?

Si no se introduce al país una nueva variante, a la que las vacunas no “le den”, y mantenemos las principales medidas de contención, este podría ser el último rebrote

Un par de variables en el contexto sanitario de Ciego de Ávila podrían sugerir que la provincia no volverá a sufrir un rebrote de COVID-19 de la magnitud del que estamos saliendo: el avance de la vacunación masiva y su efectividad demostrada.

Al cierre del 6 de octubre 207 531 avileños habían recibido el esquema completo de inmunización, con lo cual cerca del 50 por ciento de la población del territorio posee anticuerpos para evitar el contagio o responder mejor a los síntomas. Ello, sumado a los casi 50 000 enfermos con inmunidad natural, configura un panorama favorable en el control del SARS-CoV-2 aquí.

Los expertos han calculado para la variante Delta una inmunidad colectiva o de rebaño superior al 90 por ciento (bastante complicado conseguirla) y, aunque Ciego de Ávila no alcanza esa cota, el descenso en la incidencia diaria y acumulada (312.6 por cada 100 000 habitantes) de casos positivos habla a favor de la efectividad de las vacunas cubanas. Algo que ya había sido demostrado bioestadísticamente con Abdala, tal y como publicamos hace unos días.

Si más del 97 por ciento de las personas vacunadas con el esquema completo en Ciego de Ávila y Morón no se contagió, resultados similares podrían comprobarse luego de que concluyan el resto de los municipios y la inmunización en edades pediátricas, toda vez que esos territorios han tenido menos casos (aunque, a partir de sus pequeñas poblaciones, el riesgo de infectarse sea mayor).

Los datos de la Dirección Provincial de Salud indican, además, que entre los vacunados que sí resultaron positivos al análisis de PCR la mayoría transitó la enfermedad asintomático o con síntomas leves. Muy significativas son las cifras, pues si a la altura de la semana 31 (principios de agosto) solo el 5.2 por ciento de los vacunados enfermos se consideró asintomático, esa proporción cambió nueve semanas después (principios de octubre), cuando se calculó la incidencia en ese grupo específico en 51 por ciento.

También se nota esa tendencia al analizarla por meses. Mientras en agosto el 6.8 por ciento de los vacunados contagiados no tuvo síntomas (o muy leves), en septiembre ascendió a 44.6 por ciento y, en lo que va de octubre, ya se estima en 53.8 por ciento. Es decir, las vacunas previenen el contagio y las formas graves de la enfermedad.

O sea, incluso con la mayoría de la población vacunada, las probabilidades de brotes locales o comunitarios no se puede descartar y, en consecuencia, ningún cambio en el régimen de disposiciones organizativas y sanitarias debería desmovilizarnos, desde el punto de vista de la prevención.

Las estadísticas diarias parecieran estar de nuestro lado. En los últimos siete días se reportan poco más de 500 casos, algo que no sucedía desde mediados de junio; también ha caído la letalidad, que es de las mejores noticias que podríamos escribir.

El doctor José Ramón Artigas, metodólogo docente del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, coincide en que no deberíamos experimentar un brote epidémico como el vivido entre mayo y septiembre, pero no descarta que la entrada de nuevas variantes del virus y el resquebrajamiento de las medidas de contención nos hagan retroceder. “La vacuna sola no resuelve el problema. Hay que seguir usando el nasobuco y mantener la distancia de seguridad. La concentración de personas en espacios reducidos y sin los medios de protección es una variable a considerar siempre”, dice.

Asimismo, insiste en la necesidad de cumplir los protocolos definidos, en sectores clave como el Turismo y Educación. Los primeros porque estarán de cara a la entrada de vacacionistas procedentes de lugares del mundo con menos por cientos de inmunización que Cuba o expuestos a otras variantes del coronavirus. Los segundos porque las escuelas son vulnerables a partir de las matrículas y la conducta de niños y adolescentes.

Otras estadísticas de la jornada

• Acumulado de casos autóctonos: 49 934
• Casos autóctonos del día: 71 (de ellos 9 menores de 18 años)
• Casos activos: 416
• Casos graves y críticos: 16 (15 graves, 1 crítico)
• Fallecidos del día: 0
• Acumulado de fallecidos: 721
• Tasa de Incidencia Acumulada (15 días): 312.6 por cada 100 000 habitantes
• Muestras procesadas: 2 137 (positividad del 3.3 por ciento)