Ciego de Ávila vs. COVID-19: atajar el repunte

Las autoridades reforzaron las medidas restrictivas en aras de atajar el repunte de casos que ya lleva 15 días sucediendo.

No solo no se “abrió” la provincia ayer 5 de abril ni se reanudó el curso escolar presencial, como aseguraba el rumor popular, sino que sucedió todo lo contrario: el incremento de casos positivos a la COVID-19 en Ciego de Ávila en los últimos 15 días desembocó en un reforzamiento de las medidas restrictivas.

La máxima dirección de la provincia decidió adelantarse a las consecuencias de un repunte sostenido para evitar que regresemos a lo vivido entre finales de enero y el mes de febrero, cuando se confirmaron aquí 522 contagiados con el SARS-CoV-2. Los cinco primeros días de abril (64) van dejando un saldo bastante similar a los de igual fecha del segundo mes del año (78), y ya sabemos cómo prosiguió. En ese sentido, arreciar la contención tiene toda la lógica del mundo.

Máxime cuando ya se notaban las “flexibilizaciones” en espacios públicos e institucionales, con menos presencia de agentes del orden y equipos de supervisión y control, en los primeros, y un relajamiento de la disciplina administrativa en los segundos. Aunque no siempre el contagio es resultado de una irresponsabilidad consciente, los focos institucionales activos hoy tienen mucho de inobservancia de lo indicado y baja percepción del riesgo.

El propio Carlos Luis Garrido Pérez, Presidente del Consejo de Defensa Provincial, dijo en una comparecencia en televisión este martes que, además del foco en la Empresa de Productos Lácteos, se han identificado casos asociados a la Empresa CUPET y a una Unidad Empresarial de Base de Vegetales en la Empresa Agroindustrial Ceballos. Además, se mantienen abiertos uno en la cayería norte, uno en el Hospital Antonio Luaces Iraola y se suman dos en el Hospital Roberto Rodríguez, de Morón.

Si a alguien se le ocurriera pensar que lo dicho no justifica el llamado de alerta y “apretar” la mano, lo remito a los números informados esta jornada. Al cierre del 5 de abril la provincia confirmó 16 nuevos casos, todos autóctonos, nueve de ellos asintomáticos, por lo que el acumulado ascendió a 2 248, de ellos 1 344 en el actual año.

Ya hemos explicado el peligro de los positivos que no muestran síntomas. Y hemos abordado, también, lo que representa un contagiado que no sabe dónde estuvo en contacto con el virus: al cierre del lunes cinco personas no tenían fuente de infección precisada, lo cual va echando “leña al fuego” de la trasmisión.

Una trasmisión que va, incluso, de un municipio a otro, porque en las largas cadenas de contactos (con un promedio de más de 10 por cada positivo), y en medio de la etapa epidémica y sin transporte público o intermunicipal, aun así, la movilidad es elevada. De igual forma, los focos institucionales aportan a la dispersión.

De los 16 confirmados tres son menores de 19 años y cinco mayores de 60, edades extremas donde la incidencia de la enfermedad podría generar evoluciones desfavorables. 11 de los informados hoy corresponden al municipio cabecera, con residencias en los poblados de Jicotea y El Purial, en el edificio 11 y en las calles Independencia y Chicho Valdés.

Con estas cifras, la provincia amaneció hoy con una tasa de incidencia de 32.3 por cada 100 000 habitantes, lo cual nos ubica en el mismo lugar de hace 18 días, pero en sentido contrario: en aquella oportunidad íbamos de bajada y ahora, de subida.

Los números de hoy

Confirmados del día: 16 (todos autóctonos)
Confirmados acumulados: 2 248
Casos activos: 59
Viajeros en cuarentena: 38
Muestras enviadas en el día: 802
Muestras recibidas: 843
Muestras Acumuladas: 153 278
Controles de foco activos: 40 (35 comunitarios y 5 institucionales)