Ciego de Ávila vs COVID-19: 15 días de sosiego

Las dos últimas semanas han sido las más tranquilas para la provincia. No se reportan nuevos positivos ni fallecidos y están de alta todos los pacientes

Por primera vez desde que comenzó la epidemia, Ciego de Ávila logra mantener una racha sin positivos a la COVID-19 de 15 días. Lo ratificó esta mañana el Doctor Francisco Durán al decir que la provincia se incorporaba al “pelotón” de territorios con esa cifra o más de jornadas sin reportar nuevos casos.

15 días no son poca cosa. Es un ciclo completo, o al menos el estimado de un ciclo de incubación y enfermedad completo que hemos asumido como referencia.

En 15 días, si estuvimos en contacto con el SARS-CoV-2, desarrollamos síntomas (o no) y habría muchas probabilidades de recuperación.
Aunque el país sumó hoy otro lamentable fallecimiento, la letalidad de 3,79 por ciento significa que la inmensa mayoría de los enfermos sobreviven. La cifra para el contexto provincial (3,1) es similar, pero no quiere decir exactamente lo mismo.

Después de La Habana con 45, Villa Clara (12) y Matanzas (7), Ciego de Ávila está en el grupo de cuatro territorios con tres o cuatro fallecimientos (Sancti Spíritus, Holguín y Santiago de Cuba). Luego aparecen otras cinco provincias y el municipio especial con una muerte a causa de la COVID-19, mientras que Pinar del Río, Mayabeque y Granma no reportan decesos.

La letalidad en predios avileños, sin embargo, es la menor entre la de las provincias con más casos positivos reportados: La Habana (1183), Villa Clara (219), Matanzas (205), Holguín (94), Sancti Spíritus (68) y Pinar del Río (52). Recordemos que la letalidad es el cociente que se obtiene al dividir la cantidad de fallecidos entre el acumulado de positivos y se multiplica por 100 para expresarlo en porciento.

El otro elemento que ya hemos compartido y que habla a favor de la recuperación es la evolución favorable de los enfermos. Salvo los tres fallecidos, en Ciego de Ávila el resto ha cursado sin complicaciones relacionadas con la COVID-19.

Gracias a esa evolución favorable, en las dos semanas anteriores recibieron el alta clínica los últimos pacientes activos y ha sido tiempo suficiente, también, para declarar altas epidemiológicas que van cerrando el cerco de la epidemia aquí. Al cierre del 11 de junio se reportó el alta epidemiológica número 87.

Estos 15 días han sido, además, muy tranquilos desde el punto de vista de la detección de sospechosos. La pesquisa no se ha detenido, pero como el riesgo epidemiológico es bajo, con la tasa de incidencia más baja en dos meses y medio de epidemia, las infecciones respiratorias se han estudiado y no han arrojado nada de qué preocuparse.

Y aunque todo pareciera indicar que podemos relajar las tensiones, el propio plan nacional para pasar a la nueva normalidad, del que tendremos detalles en apenas unas horas, mandata continuar con la guardia en alto. Como reza el refranero popular, siempre será mejor precaver que lamentar.