Ciego de Ávila: el maldito bache por todas partes (Parte 1)

Los números del Centro Provincial de Vialidad en Ciego de Ávila no hacen sino confirmar lo que ya todos aquí percibimos: el 80 por ciento de las vías en el territorio avileño están en regular y mal estado. Pero el problema va más allá de las cifras

Si no pensara que los baches me rodean como un cáncer hubiera podido caminar a pierna suelta
(Perdóname, Virgilio)

La imagen de la niña de impecable uniforme y zapatos lustrados, montada en el viejo caballo alazán, y su padre rompiendo el fango de lo que todavía no es la Circunvalación Sur, debería estar encima de estas letras, como el retrato realista repetido año tras año cuando llega la lluvia, aunque el padre ya no esté y la niña ya no sea niña. Pero esa foto nunca se hizo.

Es una foto, no obstante, que podríamos tomar ya no en una zona periférica, casi rural como el reparto donde aún persiste el sueño de una carretera, sino, incluso, en cualquier barrio “urbano” de la ciudad (a no ser por el caballo, quizás), porque cada 38 minutos se revienta una red principal o secundaria del sistema de acueducto y alcantarillado en Ciego de Ávila.

Cada 38 minutos entonces, más o menos, nace un bache. La primera cifra es bastante exacta, pues el promedio de salideros diarios ronda los 39, ya que el “tejido” subterráneo de la ciudad tiene más de 100 años y, en buen cubano, no aguanta más. La segunda es un cálculo aproximado, con especialistas a favor y en contra.

Donde la Matemática no falla es en la relación directa entre salideros y baches, determinada por la intensidad de los primeros y la anatomía de los segundos. En buena lid, los viales (asfaltados o no) son alérgicos al agua. Alergia crónica y aguda, debemos decir. Bastaría preguntarles a quienes conocen de cerca el fango, las rutas de ómnibus que no llegan porque el camino es intransitable, el tobillo torcido en el borde de una oquedad y el dolor… la maldita circunstancia del bache por todas partes.

•Lea aquí un previo acercamiento de Invasor al tema

La producción teórica en torno a la calidad de carreteras y calles —¡oh sí!, las universidades, centros de investigación, empresas especializadas en el mundo y en Cuba estudian estos asuntos; existen, incluso, tesis de licenciatura, maestría y doctorados en “bacheología”— coincide en que no se puede hablar de un solo factor desencadenante, sino de varios.

Según un estudio publicado por la Universidad de las Américas de Puebla, en México, entre los factores más recurrentes están la humedad, la fatiga del pavimento, el tránsito vehicular, mal drenaje, composición inadecuada de la mezcla asfáltica y el desgranamiento superficial. Un rosario de calamidades aplicables, todas, a la realidad avileña actual, donde el 80 por ciento de los 3 469, 23 kilómetros de viales, están en regular y mal estado. Estamos hablando de 2 758 kilómetros de carreteras, calles y caminos en los que cada vez se hace más difícil transitar.

Calle en mal estado

Patronos de la vía ¿desconectados?

Ese número, aunque parezca calculado a ojo de buen cubero y haya quien crea que se queda corto, tiene detrás la firma autorizada del Centro Nacional de Vialidad, entidad rectora en el país de esta actividad. Cada tres meses, su representación en Ciego de Ávila, el Centro Provincial de Vialidad (CPV), emite una información sobre el estado de las vías, desglosada por patronatos.

En este punto es preciso aclarar que, en materia de viales, culpas, baches y soluciones están repartidas. Las vías de interés nacional (Carretera Central, por ejemplo) corresponden al CPV; las de interés provincial y municipal son responsabilidad del Consejo de la Administración Provincial y sus instancias subordinadas. Además, las delegaciones territoriales de los ministerios de la Agricultura y Turismo, así como del grupo azucarero AzCuba, tienen encargos estatales en vías de interés específico. Conocer la distribución de patronos es imprescindible a la hora de pedir respuestas.

Patronato

Si en predios avileños hay una voz experta en estos temas es la de la Ingeniera Nodelsa Viñas Oramas, especialista provincial en Vialidad del CPV. En su opinión, además de la escasez de recursos (aclaremos de una vez que la reparación y mantenimiento de las vías es muy cara), lo que está faltando aquí es hacer uso de la información sobre el estado de los viales en la confección de los planes de conservación. “El otro problema es que no nos ponemos de acuerdo entre todos los organismos que intervienen en el proceso de inversión o mantenimiento.”

La falta de compatibilización en las inversiones y mantenimientos es deficiencia vieja y recurrente, de la que no escapa casi nadie en esta provincia. La ironía es tan evidente y cercana para el CPV como que en el propio reparto donde está enclavada su sede, en la propia calle donde acometieron el asfaltado y la urbanización hace menos de 12 meses, luego, otros organismos picaron para instalar redes hidráulicas. “En la práctica, se continúa otorgando licencias de pavimentación sin concluir la infraestructura técnica y sin el proyecto de tránsito.” Así no se puede.

Calle en mal estadoEn el reparto Díaz Pardo, el Centro Provincial de Vialidad reparó esta calle en 2018, luego otra entidad rompió lo hecho para instalar redes hidráulicas... y así se quedó

Sin embargo, a estas alturas, tales “desconexiones” no deberían ocurrir, porque cada martes, en la sede del Gobierno provincial, los principales actores y responsables del mantenimiento vial se reúnen y toman decisiones colegiadas. Así lo explica Ernesto Ríos Cruz, director del CPV, quien añade “calor” al ¿asfalto? al hablar de calidad.

La calidad, aunque a veces lo parezca, no es una entelequia y se puede conseguir conjugando recursos materiales y responsabilidad en las dosis exactas. El directivo se refiere a la innegable obsolescencia tecnológica de todos los equipos, independientemente de los organismos a que pertenezcan, y de requerimientos técnicos quedados en el camino (¿atascados en baches?).

“Nosotros tenemos contratado el control de la calidad con la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA), pero esa empresa solo puede garantizar el control de la compactación del asfalto. No puede hacer ensayos del líquido asfáltico, porque no tiene laboratorio. Antes se hacían los diseños de asfalto en Camagüey, ahora ya no. El último se hizo hace más de cinco años en Villa Clara.”

— ¿Quiere decir que podríamos estar trabajando con materiales sin la calidad requerida?

— Así es.

Leonel Rodríguez González, director de la Unidad de Investigaciones de la Construcción, filial Camagüey, subordinada a la ENIA, confirma lo dicho por Ríos Cruz. En la zona central del país, solo Villa Clara tiene la capacidad para diseñar la mezcla asfáltica y ensayar todos los componentes del hormigón asfáltico. Sin embargo, el especialista recalca que las entidades constructoras deben tener contratado el servicio. “El año pasado fue así. Este no sé”. La unidad avileña, en cambio, sí puede controlar la temperatura de vertido y otros indicadores in situ, siempre que sean notificados de que se trabaja en una vía.

Sin áridos no hay asfalto

Si algo no se puede disimular es un bache. Los llamados coloretes aplicados, por ejemplo, a las fachadas de edificaciones para esconder los estragos del tiempo, con las calles llenas de huecos no funcionan; y la gente lo sabe. Cada año, el sistema del Poder Popular provincial, ya sea en los procesos de rendición de cuentas o por despacho, recepciona más de 1 500 planteamientos relacionados con el estado de las vías. Y podríamos suponer que son pocos todavía.

De esas quejas, no obstante, solo se incluyen en el Plan de la Economía un por ciento menor, teniendo en cuenta la disponibilidad financiera y material del país y el territorio, lo que mantiene este tema en letras y números rojos en la agenda pública. Junto a los salideros y obstrucciones de las redes hidrosanitarias, y la recogida de desechos sólidos, los baches completan la trinidad de dolores de cabeza para cualquier funcionario político o administrativo.

Aunque se trabaja en función de dar respuesta a los planteamientos con respaldo en el Plan de la Economía, las cifras de la Unidad Presupuestada Inversionista Pedraplén Sur están en clave financiera. Esto quiere decir que en sus proyecciones no se habla de cantidad de calles reparadas, sino de miles de pesos y toneladas de asfalto asignadas. Como principal inversionista en Ciego de Ávila para la actividad de reparación y mantenimiento vial, la entidad que dirige Milagros Reyes Acosta cerró 2018 con su plan de 11,9 millones de pesos cumplido al 99,9 por ciento. La pregunta es, ¿cómo se traduce este número en vías arregladas?

Infografía

Más de una vez en nuestro periódico hemos explicado que no siempre los por cientos son elocuentes. Y este es un caso típico. Reyes Acosta habla de problemas que se van acumulando porque las asignaciones de hormigón asfáltico caliente (HAC) y frío (HAF) son hoy la décima parte de lo que fueron hace cinco años. “En 2012, 2013, recibíamos 13 000 toneladas de HAC; en la actualidad el plan apenas llega a 1 000. El asfalto frío también se incumple, en menor medida, pero se incumple.”

Aun cuando cada municipio tiene un intendente y en las ciudades de Ciego de Ávila y Morón (las de mayores acumulados de planteamientos) las estructuras del Pedraplén Sur están completas, lo que falta son los recursos. Al cierre del primer cuatrimestre de 2019 solo se había recibido el 30 por ciento de lo planificado —un plan, por cierto, menor que el de 2018 en casi un millón de pesos. “El año pasado fue complejo, pero este lo será más”, confirma la directiva.

No es que Milagros pueda predecir el futuro inmediato porque su nombre le confiera poderes especiales. Su convicción se basa en el comportamiento del suministro de áridos, materia prima fundamental para cualquier acción de rebacheo o pavimentación que, desde finales del año pasado, acusa problemas, agudizados en el comienzo de este.

comentariosEl mal estado de los viales y las prioridades en su reparación generan comentarios en todas las plataformas

La próxima semana seguiremos sumando variables a la trabajosa y complicada ecuación de los viales, tratando que el resultado sea diferente a esa sigla terrible de NTS (No Tiene Solución).

Los malditos baches por todas partes

Si no pensara que los baches me rodean como un cáncer hubiera podido caminar a pierna suelta (Perdónanos, Virgilio)

Posted by Periódico Invasor on Thursday, September 5, 2019