Centros de evacuación, barreras de contención para Elsa

Lisandra García Soto lo dice confiada y sin dudas: “a nadie le gusta dejar su casa y los animales, pero lo primero es la vida y el bienestar de mis hijos”.

Con esta certeza, confirmada casi a la fuerza entre tantas evacuaciones en los últimos años, desde el consejo popular de Vicente hasta la ciudad de Ciego de Ávila, en apenas unas horas preparó las mochilas y subió a la guagua con su esposo José Abreu Gorguet y sus seis niños.

Debieron voltear la cabeza para despedirse del caserío del contingente, como se le conoce a los albergues transformados en viviendas en este poblado, que si bien a simple vista parecen sólidos, se trata de estructuras vulnerables ante el posible paso de la tormenta tropical Elsa.

Lo cierto es que se dice más fácil de lo que se hace y en entretenerlos delante de una computadora, lograr que los pequeños usen el nasobuco y mantengan el distanciamiento, se le ha ido la voz, pero vale la pena con tal de precaver en el mismo sitio dos problemas: el virus y la posible ventolera.

José sabe que están en el mejor lugar posible, aunque tengan que esperar en sillas plásticas y no en colchones, porque vivió en carne propia, en Santiago de Cuba, los estragos del huracán Sandy y lo que pasa cuando la gente decide esperar en casa y el azote es implacable.

A las 4:00 de la tarde ya se habían instalado en la escuela primaria Augusto César Sadino como parte del primer grupo de 60 personas que arribó a este centro de la ciudad de Ciego de Ávila, que debe acoger un total de 150 evacuados en lo que ya va siendo habitual para el colectivo dirigido por Rafael Sánchez Ruíz.

“Esta escuela siempre acoge a las personas que vienen de Vicente, ya sea porque viven en casas vulnerables o por las inundaciones en zonas bajas.

“Convocamos a los maestros y junto al personal de servicio garantizamos la limpieza, la distribución de las dos meriendas y la comida prevista, y respondemos a cualquier urgencia que se presente. En el caso de los niños se les garantiza la leche y todas las atenciones”.

Esta misma explicación la repetía en Ceballos Damiro Valdés Almaguer, director de la escuela Levan Kikava, donde se espera albergar a 100 pobladores con viviendas con malas condiciones estructurales y ubicadas en zonas donde tradicionalmente con cualquier aguacero el agua sube a medio pie.

Por eso la experiencia de Mercedes González García le dice que si las lluvias son intensas estaríamos hablando de metros y trasladó sus pertenencias a casa de una vecina con techo de placa y otras las subió a una altura razonable. Solo le preocupa el techo, que afectado desde el huracán Irma, todavía no ha terminado de ser reparado.

La zona de defensa de Ceballos es una de las tres que quedan fuera de la ciudad de #CiegodeÁvila. En el semininternado...

Posted by Periódico Invasor on Sunday, July 4, 2021

Ambas escuelas se incluyen en la lista de 28 que pretenden ser barrera de contención al paso de la tormenta tropical Elsa, y que, en medio de la situación epidemiológica, se cubrirán solo hasta el 50 por ciento de la capacidad.

Júcaro también evacuó a la población vulnerable

Sucede que Vicente, Ceballos y Jicotea son las tres zonas de defensa más alejadas de la cabecera del municipio de Ciego de Ávila y, también las que más complejidad presentan, de ahí que, cuando logran asegurarse, el Consejo de Defensa Municipal respira con cierto alivio.

No obstante, Evérgito Vargas Martínez, vicepresidente del Gobierno en el municipio cabecera, explicó que deben evacuarse alrededor de 5 462 personas en 20 guaguas, de acuerdo al inventario realizado por cada zona de defensa, el cual contempla riesgos de inundaciones, derrumbes, afectaciones en cubiertas ligeras y personas vulnerables debido a la edad, a los padecimientos crónicos, por ser embarazadas o estar encamados. De ellas se prioriza el traslado de cerca de 1 200, que son las que presentan la situación más crítica.

Los sitios con mayor riesgo se ubican en Alfredo Gutiérrez Lugones; Rivas Fraga; en el área del Aeropuerto en Los Barrenos, Indalecio Montejo en la zona denominada Inseminación, y en el barrio El Güiro, en Jicotea.

En este contexto ha sido un aliciente que se reguarden en casa de familiares y amigos más de 8 000 personas en las diferentes zonas de defensa, sin perder de vista que el virus es una agravante para la estancia y que cualquier precaución es poca.

Se supone que en un lapso de seis horas culminen las labores de evacuación y que Elsa avance mañana sin grandes estragos por suelo avileño, pero para los que esperan, de seguro, la estancia será demasiada larga y la incertidumbre inmensa.