Centros de aislamiento: cortar sustos y sospechas

Si Ernesto Javier Hernández y Dayana Martínez pasaron 14 días apoyando la limpieza en el centro de aislamiento para pacientes sospechosos establecido en la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, tuvieron un PCR negativo y decidieron regresar, ha sido por el compromiso enorme de saberse indispensables allí, donde se intenta un diagnóstico precoz del virus y aminorar síntomas.

Con esa misma certeza otros 23 estudiantes cepillan el piso, desinfectan las superficies, reparten las comidas y meriendas, y apoyan la distribución del avituallamiento con un ir y venir como de hormigas que les ha devuelto vitalidad a los pasillos que, desde hace meses, permanecían vacíos.

Tampoco fue fácil explicar en casa una decisión que los iba a poner en la primera línea de enfrentamiento al virus o dar consuelo a quienes la incertidumbre del contagio les carcome entre cuatro paredes, pero a lidiar con esos inconvenientes han aprendido, casi tanto como de protocolos y epidemiología.

En la Universidad de Ciego de Ávila este valiente joven da lo mejor de si en la atención solidaria y gratuita a...

Posted by Jorge Luis Delgado Felipe on Thursday, October 1, 2020

Hasta este centro derivan aquellas personas que saltan en las pesquisas con síntomas catarrales o febriles, y las que, de modo voluntario, acuden a los cuerpos de guardia. Hasta ahora solo 128 capacidades están ocupadas, aunque, a juzgar por la complejidad epidemiológica de la provincia, lo ideal sería que nadie escapara del filtro de la vigilancia y que el número fuera mayor.

La rutina inicial de trabajo determinó la toma de muestras para el exudado nasofaríngeo diariamente, pero con el avance crítico de la enfermedad se decidió hacerlo en el momento del ingreso sin importar la hora. Lo normal es que los resultados tarden 48 horas y en la ubicación de los pacientes se tiene en cuenta el posible foco o evento al que se asocian y la fecha.

Según Juan Miguel Guerra Armada, especialista al frente del centro de aislamiento, el protocolo establecido indica la toma de los signos vitales tres veces al día y la administración de medicamentos como la Azitromicina y el Oseltamivir. En caso de que las manifestaciones clínicas agraven son remitidos a otro nivel de atención.

“Lo fundamental es observar de cerca al paciente y estar al tanto de su evolución, sin olvidar el flujograma establecido porque no podemos permitirnos ningún descuido en lo referido a la bioseguridad. Los medios de protección están garantizados e insistimos en su correcto uso.”

Las opciones para el menú y su conformación pasan por las manos de Lázaro Batista Zamora, jefe del Departamento de Alimentos. No falta una dieta diferenciada para las personas con enfermedades crónicas como la diabetes mellitus y para los niños, a quienes se les garantiza leche, jugos y frutas.

De vez en vez, también llegan las donaciones de los campesinos avileños y las opciones son más suculentas. Así sucedió con el cargamento de plátano, mermelada, jugos y puré de tomate, que arribó este jueves para resarcir las provisiones, procedente de las cooperativas de crédito y servicios José Antonio Echevarría, José Martí, Patricio Sierralta, Triunfo de la Revolución Cubana, José Maceo y Paquito González.

Centro de aislamientoSe ha hecho sentir durante el enfrentamiento a la COVID-19 el aporte de los productores avileños

Está claro que el enfrentamiento a la COVID-19 es una carrera de resistencia, que no depende tanto de la rapidez como de la eficacia, por eso, parte del éxito depende de lo que se haga en los centros de aislamiento para un diagnóstico oportuno, aislar contactos y cortar cadenas de transmisión.