Pedraplén Turiguanó-Cayo Coco: compromiso y desafío

En Ciego de Ávila el 26 de julio es también la fecha marcada por la intrepidez de un puñado de hombres que lanzó piedras en el mar hasta unir el poblado de Turiguanó con Cayo Coco, con el compromiso de no fallarle a Fidel Castro, aunque parecía una utopía y no podían despojarse de la incertidumbre.

Durante su estancia en el territorio para conmemorar el aniversario 27 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el Líder Histórico de la Revolución cubana avizoró que el progreso turístico se encontraba en los cayos ubicados al norte de la provincia.

El 30 de marzo de 1983 marcó el comienzo del pedraplén, a cargo de una reducida brigada conformada por siete trabajadores y un camión de volteo. Las piedras, extraídas de una cantera cercana, debieron levantarlas a mano al no disponer de equipos de carga.

Así surcaron los primeros 362 metros de mar, hasta que el 13 de marzo de 1987 definió un segundo momento trascendental cuando Fidel visitó la obra y confirmaron la posibilidad de continuarla, guiados por la histórica frase del Comandante en Jefe: “Aquí hay que tirar piedras sin mirar para adelante”.

La empresa, llevada a cabo por aquellos hombres hechos de salitre, monte y ciudad, hizo que el alto dirigente entregara equipamientos para avanzar. Llegaron camiones de volteo para cargar piedras y transportar otros materiales y se sumaron brigadas de apoyo de los ministerios del Azúcar, la Construcción, Agricultura, Pesca y otros organismos.

Nombrado jefe de la brigada especial Roberto Rodríguez, El Vaquerito, con posterioridad constituida en el primer contingente de la nación, Evelio Capote se sintió emocionado, según declaró al escritor e investigador moronense Larry Morales.

Luego veía la enorme valla con las palabras de Fidel, observaba el horizonte y se repetía que no le podía fallar; esa carretera llegaría al cayo aunque lo último que echaran en ella fueran sus huesos.

Meses después, el 26 de julio de 1988, durante el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, en la provincia de Santiago de Cuba, el Comandante en Jefe comunicó a los cubanos y al mundo:

fidel “(…) hoy nos llegó la noticia, enviada por los constructores, de que (…) como homenaje al 26 de Julio habían empatado la tierra firme con cayo Coco”.

El pedraplén, primero de su tipo en el país, sufrió severos daños por el embate de ciclones que a lo largo de los años causaron deterioros a su estructura, y se agudizaron con el paso del huracán Irma en el 2017.

Su programa integral de reparaciones no solo previó la parte constructiva, sino también colocarle la capa definitiva de rodamiento a la carretera y la conclusión de las defensas laterales, el acondicionamiento del paisaje vial, las señalizaciones horizontales y verticales, las escolleras (protección a ambos lados del pedraplén), y los aproches (resguardo de los puentes).

La construcción de esa obra, de 35 kilómetros en total —17 sobre el agua—, se concibió con 14 puentes facilitadores del intercambio de las corrientes marinas en la zona, pero luego de las afectaciones provocadas por el paso del huracán Ike se decidió unir dos.

Mantener la seguridad en el traslado por esa vía constituye una prioridad, de manera que se garantizan los mantenimientos con regularidad, a cargo de brigadas especializadas del Contingente Roberto Rodríguez Fernández y la Empresa de Construcciones y Montaje de la provincia.

Jennia Fariña Macías, ingeniera civil vinculada a las acciones de la referida brigada, aseguró que esa es la obra insignia y conservarla en buen estado representa un orgullo y compromiso para los trabajadores, caracterizados por su gran sentido de pertenencia.

“El Vaquerito” asume los movimientos de tierra que se efectúan como parte de la restauración de las escolleras, los paseos y puentes, lo que exige la profesionalidad de una comisión de Topografía (topógrafos, cadeneros y portamiras) para mantener el trazado y los niveles del vial, explicó.

La calidad en la ejecución de los mantenimientos también está relacionada con la tipología de las rocas que se emplean, extraídas de una cantera ubicada en Las Grullas, en el municipio de Florencia, distantes a unos 60 kilómetros, sin embargo, son las que reúnen los requisitos técnicos, añadió.

Esta brigada, agregó, se ha especializado en esos mantenimientos, por lo general extendidos durante un año, debido a sus complejidades, y en los cuales desempeñan un rol decisivo los operadores de equipos pesados como buldóceres, motoniveladoras y cilindros compactadores.

El perfeccionamiento contempla la incorporación de pases de agua para minimizar su impacto negativo en el ecosistema al permitir el intercambio y movimiento de fluidos, con resultados positivos en la recuperación de manglares, subrayó el Máster en Ciencias Biológicas Raúl Gómez Fernández, investigador auxiliar del Centro de Investigaciones Costeras.

Al analizar la relación costo-beneficio el científico avileño reconoció los aportes del pedraplén al contribuir a la diversificación de la economía y el desarrollo de uno de los sectores más promisorios en el país.

Esa obra estuvo precedida por una red de carreteras internas que ha posibilitado la construcción de hoteles con categoría de Cuatro y Cinco estrellas, además de villas de alojamiento, un aeropuerto internacional y otras instituciones de apoyo a la denominada industria del ocio.

Actividades náuticas, redes de transmisión de energía eléctrica, comunicaciones fiables y bases de transporte, posibilitan la operación de un turismo de salud y seguridad en Jardines del Rey, un paraíso que distingue por sus hermosas playas de coral, el verdor del paisaje, los ritmos latinos candentes y la hospitalidad.

El viaducto abrió las puertas de la provincia y el país hacia el futuro. En los siguientes años la conquista de esos parajes hermosos se extendió hasta los cayos Guillermo, Antón Chico, Paredón Grande, Romano y Providencia, a través de caminos asfaltados y pequeños pedraplenes que otra vez desafiaron a la naturaleza.