El resumen de todo un año puede ser un trabajo escabroso. Hay que hacer un ejercicio de memoria nada fácil, tal vez revisar los documentos donde quedan números, momentos recogidos para explicar parte de lo acontecido en 365 días.
Por supuesto, hablar sobre lo sucedido en el calendario es una simpleza en comparación con todo lo que se hizo para sortear carencias, dificultades. El 2019 fue un año complicado, duro. Así lo califica Rigoberto López Pérez, vicepresidente que atiende la distribución en el Consejo Provincial de la Administración (CAP) en Ciego de Ávila.
Invasor conversó con el directivo para conocer sus valoraciones sobre el período terminado y los aires del 2020 que ya nos tocan a la puerta, como señales de que hace falta ponerse las pilas para seguir.
Específicamente en esa área, las cosas estuvieron tensas porque “repartir lo poco es bastante difícil.”
La feria comercial sufrió cambios durante el año, al moverse de su sede habitual en el Parque de la Ciudad para llegar a los Consejos Populares cuando los productos alimenticios y el combustible tuvieron puntos muy complicados. Foto: Nohema Díaz
Asistir a la reunión de distribución encabezada por Rigoberto valida sus palabras. Mover las piezas de ese tablero para “garantizar la comida del pueblo” es en extremo complicado.
Para él ese espacio sistemático ha permitido dialogar, encontrar las soluciones, buscar las vías para hacer llegar al menos lo esencial en los tiempos de más escasez. En el consejo de cada semana, el mal trabajo queda emplazado, con análisis oportunos y búsqueda de respuestas.
Ese fue espacio para armar estrategias y darles seguimiento. Todas las inestabilidades con los suministros en el 2019 dejaron enseñanzas importantes, sobre todo visibilizaron aquellas malas prácticas y cómo estaban mal diseñadas algunas actividades, incongruencias, derroche.
Dicen que de lo malo siempre algo positivo se saca y en eso se enfoca el vicepresidente del CAP.
“Esto nos enseñó cuántas cosas podemos hacer en tiempos normales y no esperar a que lleguen las crisis para tomar las medidas. De hecho, estamos manteniendo algunas como el movimiento de la canasta en casillas, el aprovechamiento de la cadena puerto-transporte-economía interna para trasladar productos, iniciativas extendidas a otros sectores, como el de la construcción. También se continúa aprovechando los carros que llevan alimentos a otras provincias para regresar con otros productos.”
En los tiempos de la situación energética, se priorizó llegar a todos con la canasta básica, un logro que Rigoberto destaca, porque implicó a trabajadores de las cooperativas y unidades estatales en los municipios, un esfuerzo coordinado que permitió “ir hasta la última bodeguita”, para lo cual se emplearon vías alternativas, por ejemplo, la tracción animal.
Fueron varias las inestabilidades durante el año, rememora. En los comienzos, las dificultades con la carne de cerdo, a mediados con el pollo y los embutidos, en los finales los productos de aseo mantuvieron a los avileños en tensión y haciendo grandes colas para comprar.
Ha sido como una balanza. Algunos productos están bien y luego decaen. Ponía el ejemplo del cerdo. Aunque no logra satisfacer la demanda, el concluir del 2019 trajo un poco de alivio porque ya los niveles aumentaron.
Cuando estuvo “perdida” la carne se reforzaron los centros de elaboración, que despertaron de su letargo para apoyar con variedades de alimentos. No obstante, Rigoberto López reconoce fisuras del trabajo: “Todavía no se ha alcanzado lo que se puede lograr en esos lugares.” Ese es precisamente uno de los retos para este 2020 recién estrenado, continuar potenciándolos.
Otra meta será cumplir con la circulación mercantil, pues a la provincia se le agregaron 200 millones de pesos más al plan de lo que debe aportar. “Está previsto el respaldo con algunos productos. En el período cerrado no se logró llegar a las cifras establecidas; los desabastecimientos en la red minorista no lo permitieron.”
Los pronósticos de Rigoberto López apuntan a un 2020 con mejores niveles de productos de aseo, después de varios meses de finales del 2019 con reiteradas ausencias. Foto: Nohema Díaz
En la lista de metas están, también, asuntos pendientes en torno a la eficiencia y la calidad en los servicios en la esfera de la Gastronomía.
“Se esperan transformaciones, algunas ya implementadas como los cambios en las formas de pago, estímulos para los trabajadores, quienes deberán tener mejores rendimientos para elevar sus ingresos.”
Aparejado a ello habrá que dar una nueva imagen a esas unidades gastronómicas. Por eso se harán reparaciones en algunas de las emblemáticas: El Colonial y Yisán, en la localidad cabecera, restaurantes de gran popularidad.
Si de cambios se trata, el Parque de la Ciudad no escapa de las declaraciones de Rigoberto. “Se han recuperado algunas instalaciones y este año hay un proyecto grande para tratar de rescatar otro grupo, así como la plaza cultural con vistas a crear un espacio fijo para la juventud.”
También la noche avileña, dice, necesita un rediseño para hacerla más atractiva. Pensar, sobre todo, en las propuestas del movimiento artístico.
El parque Martí podrá tener una mejor iluminación y, por tanto, más vida, de concretarse lo que se planifica de mejorar el alumbrado, algo que ha ido dando sus primeros pasos.
Algunos pronósticos, planes, proyecciones marcan los comienzos de este 2020, marcado por las tantas carencias e irregularidades del año anterior. La agricultura es un ejemplo. Con los bajos niveles de los portadores energéticos, las siembras se afectaron considerablemente; “ese será uno de los problemas a enfrentar”.
Las miradas puestas a lo que se avecina, las enfoca el dirigente en “lograr estabilidad de los productos liberados, perfeccionar la producción de alimentos y el sistema de distribución en la red de Acopio, trabajar porque cada día el pueblo tenga más comida. Estaremos satisfechos cuando no haya cola por los desabastecimientos.”
Volverá a ser otra etapa de esquivar cuanto obstáculo se ponga delante. Esa ha sido la carrera de resistencia cada vez que el calendario cambia. Aun cuando la incertidumbre circunde, se sabe que el camino a seguir va por el no dejar de hacer y, sobre todo, hacer mejor.
Según datos aportados por el Grupo Empresarial de Comercio en Ciego de Ávila: • Aunque algunos productos no llegaron en la fecha a la que los consumidores están acostumbrados, se logró cumplir con el ciento por ciento de la entrega de la canasta básica. • En los mercados ideales, la presencia de varios alimentos tuvo un 2019 muy irregular. La mayoría de estas ausencias estuvieron asociadas a las faltas de materias primas en la industria nacional. Las mayores dificultades se concentraron en: •Fideo (de un plan de 58. 357 toneladas se distribuyeron 19.783) •Pastas Alimenticias (de un plan de 21.283 toneladas se distribuyeron 19.581) •Harina de Trigo (de un plan de 416.159 toneladas se distribuyeron 61.065) •Frijol (de un plan de 520.105 toneladas se distribuyeron 210.216) • Atendiendo a estas irregularidades, la provincia no logra cumplir con la circulación mercantil, una de las metas para el 2020. • También el aseo tuvo un año difícil; el plan acumulado hasta noviembre fue de un 77,9 por ciento, y aunque en diciembre la variedad y cantidad de productos dio un giro, no se logra llegar a las cifras planificadas por el déficit mantenido en la red y los bajos niveles recibidos. |