Prosiguen inversiones arroceras en municipio avileño de Bolivia

Los procesos inversionistas de la Agricultura en la provincia de Ciego de Ávila no se detienen, menos durante el presente contexto de la COVID-19, que ha venido a demostrar lo impostergable de asegurar la autosustentabilidad alimentaria

En ese empeño de añadir valor agregado a los productos del campo y ganar en eficiencia se inscribe la construcción de un moderno secadero de arroz de tecnología china, con una capacidad de procesamiento de 37 toneladas (t) por día, en la cabecera municipal de Bolivia.

Otro moderno secadero de arroz recientemente comenzó a funcionar en la localidad de Falla, municipio Chambas

Cercana al 50 por ciento de ejecución, la obra posee entre sus beneficios el ahorro de combustibles, además les evitará a los productores del territorio el molesto secado del cereal en mantas sobre la carretera.

Así lo precisó Eddy Torres Acosta, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Atención a Granos Bolivia, quien comentó que los agricultores del sector cooperativo y campesino podrán llevar directamente los volúmenes cosechados del corte a la industria.

Añadió que para el proceso de secado se empleará indistintamente cascarilla, electricidad y diésel, mientras que en el almacenaje del grano se dispondrá de tres silos de 500 toneladas (t) de capacidad cada uno.

La inversión, iniciada en agosto de 2017, asciende a un monto total de cuatro millones de pesos, de los cuales un millón 400 000 deben cumplimentarse en el presente año.

“Contamos con todos los recursos materiales para que las brigadas del Ministerio de la Construcción de Ciego de Ávila, encargadas del montaje de la infraestructura, concluyan la parte tecnológica en diciembre próximo según el cronograma previsto”, comentó Torres Acosta.

“En el molinaje del grano la eficiencia industrial del equipamiento de tecnología brasileña instalado es del 69 por ciento, aunque se espera que a partir de las mejoras que se implementarán este indicador sea más elevado”, señaló el directivo.

Relativo a la siembra del demandado cereal, Torres Acosta dijo que presenta atrasos en su cronograma, no obstante hasta la fecha los cosecheros bolivianos plantaron más de 700 hectáreas (ha). Para este año el plan del cultivo es de 2 100 ha, de las cuales se espera obtener más de 7 000 t de cáscara húmeda, superior a las 6 000 del pasado año.

Los rendimientos estimados están por el orden de las 3,5 t/ha, por debajo de las 4,1 registradas en 2019, debido a la no disponibilidad de fertilizantes como la urea, explicó.

En aras de la diversificación y el autoabastecimiento, el colectivo de la UEB Atención a Granos Bolivia aporta cultivos varios como el plátano, la yuca, el boniato, la frutabomba y la guayaba, además del acopio de leche de vaca.