Como parte de las pruebas de interconexión con la bioeléctrica el central Ciro Redondo ya produce cantidades de azúcar, que serán contabilizadas una vez comience oficialmente la zafra en el territorio pinense.
Si un suceso marcará los destinos de la zafra 2020-2021 en Ciego de Ávila ese será, sin dudas, la arrancada definitiva del central Ciro Redondo. La ansiada noticia no debe demorar muchos días, más si transcurre con éxito la última de las fases del proceso de puesta en marcha del ingenio en su interconexión con la bioeléctrica aledaña.
Cierto es que el tiempo corre y no precisamente a favor; el pitido inicial de la contienda azucarera estaba previsto allí a mediados de diciembre último, pero a inicios de marzo continúa sin producirse.
Mientras tanto, se acumulan las deudas con el plan de azúcar de la provincia: hasta el cierre de febrero ascendían a 54 000 toneladas (t), situación que añade tensiones a los azucareros avileños para honrar sus compromisos productivos.
El ajuste de los parámetros de intercambio entre ambas plantas industriales, tras un proceso inversionista de más de dos años, se ha desarrollado con distintos contratiempos. Varias han sido las fechas propuestas para el inicio oficial de la molienda, más cercanas a la ilusión que a la realidad. La zafra pasada en tierras pinenses “se fue en blanco”, la actual está bastante avanzada, pero el Coloso del Centro sigue sin entrar en acción.
No obstante las dificultades, los colectivos fabriles de ambas plantas afinan, durante las últimas jornadas, los detalles de la última de las pruebas que precede a la arrancada del ingenio azucarero. El ingeniero Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, explica los condicionamientos para lograr tal propósito.
“Es necesario estabilizar por más de tres días la molida del central al 100 por ciento de su norma potencial horaria y que las dos calderas de la bioeléctrica insuman el bagazo para conseguir la capacidad de generación de su diseño de fábrica, pasos previstos en la interconexión como establece el contrato de intercambio.
“El resto de los parámetros imprescindibles para concretar el proceso ya se logró, como el suministro de vapor del central a la bioeléctrica y el agua condensada aportada por el central a la bioeléctrica. En este último elemento alcanzamos la eficiencia en la eliminación del contenido de sílice”, añadió Larrosa Vázquez.
Sin embargo, la situación no marcha como debiera en la planta generadora de energía renovable, según trascendió de la reciente visita a la provincia del primer vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca.
Carmen Taboada Hernández, vicepresidenta de la empresa mixta Biopower S.A., explicó que en el proceso de pruebas del procesamiento de bagazo han registrado inestabilidad, roturas y altas temperaturas en zonas de la fábrica que no deberían tenerlas.
Además, especialistas investigan la composición de los gases y de las cenizas de las calderas, que han provocado averías en los tubos de los sobrecalentadores, especificó.
Más allá de los percances, en el Coloso del Centro hay expectación y deseos de alcanzar buenos resultados. Jorge Guevara Rodríguez, jefe del área de fabricación de azúcar del central Ciro Redondo, habla de las excelentes condiciones tecnológicas y de automatización que permitirán efectuar los procesos productivos de una manera más eficiente, efectiva y rápida.
El reto de ser pioneros en Cuba de semejante tipo de encadenamiento industrial, al parecer, ha pesado en el Ciro Redondo. Guevara Rodríguez, en medio de la moderna área de tachos donde se elabora el endulzante, comenta de lo beneficioso e interesante del aprendizaje de la inversión, pese a los inconvenientes: “Algo positivo es que las experiencias y conocimientos sacados de aquí nos permitirán transmitirlos a quienes en el futuro arranquen similares emprendimientos en el país”.
Vidal Martín Sarduy, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Central Ciro Redondo, mantiene la cautela al entablar conversación sobre sobre la posibilidad o no del cumplimiento de los planes iniciales del dulce grano. Como “viejo lobo” de estas lides, sabe que marzo es un mes muy azucarero, pero los atrasos son notables si se trata de llegar a las 73 000 t.
Señala que ahora todo dependerá de la fecha en que entre a plenitud de capacidades el central y la bioeléctrica. No lograrán la totalidad del compromiso inicial, pero sí una buena parte. La confianza para afrontar el desafío estaría depositada en la calidad y eficiencia del equipamiento instalado: “Después de los primeros días tras la estabilización, esperamos tener un rendimiento industrial de 10; entonces podremos realizar la zafra hasta finales de mayo, si el clima nos lo permite”.
Sin embargo, la disposición del colectivo de sobreponerse a estas circunstancias menos ideales puede chocar con la calidad de la materia prima llegada al basculador. Pues procesarían caña quedada de campañas anteriores, con menores rendimientos, otras de maduración temprana fuera de época y en retoño, de ahí la importancia de realizar una correcta mezcla de ellas para no afectar la productividad. Al cierre de febrero se estimaban unas 150 000 t de caña quedada en las áreas vinculadas al central Ciro Redondo, situación que compromete la economía de esas cooperativas.
Precisamente en la disponibilidad a tiempo de la dulce gramínea está la principal preocupación de la mayoría de los trabajadores, a decir de Carlos Cordero Suárez, jefe del almacén de azúcar del renovado ingenio. El también secretario del núcleo del Partido Comunista de Cuba allí, refiere que, como parte de la inversión, les garantizaron el salario básico a los obreros, pero todos se encuentran deseosos por arrancar oficialmente para dejar atrás las incertidumbres del proceso inversionista.
En cuanto al almacén de azúcar, Cordero Suárez resalta la calidad de la remodelación capital de la obra; ahora el principal problema reside en el rendimiento de la recién instalada ensacadora de procedencia española, diseñada para llenar seis sacos por minuto, pero que solo llega a cuatro. Actualmente se reclama al proveedor por ello.
Grande será el esfuerzo a realizar por los azucareros avileños para sacarle el máximo a la caña y acercarse a lo planificado, por lo avanzada de la campaña, los problemas industriales presentados semanas anteriores en los centrales Ecuador y Primero de Enero, así como los imponderables acontecidos en el alistamiento definitivo del Coloso del Centro con la bioeléctrica aledaña. En este último caso, esperemos que el futuro traiga resultados más eficaces a los aportados durante su proceso inversionista. El tiempo pasa y la economía nacional así lo demanda.