Después de dos años de inactividad por falta de combustible, la Unidad Empresarial de Base (UEB) Flota Pesquera Marina Júcaro —al sur del municipio de Venezuela— volvió a capturar camarones para exportación, pero apenas cumplió el 31 por ciento de un plan de 94 toneladas (t).
El déficit de combustible melló las aspiraciones una vez más. Por esa razón la campaña comenzó tardíamente. Debió iniciar justo el primer día del año, mas no fue hasta el 27 de febrero que zarpó la primera embarcación. “Desaprovechamos los dos mejores meses de la manifestación de camarones”, dice Yudania Fernández Blanco, directora de la UEB.
El resultado del año es uno de los más bajos de las décadas recientes
Además de dicha limitación, la entidad también tuvo otro inconveniente significativo antes de finalizar la temporada (30 de junio). Dos de los seis barcos camaroneros sufrieron bajas por problemas técnicos desde el principio.
Del total de 17 embarcaciones con que cuenta la entidad, cuatro poseen actualmente un estado inoperante, agrega Fernández Blanco. El resto, igualmente, cargan consigo la herrumbre y demás secuelas de los años. Solo con la sapiencia de los 95 pescadores que todavía navegan.
Con ese mar de dificultades, la Júcaro acumulaba más de 120 t acopiadas de especies de escama hasta el cierre de junio, sin embargo, es incierto saber cómo seguirá “remando”. Resulta imposible fijar un plan específico sin seguridad de cuándo y en qué cantidades recibirá el combustible para sus labores.
“La Empresa Pesquera Industrial de Ciego de Ávila (Epivila) nos ha reducido la entrega de combustible al 40 por ciento. Nosotros pescamos durante el ciclo lunar, 15 días al mes. Si no tenemos todos los avituallamientos a tiempo y perdemos los primeros días, no es efectivo sacar una embarcación”, explica la directora.
A contracorriente, la UEB mantiene sin fallos su encargo con los sectores priorizados del municipio. Incluso, en determinados momentos es capaz de aportar en este sentido a otros territorios de la provincia de Ciego de Ávila.
El rendimiento de hoy permite satisfacer aún los niveles de consumo de la población en Venezuela, señala Fernández Blanco. Diversificar producciones será posible una vez que el túnel de congelación recupere su funcionalidad dentro de la minindustria de la Marina Júcaro, concluye.
Asimismo, la industria pesquera de la provincia intenta salir del fondo. Rehabilitar estanques, modernizar la estructura tecnológica y sembrar alevines, han generado dividendos positivos dentro del difícil contexto, tal como demuestra un reportaje del periódico Granma, En busca de las redes de la eficiencia
De acuerdo con los datos que aportó el director de Operaciones Pesqueras, Eldo Pardo Ávila, al citado medio de prensa, se han recuperado 58 hectáreas para el crecimiento de alevines y para la ceba de peces. También dijo que hasta junio se pescaron cinco t por encima de un plan de 225, aunque todavía estos resultados distan de los que obtuvo Epivila en años precedentes.