Un paseo en imágenes por los procesos productivos de la Empresa de Cepillos y Artículos Plásticos Juan Manuel Márquez de Ciego de Ávila
Antes en Cepil, nombre abreviado y comercial de la Empresa de Cepillos y Artículos Plásticos Juan Manuel Márquez de Ciego de Ávila, todo dependía de la llegada a tiempo de cientos de sacos repletos de virutillas plásticas de colores o bolitas minúsculas traslúcidas, con las que se comenzaron a fabricar los vasos desechables que alguna vez usó Cubana de Aviación.
Cuando esos envíos de monofilamentos, que luego terminaban convertidos en cerdas para cepillos y escobas, comenzaron a escasear y luego llegó la pandemia de COVID-19 haciéndolo todo más difícil, allí puede que algún que otro obrero o especialista se dejara vencer por la circunstancia. Pero otros empezaron a mirar con otros ojos los procesos.
Si la materia prima se hacía esquiva había que buscar alternativas. A finales de 2021, Carlos Sosa, secretario general de la Sección Sindical, nos contaba cómo compraban a la Agroindustrial Ceballos las tapas de ciertos envases de gran tamaño y con ellas, una vez trituradas y derretidas, sacaban de las máquinas percheros, cabos de escoba, urinarios para bebé.
Hace poco un reportaje publicado en estas mismas páginas relataba la proeza de una fábrica que no se ha quedado inmóvil esperando tiempos mejores para la importación de materia prima virgen. Nos enteramos, por ejemplo, del reciclaje del nailon, y de la continuidad de un proceso fabril que le da de comer a mucha gente.
Este fotorreportaje que le proponemos hoy es un recorrido visual por los centros neurálgicos de Cepil, cuya materia prima no es exactamente el plástico y el ciclo infinito en el que puede “enredarnos”, sino su gente, que no cree en tiempo muerto.
En el colectivo, las mujeres aseguran la calidad
El aporte social de la empresa se expresa en los módulos de canastilla, del que forman parte los urinarios
También las bañaderas son muy demandadas
A veces la materia prima recuperada llega en grandes trozos y hay que porcionarla antes de triturarla
Por aquí comienza el reúso de los náilones: lavarlos y secarlos al sol
En estas pacas está garantizada la continuidad del proceso fabril
La mentalidad ha cambiado: ya no se recupera solo como alternativa, sino como fuente primaria
El plástico recuperado no sirve para hacer envases donde se guardan alimentos, pero sí para las asas de los cubos
Los dividendos que hoy reporta la reutilización del plástico apenas son la ventana a un horizonte promisorio