Central Ecuador en Ciego de Ávila a lo suyo

Si alzadoras y camiones ponen la caña necesaria, el único central-refinería de Ciego de Ávila no puede fallarle al territorio ni al país

Desde el principio se sabía que los trabajos no serían “cantar y silbar”. El peso fundamental se enmarcaba en dos grandes inversiones para rehabilitar un vaso y un tacho, así como modernizar el sistema energético, sobre todo en el área de evaporación.

Como explica Yuskier Reyes Ríos, jefe de maquinaria de la Unidad Empresarial de Base Central Ecuador, por ahí habían andado los mayores traspiés de la contienda anterior y era, por tanto, donde había que concentrar inteligencia y recursos, a fin de no tropezar otra vez con la misma piedra.

Tras asumir funciones nada fáciles como inversionista, la joven ingeniera química Dailiuris Marcillé Ponce cerró los ojos y sintió sobre su delicado cuerpo la verdadera montaña que significaban alrededor de 2,6 millones de pesos, que debían ser ejecutados rápidamente… y bien.

Despegue casi vertical

Contrario a lo que todo el mundo hubiera querido, el “alzamiento armado” del Ecuador tuvo lugar el 5 de enero, 30 días después de lo previsto en cronograma.

Y aunque se probó todo lo que resultó posible, fue un despegue prácticamente vertical, como diría un piloto de la fuerza aérea.

Por ello no extraña que, mientras basculador, planta eléctrica y otras áreas arrancaron bien, en lo fundamental, surgieran determinados inconvenientes en el sistema de bombeo, inyección y rechazo, así como en el de vacío, una parte de los cuales se resolvieron y en otros se trabaja “desde la marcha”.

Por cierto, caña no ha faltado, y habrá suficiente, según afirman el propio Yuskier y el camionero Noel López, quien lleva 31 de sus 46 años tirando gramínea desde las plantaciones hacia la industria, “pero excepto el día de hoy, en los demás se ha formado cola de carros para descargar, y eso no es bueno para el central ni para el bolsillo de nosotros”.

Aun así, se ha venido revirtiendo el panorama dentro de la industria. Lo confirman las seis jornadas anteriores a este 29 de enero, cuando, de un plan de 246 toneladas (t) de azúcar, el ingenio ha estado entregando por encima de 300, lo que permite ir restándole cuerpo al atraso acumulado.

Si bien el rendimiento se ha comportado bien, en ascenso (9,76 el último registro, similar por ciento al logrado por el central Primero de Enero, entre los que mejor ha molido en Cuba), la gente sabe que no se pueden confiar o descuidar.

Si las cosechadoras y el transporte continúan poniendo la caña en el buche del ingenio, entonces es obvio que la bola queda en terreno del central y hay que afincar bien la bota.

Así lo hacen jóvenes como Asiel Aquino Hidalgo, fogonero de la caldera número 1, empeñado durante 12 horas en que allí nada falle; del mismo modo que el tornero Jorge Freire Benítez, quien, después de toda una vida en el central Primero de Enero, vino para acá y no le importa tener que levantarse a las 4:00 de la madrugada para estar tempranito en su puesto.

También el joven puntista Carlos Manuel Delgado González considera que “a pesar del despegue tardío, vamos recuperándonos, la calidad del azúcar mejora y pienso que vamos a hacer una zafra mejor este año”.

Trabajadores y directivos no ignoran que la vía es moler mucho, estable y bien. Después de varios días haciéndolo por encima del 70 por ciento, el propósito es alcanzar y no bajar del 80. De lo contrario será difícil coronar las 30 000 t de crudo que, una vez refinadas, todas, significarían alrededor de 28 000 de refino, decisivas para la nación.

Eso quedó evidenciado en la respuesta que, a tan temprana altura, ya ofreció Ecuador y que Osmany Vicente Quintana, Intendente del Gobierno en el municipio, relata con alivio al explicar cómo el central repuso rápidamente unas 2 000 t que el país tuvo que liberar de sus reservas, para no afectar entregas de la canasta básica a la población.

De tres calderas, el ingenio está operando con dos, y lo más importante: lo hace sin combustible adicional, algo que tuvo sus problemas el pasado año, en tanto se reduce el consumo de agua, a pesar de que por su carácter de refinería tienen lugar dos procesos que originan mayor empleo de ese recurso natural.

A menos de un mes de la arrancada, quizás no sea bueno hacer pronósticos, pero es obvio que, si se mantiene el ritmo de las más recientes jornadas, Ecuador podría cumplir su compromiso productivo, propósito que se quedó en deseo durante la campaña anterior.

Junto a todas las buenas implicaciones económicas y financieras asociadas a ese posible cumplimiento, esta vez se suma una que los baragüenses celebrarían gustosos dentro y fuera de la industria: el otorgamiento al municipio de la sede provincial con motivo del aniversario 67 del Asalto a los Cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

La caña está ahí, los medios de corte y tiro también, el tiempo no se ha puesto “malcriado”. Toca a los hombres y mujeres del central hacer lo suyo, y hacerlo bien.

TractorLa caña no parece constituir problema en esta zafra para el Ecuador

Cadena de molinoNadie imagine que es fácil el trabajo dentro de la industria.

ObrerosEn guardia la retaguardia

Azúcar refinoSaco a saco, el refino que tanto necesita Cuba