Cuando se trabaja de sol a sol

En el 60 aniversario de la fundación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Invasor dialoga con Frank Güemes Alonso, presidente de la organización en la provincia.

La prolongada presencia de la COVID-19 imposibilita la realización de los tradicionales jolgorios esperando y durante la jornada del 17 de Mayo, fecha en la que se celebra el Día del Campesino en nuestro país.

Lo que sí no impide la pandemia es que los hombres y mujeres del campo, en el territorio avileño, continúen en los surcos, campos de caña, vaquerías y minindustrias, sabedores de que las siembras, las cosechas y las atenciones al ganado hay que hacerlas de domingo a domingo.

Como parte de la conmemoración del aniversario 60 de la creación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Invasor dialoga con Frank Güemes Alonso, presidente de la organización en la provincia, sobre el accionar de quienes trabajan de sol a sol en la producción de alimentos.

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—Al incorporarse muchos usufructuarios, la membresía de la organización ha sufrido cambios sustanciales en las últimas décadas, ¿en qué medida se han fortalecido las estructuras en la provincia?

—Ciego de Ávila cuenta en la actualidad con 135 cooperativas dedicadas a diversas producciones, entre estas los cultivos varios, la caña, la ganadería, de las cuales 88 son de Crédito y Servicios (CCS) y 47 de Producción Agropecuaria (CPA).

“La entrega de tierras a través del Decreto 259 de 2008 permitió a nuestra organización llegar a una mayor membresía en el territorio.

“En estos momentos la provincia tiene 15 707 asociados, cifra que se ha mantenido estable en los últimos cinco años. De ellos, 12 662 son hombres y 3 045 mujeres. Del total, agrupados en las CPA 3 703 integrantes y 12 004 en las CCS.

“Ha habido un crecimiento desde todos los puntos de vista, la organización se ha fortalecido porque hoy implementamos más adelantos de la ciencia y la técnica, tenemos en el surco y otras faenas doctores, ingenieros, técnicos…

“Respecto al funcionamiento orgánico, también nos hemos consolidado, tanto en las estructuras de base como en los municipios y la provincia, pues tenemos la plantilla completa y estable, lo que constituye una fortaleza que nos posibilita un mejor desempeño.”

—La Dirección Nacional de la organización ha insistido en la batalla contra las ilegalidades y la tendencia al incremento de los precios de los productos, ¿cómo se materializa en Ciego de Ávila?

—En todas las cooperativas fue discutido con los asociados el documento donde el Buró Nacional hace un llamado a los anapistas a combatir las ilegalidades y a no aumentar los precios a la población.

“En la mayoría de las ocasiones, los campesinos no son los que incrementan los importes, sino los intermediarios. En los últimos tiempos se ha trabajado en la estabilidad por parte de todos los factores que intervienen en la comercialización.

“Se mantiene la lucha contra los delitos. En estos momentos no hay casos connotados de ilegalidades en nuestras organizaciones de base.”

—¿Qué resultados e insuficiencias manifiesta el autoabastecimiento en las cooperativas avileñas?

—No estamos bien, pero Ciego de Ávila es una de las provincias que más avanza. Las entregas de nuestros asociados tuvieron un peso importante en que cerrara el mes de marzo con 26,7 libras de viandas, hortalizas y granos por habitante.

“Después de la implementación de la nueva forma de comercialización de los productos, hay que reconocer que recibe la gran aceptación del pueblo y el apoyo de los campesinos y cooperativistas la venta en mercados y placitas.

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“Ahora 30 agromercados, de ellos 20 en el municipio cabecera y 10 en el de Morón, están arrendados a productores, que mantienen una oferta estable de más de 10 productos, entre los que aparecen, plátano, boniato, yuca, calabaza, tomate, col, ají, pepino, ajo, cebolla, berenjena…

“El movimiento cooperativo tiene también responsabilidades en el propósito de los cinco kilogramos mensuales de proteína por habitante que debe alcanzar Ciego de Ávila, tarea que tenemos pendiente.

“Para esto se trabaja en que todas las cooperativas tengan su propio módulo pecuario, que debe incluir cerdos, ganado ovino o caprino, conejos y aves. Hoy lo poseen 39 CPA y tres CCS.”

—Sabemos que los centros de aislamiento, las llamadas zonas rojas y otros espacios donde se combate la COVID-19 también han contado con el apoyo de la ANAP…

—El apoyo de los campesinos en la batalla contra esta enfermedad ha sido incondicional. Desde el inicio de la pandemia han realizado numerosas donaciones a los centros de aislamiento en todos los municipios, para contribuir a reforzar la dieta tanto de pacientes como del personal de la Salud.

“Nuestros asociados han entregado de manera sistemática aves, carneros, cerdos, arroz, frijoles, plátano, yuca, boniato, malanga, calabaza, pepino, y frutales como mango, guayaba, frutabomba y hasta algunos exóticos como guanábana, chirimoya y marañón.

“Además, han aportado miles de litros de mermeladas de mango, de guayaba, puré y pasta de tomate, Vitanova y jugos de diferentes frutas de las minindustrias.

“Sobresale, en especial, el aporte de los integrantes de las CCS José Martí, Patricio Sierralta, Máximo Gómez, la CPA Paquito González y la minindustria Medialuna.”

—En medio de una zafra plagada de contratiempos, ¿cómo ha reaccionado en el territorio el movimiento cooperativo y campesino?

—Contamos con 22 CPA y dos CCS que están dedicadas a la producción cañera.

“Nuestro sector tiene planificado cortar 440 203,6 toneladas de caña en la presente zafra y hasta el 30 de abril el real que logramos es de 273 213, el 62,07 por ciento.

“Lo previsto es seguir con esta faena hasta finales del mes en curso. Continuamos trabajando, existe la voluntad, contamos con el material humano, la materia prima y los recursos para hacerlo mientras las condiciones climáticas lo permitan.

“A pesar de las dificultades que hemos tenido en la actual contienda, entre ellas la sequía, alcanzamos un estimado de 43,9 toneladas de caña por hectárea, superior al programado, que era de 42,2.”

—Hablemos del mejoramiento de las cooperativas y el apoyo a la comunidad, incluidos entre las 123 acciones adoptadas por la ANAP para saludar su aniversario 60…

—En toda la provincia los integrantes de nuestra Asociación han trabajado en el remozamiento y la pintura de cooperativas y comunidades.

“También fueron reparados y pintados 20 consultorios del Médico de la Familia y se laboró en el mejoramiento de caminos y vías de acceso a CPA y CCS.

“Nuestros asociados, asimismo, se han afanado en la restauración de las plazas martianas, sitiales históricos y las vallas identificativas de cada lugar.

“En la CPA Paquito González, del municipio de Baraguá, se labora en un amplio programa, que incluye la terminación de un grupo de viviendas y el mejoramiento de su complejo recreativo, incluyendo la piscina.”

—En su carácter de organización de masas de los cooperativistas, campesinos y sus familiares, ¿cómo instrumenta la ANAP su labor ideológica?

—Como bien dijera el General de Ejército Raúl Castro Ruz, debemos ‘mantener los pies y los oídos bien atentos y pegados a la tierra’ y nuestra principal tarea es la vinculación con nuestros asociados y las organizaciones de base.

“Tenemos que estar bien pegados al surco, a los productores y a las cooperativas, con una tarea hombre a hombre, mujer a mujer, para mejorar el trabajo y obtener resultados satisfactorios.

“Ha sido un año de mucho esfuerzo y entrega por parte de los cooperativistas y campesinos avileños, que a pesar de la COVID-19 y otras afectaciones, han seguido extrayendo frutos, cortando caña, acopiando leche y entregando carne.”