Continúan los atrasos de la zafra en Ciego de Ávila

Cada día que pasa, la deuda de la provincia con su plan de azúcar se acrecienta y, de manera proporcional, las tensiones de directivos y trabajadores del sector con vistas a solventar los atrasos. El foco de las miradas continúa en la no arrancada del central Ciro Redondo como el condicionante principal de las dificultades, las cuales provocaron que, hasta el jueves 28, se fabricaran unas 30 000 toneladas (t) menos que las previstas para la etapa.

En tierras pinenses, el colectivo del Coloso del Centro, conocedor de la responsabilidad que recae sobre ellos, prosigue en los procesos de ajustes y puesta en marcha de la moderna maquinaria, además de la solución de los imponderables para concretar el encadenamiento productivo con la Bioeléctrica adyacente.

El factor fundamental que aún impide la sincronización de ambos planteles industriales reside en alcanzar los exigentes parámetros del contenido de sílice del agua condensada para la operación, como conoció el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa en su reciente visita al territorio.

Actualmente, dos ingenios mantienen su actividad: el central-refinería Ecuador y el Primero de Enero, los cuales, en los últimos días, registran ritmos de molida más estables.

Eduardo Larrosa Vázquez, director general de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila, dijo a Invasor que la fábrica baragüense, hasta la fecha, elaboró más de 4 000 t de refino, mientras que el cumplimiento de su norma potencial se encuentra por encima del 70 por ciento; no obstante, registran un atraso de 900 t del endulzante, debido a demoras en la arrancada y a roturas ya solucionadas.

El directivo refirió que los obreros del Primero de Enero resolvieron los problemas industriales que lastraban su desempeño y, desde principios de la actual semana, comenzaron a recuperar las 400 t de azúcar pendientes de su plan. Allí aprovechan la norma potencial al 65 por ciento, dos puntos por debajo de lo planificado.

Posted by Eduardo Larrosa Vázquez on Friday, January 15, 2021

En cuanto al rendimiento fabril, otro de los indicadores de eficiencia, en los dos ingenios está por encima de ocho, cifra que debe mejorar a partir de febrero y marzo, con la mayor calidad de la caña llegada a los basculadores tras el proceso de maduración de esta planta, explicó Larrosa Vázquez.

“Tanto en el central baragüense como en el violeteño, el Rendimiento Potencial de la Caña (RPC) lleva varios días por encima de 90; a su vez, el recobrado alcanza valores superiores al 80 por ciento, señalizador que tenderá a mejorar a partir de más estabilidad de las moliendas”, comentó.