Ciro Redondo: eficiencia en el montaje de reductores planetarios

El montaje de cinco reductores planetarios en el tándem de molinos del central azucarero Ciro Redondo, de Ciego de Ávila, figura como la más importante de las 30 inversiones que realizaron en esa industria para convertirla en la más moderna de Cuba.

• En recta final inversiones en el central avileño Ciro Redondo.

Jorge Félix Martín Iglesias, director del Departamento de inversiones en la Empresa Azucarera provincial, informó a la Agencia Cubana de Noticias que la tecnología procede de la República Checa, con acople flexible y variadores de frecuencia que permiten aumentar o disminuir la molida según intereses.

Explicó que la instalación sustituye los motores y el sistema de movimiento de los molinos que existían anteriormente, lo cual ofrece más fiabilidad en el proceso fabril.

Esta modernización incluye un Departamento de control climatizado, operado por una sola persona, donde están los variadores, agregó Martín Iglesias.

Precisó que la Empresa Azucarera avileña cuenta con financiamiento para, luego de concluida la zafra, comprar componentes que pudieran dañarse durante su explotación, por ejemplo, algunos eléctricos, carbón de motores y desconectivos.

Los reductores planetarios están compuestos por tres elementos: un engranaje central; múltiples engranajes denominados satélites o planetas situados alrededor del eje central, de ahí su denominación; y una corona interna.

Entre las ventajas de su uso están mayor precisión, más durabilidad, menor nivel de ruido y alta eficiencia al contar con un diseño y disposición interna que minimizan las pérdidas durante su trabajo.

Según fuentes oficiales, es interés de Cuba modificar su matriz energética en un plazo hasta el 2030, que incluye el montaje, en los próximos 10 años, de 25 centrales bioeléctricas en áreas aledañas a ingenios con una capacidad de generación total de 870 megawatts.

De lograrlo, se producirá un beneficio importante en la economía nacional y un ahorro de combustibles fósiles, pero el costo de esas mejoras es muy elevado, por lo que es preciso contar con inversiones extranjeras.

La modernización que recibió el Ciro Redondo, valorada en más de 73 millones de pesos y más de 17 millones de dólares, responde a esa voluntad gubernamental, pues entregará biomasa a la primera bioeléctrica construida en el país para generar corriente y producirá azúcar.

También aumentará la capacidad de molida de 6 000 toneladas diarias a 8 000 y reducirá el tiempo perdido, lo cual permitirá realizar esa actividad de manera sostenida por encima del 85 por ciento.

El central Uruguay, del municipio de Jatibonico, en Sancti Spíritus, es el primero en el país en contar con reductores planetarios de este tipo, pero solo tiene dos.