Ciego de Ávila: ausencias y excesos en el mercado

Como el mercado pertenece al reino de la Economía —que más inexacta no ha podido ser en los últimos tiempos —  es fácil admitir que el orden de los factores sí altera el producto. Aunque, paradójicamente, aquí la multiplicación de “factores” termina dando lo mismo: escasez.

El contrasentido se explica fácil: ¿No tenemos pasta para dientes porque está entrando menos o porque estamos comprando más? Si se revisan los planes de distribución de Almacenes Universales, la empresa mayorista que le distribuye a Comercio, se notará que las fluctuaciones son, apenas, perceptibles. El mes de febrero entraron (y se vendieron) aproximadamente 100 000 tubos de pasta, igual que en enero, diciembre… y que, incluso, febrero de 2018; un año antes, cuando la gente no iba a las tiendas con el nerviosismo de que algo podría acabarse y debía “aprovechar”.

Por aprovechar entiéndase comprar para darle a la suegra, para no volver a la cola el mes que viene, para sentirse relajado por si se acaba luego, para revender… Comprar hasta vaciar el mercado. Y ahí causa y consecuencia se confunden, pero no son lo mismo (aunque den lo mismo).

En el caso de los productos de aseo, en la red minorista de moneda nacional, eso es lo que ha estado pasando. Lo asegura Paulo Acosta Zorrilla, comercial de la Empresa de Productos Universales, en la reunión donde, cada martes, el Consejo de Distribución intenta prever los vacíos del mercado y surtir con lo disponible. “Y excepto el detergente líquido y la frazada de piso, cuyas producciones sí se han visto afectadas, en Ciego de Ávila no puede hablarse de que estamos distribuyendo menos jabones o pasta.”

Si vamos al arroz, Reinaldo Frómeta, subdirector del Grupo Empresarial de Comercio, admitirá que no solo se mantienen las casi 600 toneladas del grano liberado que cada mes vende, como promedio, esta provincia, sino que, además, “estamos distribuyendo unas 200 toneladas por encima. Ahora vendemos mucho más”, dice, y, aun así, se notan ausencias en el mercado que harían pensar en una demanda disparada (quizás difícil de enfrentar cuando el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, reconoce que el 50 por ciento del arroz que se consume no se produce en Cuba) o en acaparamientos y especulación.

Sobre el pollo, cuyas primeras señales de estabilización comenzaron a darse en la Sucursal CIMEX de Ciego de Ávila esta semana, con el arribo de contenedores que permitió comercializarlo, al menos, en los 10 centros priorizados (uno en cada municipio), no hay noticias a corto o mediano plazos. Solo en Cubadebate, José Luis Rodríguez, asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, aludía a que el país tiene previsto para 2019 incrementar la importación de esa carne en un 3,8 por ciento.

Dada la inestabilidad que hemos tenido, es de esperar que los avileños continúen comprando más de lo habitual, hasta cerciorarse de que no hay que “amanecer” al lado de las neveras vacías, a la expectativa. Y es de esperar, también, que ello continúe mientras la entrega de cerdos a la Empresa Porcina siga con niveles muy bajos —según informara en el Consejo José Enrique Lemos Frómeta, subdirector de la Dirección Provincial de Economía y Planificación— y los particulares sigan con precios muy altos, como puede comprobarse en cualquier rincón de la provincia.

Al menos, en el reparto Ortiz, de la ciudad de Ciego de Ávila, la manteca ahora la venden al precio de las costillas, 28.00 pesos, y cuando Invasor se alarmó por el absurdo, el vendedor del punto de la Cooperativa de Crédito y Servicios, Pedro Martínez Brito, respondió elocuente: “la gente anda loca, mi niña, compra y ni preguntes que se acaba y no hay aceite en las tiendas”.

●Del asunto ya el humor se hace eco:

 

Posted by Katia Siberia on Wednesday, March 6, 2019

En efecto, tampoco se ha estabilizado el aceite. El pasado día 5, el Noticiero Estelar mencionaba varias coordenadas sobre el faltante, que tiene a muchos en tensión, y la lista incluyó buques que no entraron con la materia prima y máquinas paralizadas que frenaron el envasado en la capital. Asimismo, el Noticiero Estelar explicaba que ya está arribando el aceite y la región occidental retomaba su ritmo de trabajo, por lo que la Empresa de Aceite Vegetal de Camagüey, responsable del suministro desde Las Tunas hasta Cienfuegos, deberá hacerse notar en los estantes avileños.

Lo mismo se esperaba de la harina, después de que la ministra de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones Rojas, informara en la Mesa Redonda que se esperaba “la normalidad antes de finalizar el año”.

Panadero

Sin embargo, un dato expuesto en la reunión de distribución ilustra que semejante propósito no fue posible: “La harina para el pan normado de la canasta básica, y de otras producciones, se está cargando de Cienfuegos con un día de antelación. La de mañana está hoy sobre ruedas”, afirma sin tapujos Rigoberto López Pérez, vicepresidente de Distribución del CAP.

De alguna manera, la titular del ramo lo admitía en el recién concluido Consejo de Ministros, al expresar que persistían los problemas y que “en marzo deben incrementarse los niveles de producción de harina”.

Mientras, aquí no han dejado de buscarse alternativas que se socializaron esta semana en un taller de la Asociación Culinaria, donde varios centros de elaboración participaron en la confección de croquetas y jamonadas o mortadellas, en las que se sustituyó con arroz, la harina. Según el Administrador del Centro de Elaboración El Río, el resultado es muy favorable y exquisito al paladar.

No obstante, la presencia del huevo deshidratado en el mercado no ha aliviado los deseos del huevo fresco en los mostradores de una provincia inscrita dentro de las cuatro grandes “ponedoras” del país, lo cual nos permitía enviar a otros territorios en desventaja y comercializar de manera liberada unos 300 000 huevos cada mes. Si bien las gallinas avileñas se reemplazaron, luego del huracán Irma, y retomaron el ritmo de sus puestas, “el hecho de que cinco provincias incumplieran hasta la distribución de huevos regulados por la Libreta de Abastecimiento, implicó mayor volumen de entrega desde aquí”, sostiene López Pérez, quien no se atreve a vaticinar cuándo volverán las colas del demandado alimento, en medio de limitaciones financieras que inciden en el atraso de la importación de los piensos, y mantiene en estrés, no solo a las gallinas.

Venta de huevos

Sobre la sal, el CAP admitió que tanto los inventarios de las tiendas que comercializan en divisa (CUC) como los del mercado en CUP, se mantienen en cero, aunque se continúa garantizando la canasta básica. Una búsqueda en la prensa nacional aporta posibles explicaciones, relacionadas con fallas en la importación de yodo y problemas en su distribución; algo que confirma, en parte, la Empresa Mayorista de Alimentos en Ciego de Ávila: “existen problemas con la transportación, han fallado las casillas del tren y los camiones”.

Pero la lista de productos en falta podría mantenerse, no solo amparada en la estrechez de financiamiento para importaciones en dólares o nuestra ineficiencia. A esas carencias se oponen otros excesos, los de la especulación y el acaparamiento; y, a veces, son causa y, a veces, consecuencia.

El Vicepresidente del CAP admite que, a pesar de contar con un reducido cuerpo de inspectores en todo el territorio, con plantillas, en algunos casos, cubiertas a menos de la mitad, la población no denuncia tales hechos. “Y debemos reconocer que algunos no lo hacen porque no confían en ellos o en que así resolverán su problema, o no quieren ‘buscarse’ problemas, o les conviene también porque, al menos, lo consiguen a sobreprecio.”

Precisamente por ello, regular aún más la venta, reforzar con los agentes del orden las colas interminables, extender horarios o sacar mercancías en horarios indistintos, podría disipar los vaivenes de un mercado que hoy se debate entre ausencias y excesos.