Si campesinos de los restantes municipios de Ciego de Ávila analizan sus problemas y se proyectan con la óptica que acaban de hacerlo en Primero de Enero, el balance de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) habrá cumplido sus propósitos y la provincia estará en mejores condiciones de lograr lo que necesitan el país y cada hogar: más alimento del que se produce hoy.
• En diciembre había concluido el proceso de balance en la base
Basta con que los delegados a las asambleas municipales del XII Congreso (enero-febrero) y a la provincial (13-14 de marzo), y el resto de la masa que ellos representan, hagan lo que ha pedido Carlos Luis Garrido Pérez, primer secretario del Comité Provincial del Partido: pensar y actuar con un sentido revolucionario, asociado a la capacidad de cambiar la mentalidad, con hechos concretos.
En línea con ello, intervenciones en torno al informe aterrizaron en puntos clave, de acuerdo con la coyuntura actual.
El uso de la tracción animal, por ejemplo, subestimada y relegada casi al olvido, ocupó prominente espacio, ante el descenso que registra el suministro de combustible y la incertidumbre de su futuro comportamiento.
“El guajiro que no quiera saber del buey y esté pensando en el tractorcito comete tremendo error. Oiga, solo con el olor del buey la planta crece, porque la tierra lo da todo. Y otra cosa: queremos producir lo que más dinero da. Si se deja eso suelto todo el mundo siembra frijoles nada más. No puede ser”, afirmó Ignacio Forte, de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Alberto Mas.
No por casualidad Giraldo Companioni, presidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria 21 de Septiembre, asentía con la cabeza, y planteaba que “muchos siguen esperando por el rollo de alambre para cercar, cuando la cardona es buena solución”.
Similares puntos de vista afloraron acerca de algo indispensable: los medios biológicos en sustitución de un paquete tecnológico cada vez más deprimido o ausente.
No es pura fraseología: dentro del campesinado hay grandes reservas aún
“No acabamos de comprender que utilizarlos no solamente nos llevará a tener menos gastos como productores, sino también precios más baratos para la población y, sobre todo, más salud para quienes consumen lo que cosechamos, del mismo modo que no acabo de entender incumplimientos en cultivos como la yuca o el boniato, que no llevan ese empleo de productos químicos”, meditó Eliécer López, de la CCS Lino Álvarez.
Dentro del propio municipio hay lecciones: por rechazo al humus de lombriz algunos productores no sembraron pepino el pasado año. Quienes lo hicieron todavía lo agradecen.
Igual ruptura mental hay que hacer con los nudos que atan la exportación; mucho más ahora que decisiones del país reservan provechosos beneficios para el productor, tal y como explicó Orlando Pérez Pedreira, delegado de la Agricultura en la provincia.
Lo que no debe ocurrir más es que germine la inercia en tierras mal explotadas o en manos de quienes no tienen todo el conocimiento de su manejo y uso eficiente, como señaló Carlos Luis Garrido; que problemas de funcionamiento y rezagos de mentalidad impidan mayor incorporación de mujeres a la organización; como subrayó Frank Güemes, Presidente de la ANAP en la provincia; y que no se visite al campesino (algo que tanto agradece) y por mala contratación se pierdan grandes volúmenes de alimento.
Contra todo eso pone empeño Jorge Maceo, al frente de la Empresa Agropecuaria Arnaldo Ramírez, codo a codo con los campesinos, y tendrá que empeñarse todo el mundo, tal y como llamó a actuar con sentido de unidad Nexi Véliz, primera secretaria del Partido en el municipio.
Finalmente, fueron electos el nuevo Comité Municipal de la ANAP, encabezado por Norberto Pérez Gómez, tres precandidatos al Comité Nacional y cuatro delegados a las sesiones finales del Congreso.
Para los que van, los que quedan, los que dirigen y los que producen hay un denominador común: hacer con los problemas como con el buey… cogerlos por el narigón y producir más.