Agricultores de Ciego de Ávila afincan la bota en agosto

Agosto se torna determinante para la agricultura avileña en su empeño por cumplir lo programado para una campaña de primavera que bajo ningún concepto quiso aceptar cifras inferiores y ni siquiera similares a las del año anterior.

Por eso, cuando el octavo mes del calendario corra sus cortinas, los agricultores del territorio habrán dejado plantadas más de 1 000 hectáreas por encima de lo que se planificó en la campaña de 2020, a pesar de las dificultades que siguen generando la falta de recursos y el efecto de una pandemia que no da tregua ni parece tener compasión con nadie.

Según explica Orlando Pérez Pereira, delegado en la provincia, ejemplos como el de la Empresa Agropecuaria La Cuba, ubicada en el municipio de Baraguá y una de las más productivas y útiles nacionalmente, ilustran ese negativo impacto, al no poder sembrar alrededor de 800 hectáreas, entre plátano de la variedad gran enano y otros cultivos.

El ordenamiento de la campaña, sin embargo, permite superar ese inconveniente, sobre la base de una redistribución que aprovecha áreas con disponibilidad de agua en otras zonas de la provincia para asegurar renglones como la yuca, boniato, frutales y cierto nivel de hortalizas.

Añade Pérez Pereira que en ese contexto transcurre la recta final de siembra de arroz (unas 2 500 hectáreas), se intensifica la preparación de tierras bajo la resistencia de un enyerbamiento superior y se perfilan acciones para darle continuado curso a una campaña de frío que también irá por más al concebir unas 800 hectáreas por encima de la programación anterior.

 bueyesSi no hay tractor (combustible) “se montea con bueyes”

Ese es el único modo de seguir respondiendo no solo a la variada, creciente e insatisfecha demanda interna del territorio, sino también a compromisos de la provincia con otras partes del país, en particular con la capital cubana.

No por casualidad, a la par del riguroso examen en torno a la situación higiénica y sanitaria de Ciego de Ávila, otra vez entre las más complejas de Cuba como consecuencia de la propagación del SARS-CoV-2, el vice primer ministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca ha insistido constantemente durante las últimas horas en aprovechar al máximo todas las potencialidades productivas, incluidas, por supuesto, las agrícolas, en función de volúmenes de alimentos que se traduzcan no solo en satisfacción de necesidades a ras de nóminas, sino también en salud real para la población.