Acopio se acerca a zonas restringidas de Ciego de Ávila

En las circunstancias actuales donde las medidas “pecan” por exceso y un foco se asume como evento y un evento termina en cuarentena… el suministro de viandas, frutas y vegetales llega a ser indispensable para poder cumplir dichas restricciones. De ahí que el director comercial de la Empresa Provincial de Acopio, Antonio Gross Morales, comience admitiendo que la tarea es compleja ante la proliferación y dispersión de los casos positivos en la ciudad de Ciego de Ávila, y que sobre la marcha se irán adoptando nuevas estrategias.

Por lo pronto, la primera ha sido acercar jabas de alimentos a las áreas comprometidas con la situación epidemiológica y, según el directivo, pueden ser opcionales, dependiendo de la necesidad o el gusto de las personas, aunque no tienen previsto aumentar la percápita de una jaba por tipo de producto o por casa.

La composición del surtido contempla cinco libras de cada vianda, y en el caso de las frutas y cítricos, entre dos y siete unidades, de acuerdo al tipo y tamaño. A ello se sumará alrededor de una libra de vegetales de hoja y tres libras del resto de las hostalizas.

No obstante, una nota del informe que la Empresa Provincial de Acopio presentara al Consejo de Defesa Municipal explica que “ estas jabas se conformarán según la disponibilidad de productos en ese momento”. Al respecto, Antonio detalla que hoy se distribuye, fundamentalmente, plátanos, melón y calabaza, y que un porciento de malanga, todavía insuficiente, se ha destinado a personas mayores o niños pequeños. Por eso recalca la importancia de que los factores de la comunidad trabajen de conjunto con su entidad, a fin de llevar a cada hogar no solo lo necesario, sino  lo que corresponda.

Informa Gross que en las zonas en cuarentena los mercados o puntos de venta dejan de vender en el mostrador y se concentran en envasar la mercancía para distrbuir por casas, y lo mismo se hace en las naves concentradoras.

Asimismo, tres mercamóviles auxiliarán el trasiego de los alimentos por distintas zonas del municipio cabecera para evitar la circulación de personas, si bien el Comercial especificó que emplearán también los camiones necesarios para llegar a cada lugar.

En esos medios de transporte se expenderán otros alimentos que la empresa adquirió por consignación y que amplían la oferta a mermeladas, conservas, vegetales, harina…

Sobre el resto de la población que vive fuera del perímetro crítico (amén de que crítico podría considerarse hoy casi toda la ciudad), Antonio dijo que seguirá comprando en mercados y puntos de venta alrededor de cinco libras de cada producto, y que podrían, además, hacerlo sin la libreta de abastecimiento; una medida que en algún momento se adoptó y que dejaba fuera a quienes no la tenían. No obstante, varios consumidores han referido con anterioridad que tal indicación no se cumplía a rajatablas.

Ahora, concluyó Gross, tratamos de que cada hogar adquiera las cinco libras (antes eran tres) y de que, sin permitir el acaparamiento, facilitemos aún más el acceso a los surtidos del campo.