Abastecer vianderos y refrigeradores de los hogares avileños, así como de toda Cuba y buena parte del mundo, en tiempos de la COVID-19 se convierte en fuente de preocupación y se suma con fuerza a las naturales incertidumbres generadas por la pandemia. En las actuales circunstancias constituye una prioridad del país respaldar, de manera equitativa, la entrega de productos alimenticios a la población.
Ante el reto que impone la contingencia, el sistema de Acopio en Ciego de Ávila trabaja por solventar lagunas e insuficiencias de su proceso de comercialización y lograr un mayor acercamiento a cada campesino y base productiva para llevar más comida a la mesa del pueblo.
“Para abril tenemos 1 795 toneladas (t) ratificadas, todavía muy lejos de las 5 470 planificadas como contratación en el mes, en lo que han incidido las carencias de insumos y de combustibles para la preparación de las tierras, así como inexactitudes propias de nuestra gestión”, declaró a Invasor Roberto Sarmiento Álvarez, director general de la Empresa de Acopio Ciego de Ávila.
“En esta etapa se sumarán un estimado de 495 t de productos, destinados a actividades económicas y sociales ahora paralizadas por la COVID-19 como el Turismo y la Educación, que nos harían contar con alrededor de 2 300 t”, agregó el directivo.
También como parte de las medidas, en abril, para lograr equidad en el acceso de la población, se incorporará la venta controlada regulada, a precios no subsidiados, mediante la libreta de abastecimiento, de alrededor de 15 libras de viandas y vegetales per cápita, que no incluyen las relativas a la distribución de la papa, dijo Sarmiento Álvarez.
•Reforzamiento de las tareas de Acopio a nivel nacional en tiempos de coronavirus.
Añade que lo anterior constituye un desafío, pues a la red de 116 mercados y puntos de venta de Acopio ahora se suman las rutas hasta 72 bodegas de Comercio Interior destinadas para tal finalidad, al registrar un cociente de disponibilidad técnica del 53 por ciento para sus 119 equipos dedicados a la transportación de mercancías, lo cual ocurre en el pico de la cosecha de la papa.
Para la etapa se aseguran los volúmenes balanceados para las actividades del consumo social que se mantienen en funcionamiento durante el desarrollo de la pandemia como los diferentes centros asistenciales de la salud, hogares de ancianos y maternos, además, se suman los hospitales de campaña creados para contener la expansión del nuevo coronavirus Sars-CoV-2.