Si bien la disponibilidad de agua en Ciego de Ávila está garantizada para afrontar las demandas económicas y sociales planificadas el ahorro ha de cobrar fuerza y retardar lo más posible los peligros latentes de sequía. El dato que ilustra la preocupación, porque hoy disfrutamos del vital recurso pero mañana tal vez no, es que las lluvias de enero estuvieron por debajo de la media histórica del mes en todos los municipios, a excepción de Chambas, pues la lámina real caída en la provincia fue de 15,3 milímetros (mm), solo el 47 por ciento de este promedio.
Ciego de Ávila cerró enero último al 62 por ciento de llenado de sus embalses artificiales, mientras que las cuencas subterráneas muestran en su mayoría un estado favorable al almacenar 691 millones 877 000 metros cúbicos (m³), lo que representa el 86 por ciento de su capacidad.
Por su parte, las dos lagunas naturales de la provincia, La Leche y La Redonda, terminaron el tercer mes del período seco por encima de su volumen máximo de llenado, a pesar de registrar una disminución.
Los descensos de 10 millones 742 000 metros cúbicos respecto a diciembre de 2019 en el conjunto de las presas El Calvario, Las Margaritas, Sabanas Nuevas, Puente Largo, Chambas II y Cañada Blanca, se debieron a que las precipitaciones ocurridas no favorecieran la alimentación de los escurrimientos superficiales en sus cuencas, según reseña el boletín hidrológico de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en el territorio.
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Al cierre de enero los acuíferos tuvieron un balance negativo de 42 millones 754 000 metros cúbicos con respecto a igual etapa de diciembre, situación catalogada por los especialistas como normal durante tal período poco húmedo del año. No obstante, de los 15 sectores hidrogeológicos de Ciego de Ávila solo el CA-I-9 de la cuenca norte aparece en situación desfavorable.
Las medidas de ahorro y uso racional de este recurso natural deben reforzarse, más en esta etapa, pues en siete de los últimos 10 años los valores de lluvias de enero se comportaron por debajo de la media histórica.
En cuanto a los pronósticos de precipitaciones para el corto plazo, Oscar Benedico Rodríguez, director del Centro Meteorológico Provincial, dijo a Invasor que, en lo que resta de febrero y durante marzo, se prevén por debajo de la lámina histórica.
Explicó que lo anterior se debe al reforzamiento de las condiciones del anticiclón del Atlántico Norte, que asociado al fenómeno conocido como El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) en su fase neutra, provocarán la disminución de la actividad lluviosa, entre otras por el recorte en su porción sur de las ondas polares que generan los sistemas frontales polares de América del Norte, lo cual no favorece la llegada de aguaceros a Ciego de Ávila.
A pesar de poseer garantías en la disponibilidad de agua, necesarias para las actividades de los diferentes usuarios del recurso en la provincia, es ineludible no dejar perder ni una gota, máxime al transcurrir el período poco húmedo (de noviembre a abril) y estar latente el peligro de la ocurrencia de sequías.