Transporte privado en Ciego de Ávila: A precios revueltos…

Nuevas condiciones y regulaciones, que entraron en vigor a partir del 5 de enero último, aprobaron que a los transportistas privados se les venda el litro de diésel a 8.00 CUP, mientras que en donde lo hacían antes —servicentros de CIMEX— era a 1.00 CUC, pero ¿esa tarjeta magnética, a través de la cual se les ofrece combustible subsidiado, incidió tanto como se pudiera en los actuales importes a cobrar a la población?

• Consulte: Nuevos precios para la transportación no estatal avileña.

Coincido con Víctor Limia de la Rosa, especialista al frente de la actividad de precios, en la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, quien considera que “como no hay suficiente control y los privados, en su totalidad, no se han acogido a las cuantías aprobadas por el Consejo de la Administración Provincial, se dejan vivas varias tarifas. La disminución en los precios no es tanta, si se calcula la diferencia de 25.00 a 8.00 pesos el litro de petróleo.”

El contexto se revuelve más si, como afirma Manuel Marín Torres, director de la Empresa Provincial de Transporte, “se definen precios a partir de las fichas de costo de los porteadores, que no solo incluyen gastos de combustible, sino de neumáticos, baterías y los servicios conexos, o sea, de mecánica, chapistería y pintura”. Sin embargo, lo que vino a “sacudir” el pasaje es la sustancial rebaja en gastos del diésel, pues los saldos para el resto de la ficha, que son muchos, claro está, se mantienen desde análisis anteriores.

Las carreteras no ofrecen las mejores condiciones, pero el mal estado de la vía no depende del usuario, quien al final tiene que pagar a porteadores servicios conexos “por las nubes”, la ausencia de mezcla asfáltica y de un mercado mayorista para ellos.

Citemos algunas rutas y costos “máximos” para camiones: Ciego de Ávila-Majagua, 5.00 pesos; Ciego de Ávila-Orlando González (comunidad majagüense), 10.00; Majagua-Sancti Spíritus, 10.00; y Majagua-Limones Palmero, 10.00. Y el valor, para tramos, es de 0.22 centavos por kilómetro (km) trascurrido, aunque la realidad ha confirmado, siempre que se topan precios, que los pasajeros quedan desamparados en caso de que no realicen el viaje completo o aborden el vehículo en un punto intermedio de estos recorridos.

 mapa Si de Ciego de Ávila a Majagua hay 24 km, y de Majagua al poblado de Orlando González hay cerca de 8, ¿por qué pagar de la ciudad cabecera a esa localidad 10.00 pesos? Los de Orlando González amortizan 5.00 más que los que se llegan solo hasta el municipio, por una distancia mucho menor que mereció, según tesis de los decisores, igual importe. Incluso, las cuantías aprobadas redondean sobre la base de los 5.00 pesos, ¿para prescindir de los vueltos? En —cuestiones del— cambio, pierden los apurados.

Ciego de Ávila-Jatibonico cuesta igual que Ciego de Ávila-Orlando González (10.00 CUP), cuando en la primera ruta se recorren 45 km y, en la segunda, 32. Concluir a partir de las distancias entre puntos de salida y de llegada, da lugar a que los dueños de los vehículos, con total osadía, sigan pidiendo el reembolso de pasajes completos a quienes, necesitados y sin acompañamiento en la ruta pública, echan a un lado sus calculadoras, la furia y el fijado importe básico para el recorrido que hace un usuario (0.22 centavos el km).

Cuando el 7 de septiembre de 2019 este periódico divulgaba los anteriores costos topados, el pasaje en el trayecto Ciego de Ávila-Jatibonico valía 10.00 pesos y 15.00 en el de Ciego de Ávila-Sancti Spíritus; lo mismo que seis meses después, cuando se supone que haya descendido con lo del nuevo valor del combustible. Del mismo modo, pudiera hablarse no solo del pago, pues ¿será igual viajar de pie que sentado?, o ¿será igual una tabla que un cojín? Esa es la “ficha de costo” del que, urgido, mete la mano en el bolsillo y paga.

En ese empeño de “no permitir que se abuse del pueblo”, como dijo recientemente Carlos Luis Garrido Pérez, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido, es importante que, en el proceso de elaboración de las tablas, siempre participen quienes, como la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, tienen a su encargo este tipo de compromisos.

Porque se escucha a la gente y se quiere lograr una política de precios cada vez más coherente, esperemos rectificaciones a las tarifas de los 24 camiones particulares que ruedan nuestras carreteras y, por encima de lo dicho, apoyan —tremendamente— la transportación de pasajeros, ahora bajo la licencia de Servicio Regular (antes en ruta y libre), con tarjeta magnética y Licencia Operativa actualizada. Eso sí, a análisis y precios revueltos, nadie gana.